Capítulo 27

6.3K 375 23
                                    

El haber recibido ese mensaje me puso la piel de gallina, ¿por qué?,porque conocería a esa sexy,coqueta y divertida persona que me manda mensajes cada día, que sabe de mi y diría que bastante pero que yo soy un ogro a su lado, supongo que mi temperamento la intimida, o supongo también que sentarme con la chica popular puede confundir y meterme en la misma bolsa.
Me puse un jardinero de jeans y una remera blanca que me gusta combinar con ello,y luego las zapatillas converse que me acompañan a todas partes,y que ahora tiene pequeñas gotas de aerosol, diría que ahora son las converse del orgullo gay.

-¿Listo cariño?-dijo Sofia desde la cocina.
Salí de la habitación y me la quedé mirando.
-tengo miedo,puede ser un asesino,un viejo pervertido,o un asesino en serie-dije con cara de asustada.
-no te preocupes, yo estaré contigo,y si vemos algo raro nos iremos,¿de acuerdo?-dijo seria.
Asentí,tomé mi bolso y luego caminé hacia la salida.
•••
Me acomodé en el banco de la plaza una vez más y cambié de posición al sentarme, todo esto me tenía preocupada y alterada.
-¡te quedas quieta o te rompo yo las piernas Samantha!-dijo Sofia sonriente.
Reí nerviosa y tiré mi cabeza hacia atrás admirando el hermoso cielo,y me hace acordar al grafitti que hice.
Estuve varias horas charlando con mi amiga,se hizo la tarde y luego escuchamos una moto,giré la cabeza y vi a Rachel que bajaba de ella.
-Hey que casualidad, ¿qué hacen aquí?-dijo sonriente al verme.Me besó y se sentó a mi lado.
-espero a alguien, esa persona me estuvo mandando mensajes todo este tiempo y tengo un poco de miedo-dije asustada.
-y deberías tenerlo, menos mal que trajiste a tu amiga,hoy en día hay muchos locos-dijo preocupada.
-Sam,quedate con ella,creo que es más fuerte para defenderte -dijo sonriente.
-bueno,cuídate-la besé en la mejilla y luego se fue caminando.
-¿Te gusta ésta plaza?-dije frunciendo el ceño.
Pasó sus dedos por sus jeans rasgados y luego me miró fijamente.
-hay algo que tengo que decirte-dijo nerviosa.
Asentí y justo cuando le iba a decir que prosiguiera me sonó el celular.
-disculpa-me levanté y saqué el aparato de mi bolsillo trasero y atendí la llamada.
-¿Qué sucede?,¡Ay vamos Joder,eres una inútil,te expliqué que debías hacer!-dije en tono enojado mientras me ponía una mano en la cintura.-de acuerdo,ahí estaré en unas horas -corté la llamada y luego me di la vuelta para mirar a Rachel.
-lo siento,debo irme, mi padre necesita de mi ayuda,mi madrastra no sabe cuidarlo,y él necesita una enfermera así que por unos días seré eso,aparte de hija-dije frunciendo el ceño.
Se levantó y me abrazó con fuerzas.
-tranquila,todo estará bien,calma,eres una excelente doctora-dijo en voz baja.
Puse mi cabeza en su pecho y luego la quedé viendo.
-¿qué tenías que decirme?-dije frunciendo el ceño.
Hizo una mueca y luego miró hacia otro lado.
-mejor lo hablamos cuando regreses de ver a tu padre- dijo angustiada.
-¿por qué lloras?,¿qué sucede?,vamos cuentame eso que te aflige-dije preocupada.
-enserio que mejor no Sam,no la compliques -dijo apretandome más a su cuerpo en un abrazo.
-¿estuviste drogandote?,¿ tomaste alcohol?-dije parpadeando.
-yo soy tu cita de ésta tarde,soy la chica de los mensajes-dijo mirándome con ojos llorosos.
Me empecé a reír mientras movía la cabeza de un lado a otro.
-buen chiste,muy bueno cielo-dije sonriente.
-hablo enserio, no es chiste-dijo angustiada.
Parpadeé y luego la solté, me tiré el cabello hacia atrás y luego me crucé de brazos.
-¿qué?,¿qué mierda has dicho Rachel?,¿eras la acosadora todo éste tiempo y no dijiste nada?¿me crees estúpida?¿qué carajos quieres que piense de ti ahora que sé todo?-dije angustiada.
-Tú nunca me prestabas atención, entonces se me ocurrió lo de los mensajes, pero luego de haber regresado de aquél viaje en familia,decidí anotarme en tu clase solo para estar a tu lado,él papel de chica ruda que lleva ropa negra todo el tiempo, me lo inventé, para que pienses que soy otra persona, pero realmente quise que te enamores de mi por lo que soy-dijo con ojos llorosos.
-¿y los graffitis?,¿eso es mentira?-dije señalándola.
-amo pintar,por eso quería enseñártelo -dijo bajando la mirada.
Caminé hasta el banco y me senté en él, mientras intentaba de procesar todo.
Se sentó a mi lado y tomó mi mano con delicadeza.
-lo siento por haberte mentido,prometo que no lo haré más -dijo en voz baja.
Miré hacia el césped y luego apreté su mano.
-¿de verdad tienes problemas con drogas y alcohol?-dije mirándola fijamente.
-si,ese viaje que hice en familia,fue para conseguirme un lugar de internación,no pudieron contra mi rebeldía, entonces se me ocurrió decirle a mi padre que si hacia una carrera universitaria dejaría de consumir, y me creyó -dijo mirando hacia su jeans.
Llevé mis manos al rostro y luego puse mi cabeza entre mis piernas para relajar mis nervios.
-Dios tendría que matarte,pero no lo haré, y solo no lo hago porque me caes bien y me encariñé contigo,y créeme tenía miedo de encontrarme con un anciano baboso-dije angustiada.
-Llegué tarde a la cita, discúlpame,la moto se averió y tuve que arreglarla-dijo acariciando mi espalda.
Me enderecé y la abracé provocando un suspiro de su parte.
-bueno acosadora,estás perdonada,gracias por el libro que me faltaba-dije sonriente mientras acariciaba su mentón.
-es un placer,además muy entretenida esa saga, tienes bellos gustos por la literatura juvenil -dijo alegre mientras me sostenía de la cintura.
La volví abrazar y cerré los ojos un momento para escuchar su latido del corazón.
-estás alterada,trata de calmarte,no voy a desgollarte -dije en voz baja mientras acariciaba su brazo.
-tenia miedo de tu reacción, una vez me dijiste que me cortarias con el bisturí si faltaba al trabajo práctico-dijo en mi oído.
Sonreí y la quedé mirando.
-y te la creíste supongo-dije riendo.
Miró su reloj y luego volvió a mirarme.
-te llevo a casa,ya es muy tarde y tienes que viajar-dijo tímida.
-cierto,¿ahora tu moto anda perfecto?-dije alegre.
Asintió y se levantó, me tendió la mano y luego la tomé para caminar hacia su moto.
-no te saques el casco para nada,ni siquiera para escupir Sam-dijo riendo.
-ay pero que sucia, sabes que yo no escupo,eso es de hombres-dije frunciendo el ceño.
-lo sé, solo lo dije para romper la tensión en ambas-dijo riendo.
Rodé los ojos y me subí a la moto, luego la abracé de la cintura y esperé que se acomodara bien.
Arrancó y luego nos fuimos.

HOLA HERMOSA©™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora