Una... ¿Nueva Vida? [Daryl Dixon]

Capítulo 30. Una luz en medio del camino.

POV Allison.

Entonces Oscar seguía vivo... al menos hasta que estos documentos fueron escritos.
Eran más de las 2:00 am. cuando bajé de nuevo, para seguir leyendo la información que contenían los papeles que Rick me había entregado.

Por lo que había entendido, se dirigían a un puesto de control alejado de donde se habían registrado los brotes del virus. De ahí seguirían las investigaciones de las que ahora sabía un poco más.

La única duda era si lo habían logrado, ya que no volvieron a tener comunicación con el Dr. Jenner...

Trabajaban en una cura, sobre lo que ya sabían... todos estamos infectados...

Hey, ¿Qué haces aquí abajo? Te busqué y supuse que seguirías con esto... - dijo Daryl, quitándome las hojas de las manos.

A: - Sólo quería repasarlo un rato más, no podía dormir.

D: - Debes descansar un poco. Estuviste toda la tarde con eso... ven acá. - y me atrajo hacia él, dándome un beso en la frente.
Sé lo importante que es para tí, lo es para todos; pero puedes continuar mañana.

A: - Lo que más me preocupa es si llegaron o no, a esa base a la que se dirigían. Y si lo hicieron... ¿crees que sigan ahí? ¿Lograrían encontrar la cura?

D: - No lo sé... creo que todo lo que podamos imaginar es sólo eso. No tenemos la certeza de nada...

Me abracé fuerte a él. En el fondo, tenía la esperanza de que así fuera. Que todo hubiera salido bien, y existiera una cura para esta pesadilla. Que pudiéramos vivir tranquilos otra vez. Sin temor, y sin muertos caminando por las calles.

A: - ¿Te das cuenta de lo que eso significaría? Yo... ya no sentiría ese miedo de perderte... -dije en un tono apenas audible.

Se retiró un poco de mí, para poder verme. Me tomó de los hombros y dijo:

D: - Eso no va a pasar, ¿me entiendes? Sé que no puedo asegurarte nada, pero no pienso irme a ninguna parte. Te amo, y nos mantendré a salvo. ¡Te lo prometo!

A: - ¡Y yo te amo a tí,mi amor! -dije, y lo abracé de nuevo. Deseaba creer que nuestra vida juntos duraría mucho tiempo. No soportaría que fuera de otra manera...

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Sentí la luz molestando mis ojos, los abrí despacio y me di cuenta de que había amanecido.
Miré mi reloj y me sorprendió ver la hora,  7:30 am.
Se me estaba haciendo costumbre levantarme tarde, pero era un placer dormir y despertar en los brazos del hombre que amo. Así que... ¿a quién le importaba madrugar?

Alcé la cara y lo ví ahí, durmiendo todavía. Se veía tan guapo como siempre, o aún más.
Me encantaba verlo dormir, verlo de cualquier manera... cada día que pasaba lo amaba más.

Volví a recostarme en su pecho, y se movió un poco.

¡Buenos días! -dijo, besando mi cabello.

A: - ¡Buenos días, mi amor! ¿Dormiste bien?

D: - ¡Contigo, siempre! ¿Y tú?

A: - ¡Mejor, imposible! ¡Tus brazos y tu pecho, son muy cómodos! - dije riendo.
Debo bañarme rápido, recuerda que Rick me espera temprano; y todavía tenemos pendiente el desayuno.

D: - ¡¿Me vas a abandonar tan pronto?!  - dijo con un tono simulando reproche.

A: - Sólo por un ratito, no te pongas chipil. -dije dándole un beso rápido y me metí al baño, sin más.

Debía darme prisa, si quería prepararle un desayuno decente. -pensaba, mientras me quitaba la pijama y entraba a la ducha.

Cerré los ojos, disfrutando del momento. Era una verdadera suerte, poder darse un baño de agua caliente en estos tiempos.