Sentimientos

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Una de las cosas que agradecía de su trabajo era que nadie se metía con él, no intentaban hacerle bromas ni se esforzaban por llevar una conversación con temas que no fueran asuntos laborales. La gente lo miraba con respeto y nunca lo desafiaban. Su estatura y su frialdad eran de gran ayuda.

Ahora era diferente. Seguía trabajando con normalidad y todo, pero la sensación de unos ojos sobre él se intensificaba a cada momento. El problema era, que sabía de quienes eran y sabía porque lo miraba de esa forma. Para rematar, el dueño de esos ojos que lo ponían nervioso era de estatura pequeña.

- Tsu-kki-chan - Habló Hinata con una sonrisa divertida - No sabía que tenías una hija tan alegre. Puedo apostar a que sacó la actitud de su padre ¿Verdad?

- ¿Qué? - Por su mente llegó la imagen de Hana diciendo que él era la madre y Kuroo el padre - ¡No es mi hija y cómo quieres que sepa si ni lo conozco!

- ¿No lo conoces? Bueno, al menos sabes cómo se llama ¿Verdad? Leí la otra vez que el nombre dice mucho de la persona.

- Su padre viaja mucho - Fue lo único que dijo mientras se enfocaba en las galletas de jengibre.

Hinata lo observó no muy convencido - ¿Y? ¿Cómo conociste a Hana-chan?

- ¡No pienso decirte! ¡Ahora vuelve al trabajo!

- Bien - Comenzó a alejarse - Amargashima.

- Hinata.

- Lo decía en broma, lo juro.

- Tu hermana ¿Se encuentra bien?

Hinata se sorprendió. Tsukishima era de los que no mostraba interés por los demás y menos por familiares de otras personas.

- Está bien. Sólo tuvo un pequeño accidente en gimnasia. Nada grave pero se quedó unos días para que le hicieran estudios y revisar que todo estuviera en orden.

- Entonces la darán de alta dentro de poco.

- Así es - Asintió - Kagayama estuvo adornado la casa ayer por la noche para cuando saliera.

- Vive con ustedes ¿Verdad?

- Nuestros padres murieron cuando era apenas un bebé, así que me hice cargo de ella.

- Debió de ser duro, perder a tus seres queridos.

- Al principio lo fue, pero Kageyama estuvo conmigo. Me dio fuerzas y nunca se separó de mí. Incluso me ayudo con Natsu. La cuida como si fuera su propia hija. Aunque - Sonrió - A veces se pelean y termino estando en medio de sus discusiones. Pero bueno, es normal.

- ¿Normal?

- Sí - Asintió - Normalmente Natsu quiere mi atención y Kageyama se pone celoso por eso aunque lo niegue. O también Kageyama se me acerca demasiado y Natsu comienza a hacerle maldades. Natsu es muy linda pero a veces se molesta.

- Y por qué debería.

- Bueno, porque es mi hermana. Yo también estaría muy molesto si Natsu saliera con alguien. Le haría infinidad de preguntas y averiguaría todo sobre él - Se puso a pensar - ¡Ah! Talvez lo siga durante un día entero pero puede que Kageyama lo haga. Si tuvieran una cita, se pondría lentes, una gorra y los seguiría todo el tiempo. Después recibiría una llamada de la policía porque lo detuvieron por acoso y tendría que ir a explicar el malentendido - Se cruzó de brazos - Sería todo un problema y al final Natsu nos regañaría a ambos - Asintió - Sí, creo que así sería cuando Natsu saliera con alguien.

Confesiones En El ElevadorWhere stories live. Discover now