VIII

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—Esta bien. Hagámoslo—. El peliazul cerró los ojos, esperando que Murdoc lo besara. Pronto sus labios fueron tomados. Era un contacto suave, le agradaba. En su interior comenzó a fluir los sentimientos que creía perdidos por el mayor.

Él mantuvo su mirada en Stu, se le hacía sumamente lindo verlo sonrojado y con los ojos cerrados. Después de aquel beso se alejó para saber la opinión de éste.
— ¿Y bien?, ¿aún me quieres, D'?

Odiaba admitirlo, especialmente ya que en los últimos meses lo trató mal, aunque debía reconocer que se lo merecía, después de todo ya le había tocado siempre ser el débil.
— Sí... Murdoc.

Le alegraba oírlo. Con la emoción que tenía se abalanzó sobre él para seguir besándolo. Lo arrinconó a la pared, pero después 2D comenzó a tener la iniciativa. Sus lenguas estaban en constante contacto provocando en el satanista un cosquilleo en su parte baja.

Sus delicadas y largas manos empezaron a tocar la piel del bajista. Empujó a Murdoc hasta que lo tiró a la cama, se encimó en él, mientras los besos no paraban.

2D le arrebató aquella incómoda prenda; la camisa, la cual le incómodaba. Fue hasta los pezones del bajista, los lamió y jugó con ellos, dejándose escuchar unos gemidos roncos.

—Tú dijiste...— hablaba mientras lo mordía— que me querías, ¿eso es cierto?

—S-sí, Stu— le costaba trabajo el contestar, excitado no era como para hablar fluidamente—. ¿A-acaso crees qué yo mentiría sobre eso?

—Sí lo creo—, unos vagos recuerdos aparecieron, recordó que a pesar del mal trato que le daba el mayor también había veces en las que se llevaban bien. Incluso el sentimiento de cariño era mutuo, aunque claro Murdoc nunca lo reconoció, hasta ahora.

—No, tonto— notó que el peliazul paró quedándose pensativo. Se sentó en la cama, su rostro estaba cerca a la del vocalista—Desde el día en que me obligaron a cuidar de ti me pareciste un chico jodidamente lindo. Con el tiempo te fui conociendo mejor, pero nunca he sido bueno expresando mis sentimientos.

Los ojos de Murdoc mostraban sinceridad, algo que nunca pensó que sería posible.

—Y yo siempre quise decírtelo...pero el miedo al rechazo era peor— lo abrazó.

—Mira que los dos somos tontos... Bueno, yo un poco menos, jajajaja— recibió un pequeño golpe en la espalda— ¡oye!—, fue interrumpido por otro beso, quedándose acostado.

Las manos de Murdoc fueron hasta las nalgas del vocalista.
2D lo mordía en el cuello, dejándole unas marcas. Las ásperas manos del bajistas estaban de inquietas, las agarró y con una mano las sostuvo.

— ¿Qué diversión hay para mí, sino me dejas tocar?— tenía una sonrisa lasciva en su rostro.

—Murdoc, ¿cuándo he dicho que tú serías el que se divertiría?— le regresó la sonrisa. Le dio un beso en la frente, bajó ha sus labios los cuales mordió. Mantuvo las manos aprisionadas ahora sólo con la ayuda de uno de sus brazos, para deslizar su mano al bulto del bajista.

—Hmmm.

—Estas muuuy duro— susurró a su oído. A continuación le desabrochó el pantalón dejándose ver el miembro erecto que tenía. Ahora sí lo terminó de soltar para bajar hasta aquel "problema".

—M-mierda...¡dios! Se siente tan bien...¡aaah!— sensaciones recorrían por todo su cuerpo, debía admitir que 2D la chupaba bien.

El peliazul tocaba de vez en cuando los testículos, eso le daba mayor placer al azabache, lo sabía. Ahora era él quien comenzaba a excitarse. Paró y observó a un Murdoc totalmente descubierto, no tenía camisa, con los pantalones y la ropa interior hasta los tobillos, la respiración agitada. Nunca se le pasó por la cabeza que tendría al Gran Murdoc Niccals así.

Te Olvidé (Studoc-2doc/Terminado)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin