Capítulo 5.

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Su sonrisa burlona había desaparecido. Fue entonces cuando su cuerpo apareció bruscamente en frente de mi, haciéndome chocar con la pared del susto y de que todas sus extremidades estaban pegadas a las mías, yo no me atreví a mirarlo a los ojos. Mi corazón estaba a millón. Tenía temor de que me hiciera algo. Alzó su mano, pero la bajó al sonar una puerta abriéndose. Miramos al mismo lugar al mismo tiempo, pero era como si nunca estuvo ahí, se desapareció.

Tanner entró con una sonrisa. Sonreí y de un momento todo lo que pensaba y todo lo que temía se esfumó, corrí hacia él con una sonrisa y me abalancé encima de él. Rodeé su cintura con mis piernas y lo besé. Estaba muy feliz de verlo.

-oh Tanner.- lo abracé sonriendo. Todas mis preocupaciones se fueron, mi agotamiento también se fue en un santiamén de segundos. Suspiré al tenerlo cerca. Me alejé de su cuello y peiné su cabello mirándolo a los ojos.

Su sonrisa se esfumó y miró mi rostro, acariciando mi mejilla con parsimonia. Tenía algo que decirme y era una mala noticia. Me bajé de él y mientras cerraba la puerta lo invito a pasar.

-¿quieres un jugo o algo?.- pregunté. Negó con su cabeza.

-será rápido lo que te tengo que decir.- miró  sus manos nervioso. Lo miré y me acerqué a él, le froté los brazos dándole apoyo, como siempre.

-me tengo que ir.- lo miré y de un momento a otro, mi mundo se derrumbó .

-¿Dónde?.- pregunté pareciendo ser fuerte. No quería que él se separara de mi, no más de lo que lo hace ya por culpa de su trabajo.

-es por mi futuro, no me puedo quedar aquí.- no quería decirme lo que pasaba en realidad. Lo conocía muy bien.

-dime la verdad Tanner.- me crucé de brazos, me miró y suspiró, se restregó la cara entre sus manos y se sentó en el sofá marrón de la esquina, estaba frustrado, lo sabía.

-mi madre encontró una forma de subir a lo que era las finanzas de una forma fácil, segura, volviéndome famoso frente a otras empresas.

Agh, su madre. Ella nunca me ha soportado, dice que Tanner merece algo mejor, que soy muy poca cosa para él. Además de que Tanner siempre fue de familia que... por así decirlo, manejaban dinero, no eran ricos, pero se defendían en el ámbito social y político.

-tu madre.- cerré los ojos y bufé. Me miró desde abajo, donde estaba sentado.

-si, mi madre.- suspiró.- me voy a casar, Jo.- mi mundo se vino abajo, quería morirme, me quedé en shock, todo lo que existía se fue a la mierda . Creía que iba a desmayarme, dejé de respirar por un momento. Mis ojos picaban.

-¿con quién?.- pregunté con la voz temblorosa. En cualquier momento me iba a partir a llorar.

-mi madre me obligó que le pidiera la mano a la hija de un empresario que conocí en una fiesta de negocios, ella estaba enamorada de mi, así que aceptó.- dijo con voz acongojada. Había comenzado a llorar, me tapé el rostro y caminé de un lado a otro. Iba a llorar seriamente, se levantó del sofá y caminó hacia mí. -yo no quiero dejarte, pero por mi futuro en lo que me gusta, lo haré.- lo miré con los ojos llorosos.

-nunca me amaste.- me alejé de él.-si lo haces, nunca me amaste como tanto decías.- me empecé a molestar, mi corazón estaba machacandose con cada palabra que decía.

-si te amo Jo, pero entiendeme, es mi futuro.- lo miré mientras negaba. Y lo miré de arriba a abajo con asco. Él no era el chico del que me había enamorado años atrás.

-entonces, espero que seas feliz y al fin y al cabo, le hiciste caso a tu mamá de que no te casaras con alguien mediocre como yo.- sonreí hipócrita.

-Jo, yo...- lo interrumpí.

-¡cállate y largate de mi casa!, no hagas las cosas más difíciles Tanner.- lloré, me limpié las lagrimas obligándome a ser fuerte.

-siento si te lastimé, yo no quería hacerlo, lo siento.- susurró. Lo miré con odio.

-ojalá ella te ame tanto como yo y te dé la felicidad que te mereces.- él solo me miró dolido y se dió la vuelta, abrió la puerta. -Tanner.- lo llamé. Él me miró. -si las cosas salen mal, cosa que no quiero ya que me demostraste quien eres en realidad, nunca vuelvas. Porque no quiero volver a verte nunca, en mi existencia en el maldito planeta.- escupí. Asintió mientras dos lágrimas se le escapaban de sus ojos verdes. Cerró la puerta. Corrí hacia ella a poner el seguro, me deslicé en la puerta mientras lloraba. No podía con este dolor en mi pecho. Oh por Dios. Me levanté y me fui quitando la ropa, quedando sólo con mi suéter largo, ni siquiera me bañé, no tenía ganas de eso. Me deslicé bajo las sábanas y comencé a llorar, hasta que me dormí.

Sentí a alguien parlotear cerca de mi, escuché un pequeño gritito y un golpe. Abrí los ojos y me senté rápidamente en la cama. La cabeza entre rubia con raíces negras de mi mejor amiga apareció entre la cama. Chillé al verla y me lancé arriba de ella. Le caí encima, ella solo se quejó.

-auch.- se quejó. La abracé con toda mis fuerzas y la miré. Me miró. -estás del asco.- estaba llorando, ¿qué más quería?.

Estaba muy feliz de verla. Era mi mejor amiga, la que siempre ha estado ahí desde que la conocí hace años, cuando me mudé a Brooklyn. Miré su maleta, se había tropezado tratando de arrastrarla, por eso el grito y el golpe.

Sonreí de nuevo.

- ¿Cómo entraste?.- pregunté. Ella solo sonrió.

-¿te acuerdas de la copia que me diste cuando todos los días venía aquí?. Aún la tengo.- volví y la abracé. Ella era mi hermana, como quien dice la única familia que me queda. La mejor amiga que podía tener. Me miró.-¿estabas llorando?.- preguntó, yo miré hacia otro lado y me paré, ayudándola a parar también.

Me senté en la cama de golpe.

Suspiré. -si.- respondí. Ella se sentó en mi cama.

-¿por qué?- preguntó agarrando mi mano.

-Tanner terminó conmigo, Nikki.- luché por no llorar de nuevo.

-¿Qué?, ese hijo de puta.- rugió.

-se va a casar con otra.- abrió sus ojos.

-¡le corto los huevos al mierdero!.- exclamó.

-calmate, no vale la pena sulfurarse por él, ya no hay más que hacer , solo lo olvidaré.- traté de convencerme. Me miró con pena.

-ojalá tu misma creyeras lo que dices.- juntó sus cejas. -espero y halles otra cosa mejor.- sonrió.- entonces, ¿nada nuevo?.- preguntó, la miré y el tema de los vampiros llegó a mi mente. Negué, si se lo decía iba a decir que soy una loca y no me iba a creer.

Opuestos  (Two Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora