Cap. 2

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-Eres tú- dice sin más

-¿Te conozco?-dije tratando de mirarlo a sus ojos, pero era lo suficientemente alto cómo para que una chica de tan baja estatura como yo pudiera apreciar sus ojos.

-No- dice entre risas- pero te ví ayer en el museo, fuiste la única de tu grupo que se detuvo a ver esa pintura, la que solo tenía cosas azules.

-Tú... ¿fuiste el chico que estaba a mi lado observando esa pintura?

-Así es, me alegro que me recuerdes, espero verte pronto- dijo ésto y se fue. No me dió tiempo a preguntar su nombre, o cualquier otra cosa, simplemente se fue.

El día transcurrió no muy diferente a lo esperado, continuamos entrando a las tiendas hasta que mi amiga agotara todo el dinero. Volví a casa exhausta, dormí profundamente.

Al día siguiente me levantó el sonido de la aspiradora, mi madre debe de estár limpiando. Aproveché para ir al museo temprano.

Me sorprendió mucho no encontrar lo que buscaba, la pintura ya no estaba. Le pregunté a uno de los guías sobre la pintura, pero no pudo decirme nada, era su primer día de trabajo. No había más nadie a quien preguntar, el recepcionista sólo me pudo decir que esas preguntas me las debería de contestar el guardia de ese área, pues él no se encargaba de saber eso. Volví al area dónde debía de estar la pintura, pero no había guardia alguno. Pedí hablar con el gerente, pero al parecer no pudo ser capaz de recibirme, pues estaba en una conferencia, me pidió que viniera otro día. Era demasiado extraño, pero tal vez era el último día de la exposición de la pintura en éste museo.

Decidí ir a la biblioteca, tal vez conseguiría algo sobre aquella pintura, no tenía ganas de gastar el Internet de mi teléfono. Puse el nombre que decía en la placa de la pintura, no apareció lo que buscaba. Era cómo si la pintura no existiera, pero el chico la vió también, el de los brakets azules.

Sentía mucha intriga por ello, necesitaba despejar mi mente, así que decidí ir al observatorio. El pueblo es tan pequeño que puedo ir a pie a cualquier lado.

En el observatorio, era la aprendiz del encargado (un astrónomo que trabaja para la NASA). Podía aclarar mi mente allí, era muy placentero, la mayoría del tiempo me pasaba observando un tipo de dibujo que contenía varias constelaciones, me paraba allí al frente a pensar.

Al llegar al observatorio subí a mi pequeño despacho, había una tarjeta encima de mi pequeño escritorio.

Supe que trabajas aquí, es muy interesante ese dibujo frente a tu despacho, tan interesante cómo la pintura de azul. Necesito verte chica, necesito que estés a media noche en el parque.

¿El chico de los brackes azules?

El chico de los Brackets azules Donde viven las historias. Descúbrelo ahora