Cap. 1

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Ir de compras, nada mejor que eso. No lo digo por comprar ropa, lo digo por comprar comida a la hora del almuerzo. Odio ir a comprarme ropa, es una misión encontrar de mi talla, es como si no pensaran en las personal delgadas y bajas de estatura, y cansa demasiado estár vistiendose, desvistiendose, vistiendose, desvistiendose, vistiendose... y así hasta que ya no te queda más dinero.

Gastas tiempo y dinero, no sé porqué me dejé convencer por mi mejor amiga, tal vez porque dijo que ella pagaba, bueno, sus padres.

Tercer año de preparatoria y ella sigue diciendo "lo pagan mis padres", sigo pensando que no sabe que depender de sus padres no le pagará el doctorado, y no le pagará su sustento de toda la vida, el dinero tiende a terminarse.

Ya son las 1:00 de la tarde y aún no vamos ni por la mitad de las tiendas. No es muy divertido para mi, sólo me mido una piesa de ropa por cada dos tiendas.

Decido adelantarme a la salida de la tienda #6 en lo que mi querida amiga paga sus gastos.

Recuerdo la pintura del otro día, no pude estar el tiempo suficente cómo para memorizar todos sus trazos, planeo volver al museo mañana.

Mis pensamientos son interrumpidos al sentir un golpe en mi hombro, miro hacia arriba, solo puedo ver a un chico sonriendo, dice algo, no le presto atención a sus palabras, no puedo dejar de ver su sonrisa, su sonrisa acompañada de esos brakets azules.

El chico de los Brackets azules Where stories live. Discover now