Mientras me lees

Fue cuando me dispuse a leer un libro que llegó a mi casa. Golpearon la puerta y cuando abrí no había nadie, solo este extraño libro en el suelo. Lo tomé, lo dejé en la mesa de mi living y, luego de preparar café, sentí curiosidad y comencé con la lectura.
¿Cómo es el nombre del libro?
Mientras me lees.
¿Autor?
Anónimo.
¿Anónimo?
Si, no busqué el nombre del autor en un primer momento, simplemente comencé a leerlo.
¿Qué hay con la editora?
Anónimo.
Continúe...
Abrí el mencionado texto y me llamó la atención el primer párrafo.
¿Recuerda qué decía?
No con precisión, pero era algo asi:
"Mientras lees, el mundo a tu alrededor sigue su curso. Ten cuidado con lo que lees, no sea que luego te haga falta y ya no puedas volver a leerlo"
Algo extraño. ¿De qué trataba el libro?
Bueno sí, era extraño, estaba dirigido al lector, precisamente a mi persona.
Continúe...
Mientras lees puede suceder lo que no esperas porque tu mente está volcada solo a la lectura. Sé quien eres. Sé donde vives. Sé que si sigues leyendo, te sorprenderá lo que sé de ti. Sé incluso lo que va a ocurrirte en la próxima hora. ¿No me crees? Seguro que no, esa es mi ventaja. Si fuera tú no dejaría este libro hasta que termine, ya que depende de ti salvarte de lo que pueda ocurrirte si me dejas de leer. Te daré un ejemplo, quizá no sea como lo narro aquí pero puede sorprenderte pues, alguien tocará a tu puerta en pocos segundos. Si eso sucede no dejes de leer ya que no habrá nadie en la puerta y no quiero que pierdas tiempo de tu vida en cosas menos importantes que este libro.
¿Y alguien llamó a su puerta nuevamente?
Sí, unos minutos después de leer eso.
¿Quién era?
Cuando fui a ver no había nadie.
Continúe...
Volví a tomar el libro y seguí mi lectura. En un momento leí lo siguiente...
Nadie estaba en la puerta, ¿verdad? Pero es evidente que alguien la golpeó tres veces.
¿Fue asi?
Si, tres golpes.
Interesante. Prosiga...
No te diste cuenta que algo puede pasar. ¿Acaso no pensaste que algún ladrón está ya dentro de tu casa? O tal vez te llame la atención que un libro pueda adelantar los hechos que van a ocrrirte. ¿En verdad piensas que este libro está narrando lo que te sucede? Por favor, es solo un texto. Si alguien llamó a tu puerta realmente, es pura coincidencia, y eso si, muchas personas golpean tres veces seguidas, un cierto porcentaje está jugando, golpea y escapa. Otro, es alguien que toca pero luego se va porque intuye que nada tendrá cuando la puerta se abra y uno, ínfimo, es que un texto como este tenga razón. Y ese pequeñísimo porcentaje es fantasear la realidad, porque no existe forma alguna de saber el futuro a menos que puedas crearlo detalladamente. Ahora bien, mientras me lees han pasado 12 minutos desde que tomaste por segunda vez el libro, si eres un lector entrenado, sino debes llevar más de 20 minutos para leer esta página. Espero que seas un lector entrenado, tu tiempo es preciado, demasiado importante diría yo y la más mínima falla podrá costarte muy caro. Una sola palabra que debas pronunciar más de una vez, un leve retraso y perderás más de lo que jamás has imaginado. No me crees y eso me da seguridad en lo que estoy haciendo. Soy el narrador y mi trabajo termina en 46 minutos. Soy un profesional y utilizo el tiempo detalladamente, sin prisas, sin retrasos, sino como lo he calculado. Si tú lees con lentitud, no podrás terminar el libro ya que en 45 minutos me iré de aquí. Tal vez no me has entendido del todo y te pondré a prueba. Si crees que el tiempo en tu vida vale, dale valor a este libro, valor a mi voz. Ese llamado telefónico que van a hacerte no es más importante que el tiempo que perderás del libro, te recomiendo que no lo tomes ya que es un vendedor que te ofrecerá servicios para tu internet y es muy importante que no pierdas tu tiempo.
¿Llamó aliguien?
Si, efectivamente era un vendedor de la empresa de teléfonos buscando negociar por capacidad de internet para mi hogar.
¿Qué sintió cuando habló con esa persona?
Fue cuando intenté hacer el primer llamado al 911.
¿Y que ocurrió?
Recordé que era solo un texto, que en realidad día por medio llaman a casa para vender productos y servicios y que no podría haber sido jamás algo real.
¿Colgó entonces?.
Así es, antes que me atendieran.
¿Registraron la llamada?
Aún no señor.
Continúe...
Te daré una segunda oportunidad. Esos cinco minutos que perdiste en el teléfono serán descontados, pero los cobraré con tu réplica de Picasso.
¿Tiene usted una réplica de Picasso?
Estaba en el living.
¿Ya no está?
No señor.
¿Qué más sucedió?
En este momento perderás más tiempo en ir a ver si el cuadro sigue allí ¿verdad?
¿Ya no estaba?
El cuadro seguía allí. Volví a tomar el libro para buscar a su autor, pero como dije antes, decía anónimo. Luego pensé nuevamente, por amor de Dios, es solo un texto.
¿El libro mencionó algún nombre?
No.
¿Ni el suyo?
No.
¿Qué hizo después?
Miré el reloj ya que a las 17:00 debía ir a una reunión de trabajo. Aún tenía tiempo para terminar de leer, quería hallar algo que identificara al autor y más aún, saber qué estaba sucediendo.
A menos que no tengas un Picasso, en estos momentos debes estar consternado. Bien pude haber dicho Van Gogh, Miguel Ángel u otro. Pero dije Picasso. Si definitivamente tienes un Picasso, las coincidencias son increíbles, pues este libro está escrito desde hace tiempo. Si creyeras en videntes estarías alucinado, pero como sé que no es así, estás asombrado incluso, quizá temeroso. Mientras me lees buscas saber por qué este libro llegó a tus manos y quién lo escribió. La forma de ser anónimo hace brotar el suspenso y te envuelve la incertidumbre, más aún, si estás leyendo justo este libro. Hay un refrán muy antiguo que dice: "cuando el alumno esté preparado, el maestro aparecerá". Piensa, es una pista. Si piensas quizá llegues a descubrir que este texto es especial, que está preparado solo para ti palabra por palabra, y cuando digo para ti, me refiero justamente a ti que tienes la página 53 frente a tus ojos. Es obvio que sé que página es esta, pero lo que no es obvio es que sé que va a cortarse la electricidad en tu casa en pocos minutos. Te recuerdo que mi trabajo culminará en 27 minutos y estoy haciéndolo a la perfección. ¿Cómo vas tú?
¿Entonces?
La electricidad se cortó.
¿Por Dios... qué hizo usted?
Dejé el libro y fui a ver la llave.
¿Estaba baja?
No llegué a ver, porque tocaron la puerta nuevamente y fui a ella.
¿Está vez había alguien?
Si, mi vecino. Había perdido su mascota y vino a preguntarme si la había visto por mi jardín. Cuando cerré la puerta, la electricidad volvió. Inmediatamente después se me vino a la mente el libro.
¿Allí desapareció?
No, pero cuando pasé por el pasillo que da al loving ya no estaba el cuadro de Picasso.
Entonces, el ladrón estaba aquí dentro.
Allí fue cuando hice el segundo llamado al 911.
En 15 minutos llegará un móvil. Es el más cercano de que disponemos. Si es necesario, salga de su casa, sino, busque un sitio seguro.
¿Por qué no salió de su casa?
Creo que por temor. Uno piensa que en su hogar estará a salvo y más en esta casa. Tomé el libro y mi arma y fui donde seguramente nadie podría entrar, ya que su seguridad esta bajo un código de 15 dígitos. Marqué el código, ingresé y me encerre allí.
La bóveda de su dinero.
Exacto.
Seguí la lectura. A cada instante miraba la hora en mi celular. Estaba muy asustado.
¿Oyó algún otro ruido dentro de su hogar en algún momento a parte de los golpes en la puerta?
Si, ruidos de golpes y gritos, pero eso fue después.
Continúe...
Al parecer tu vas un poco lento. Pero no importa, mis 16 minutos de narrador son suficientes para lo que vine a hacer aquí. Y es que ahora estás justo donde necesito que estés. No seas supersticioso, no hablo de un lugar de tu casa en particular, hablo de la página 57. Estás a 14 páginas de terminar de leer y la página 57 es una oportunidad para ti. Ya perdiste el Picasso, igual, sólo es una réplica. La electricidad se cortó pero no volverá a sucederte a menos que ocurra una falla técnica. Te diré que: en la página 66 está lo único que he venido a buscar, solo que está escrito a modo de metáfora. ¿Te sientes capacitado para descubrir qué es?... No obstante, si sigues leyendo, en algún momento podrías toparte con mi nombre ya que es obvio que te conozco y tú a mí. ¿No me crees? De todas formas, sólo quedan 13 minutos para que mi labor de narrador termine, y cuando eso suceda, desearás jamás haber leído este libro.
¿Qué hizo usted?
Fui a la pagina 66.
¿Recuerda algo de lo que leyó en dicha página?
Si, algo de una serpiente, era una metáfora...
Elegiste el camino más largo o quizá el más corto, pues, puede que mi nombre finalmente no esté escrito en el libro. Pero bien, debo cumplir con mi misión y revelarte lo que he venido a buscar. Deposita toda tu atención en esta pequeña metáfora y trata de averiguar lo que te está sucediendo. Si el camino se cierra, volver hacia atrás solo te dará un nuevo comienzo, pero un nuevo comienzo no siempre es bueno. La marcha se detiene y el encierro te absorbe más, "la serpiente y su veneno jamás han sido encarcelados. El veneno de su boca es propenzo a herir demasiado, herir en el corazón de las buenas obras. La serpiente no se arrepiente y engorda con cada mordedura, pero si muerde en circulo, la herida será en su cola"
¿Y logró descifrar la metáfora?
No.
Quizá ahora estés pensando que elegiste mal, que esta página nada te dirá y has perdido gran parte de tu tiempo. ¿Qué harás ahora? Si fuera tú, seguiría por la página 58 pues, si has dado en esta página, no alcanzaste a comprender y ya quedan 11 minutos para que todo termine. Por cierto, gracias por los anillos de oro que dejaste en tu mesa de luz, son hermosos.
Lo que me cuenta me cuesta creerlo...
Yo aún no lo creo, pero así sucedió. No podía saber si los anillos de bodas estaban o no allí. Pero estaba seguro que esta persona estaba dentro de mi casa.
¿Que hizo?
Llamé a uno de mis guardias de seguridad. Le había dado Franco ese día, pero el teléfono celular estaba sin señal.
Claro, estaba dentro de la bóveda.
Estaba aterrado ya que en varias oportunidades, había leído que tenía un arma.
Si, aunque es algo obvio, no hay en el libro indicios de quien soy, ni que lo que vine a buscar te sea claro, te recuerdo que estoy armado y a estas alturas, debes saber que al menos estoy dentro de tu casa. Pero puedo seguir contándote lo que seguirá sucediendo. 9 minutos de narración, página 59. Te asusta esta situación ¿verdad? Tú has venido haciendo lo mismo que yo, solo que tus métodos son aburridos, carecen de estética, no son silenciosos y siempre dejas algo firmado a tu nombre. El que estafa es estafado, al menos, así debería ser. Conozco tu familía, tu círculo social y tus socios en el trabajo. Aunque no elegí ni elegiría a ninguno de ellos, ya que tú eres el único importante. Para que tengas una idea general, aquí está el listado de todo lo que me llevo de tu hogar:
1.Réplica de Picasso
2.Anillos de bodas
3.Tu automóvil
4.Collar de diamantes
5.ajedrez de cristal
6.Tu notbook
Piensas seguramente en cómo te sucedió esto y no entiendes nada.
¡Dime quién eres!
¿Cuántas veces le gritó?
No sé, muchas, pero no respondió.
Bien, aún falta algo en la lista, algo que aprecias con el alma, aunque no te costó mucho tenerlo y, si efectivamente la que llegó es tu prometida, será mejor que le pidas que se marche o la asesinaré, pues puede estropear todo.
¿Qué fue lo que hizo?
Me desesperé. Oí un automóvil. Oí como alguien dentro golpeaba mis muebles y una voz que gritaba:
¡La asesinaré! ¡La asesinaré!
Salí de la bóveda gritando. ¡Por favor déjala! ¡Ana vete de aquí!
Oscuridad.
¿Ya lo vieron los médicos?
Si.
Veamos entonces, el sujeto golpeó su nuca, usted quedó inconsciente. Se llevó el dinero de su bóveda y el vehículo que usted oyó ¿era su coche?
Si, el que compré hace tres meses.
¿No se dio cuenta que no era de su novia, sino el suyo?
A esas alturas, todo era muy confuso. El libro, todo lo que pasaba, él golpeó la puerta, bajó la llave de la electricidad, descolgó el Picasso.
¿Cómo pudo haberlo hecho con tanta sincronización?
Bueno, prácticamente parece imposible pero, cuando leí que se cortaría la electricidad, giré mi cabeza hacia las dicroicas, cuando leí que llamarían, mire el teléfono.
Entonces él lo ha vigilado en todo momento. Buscaba saber dónde estaba la bóveda y la forma de abrirla.
Sin libro, sin pistas. ¿Usted tomó fotografías al libro?
Sí, muchas, pero también se llevó mi celular.
¿Cuantos de sus conocidos saben que tiene una bóveda para su dinero?
Esta casa la compré hace un año, muchos saben de mi bóveda, aunque no se me ocurre nadie que se dedique a la escritura o pueda hacer algo así tan detallado.
¿En qué momento habrá ingresado en su casa? Esto me deja sin palabras.
Señor, disculpe.
Si oficial.
Encontramos esto en la cocina de casa, estaba dentro del mueble de cocina.
¿Mientras me lees? ¿Este es el libro?
No... el que yo tenía era diferente, tapa azul, tipografía castellar. ¿Qué dice?
El detective Walter Blass. En estos momentos debes estar en casa del senador Nelson Díaz, quien pagó más de 50 millones de dólares por un libro que inútilmente perdió.
Es él...
¿Qué? ¿Qué dice? Hombre, ¡lea en voz alta!
Estás interrogándole para encontrarme y la única pista posible está en tus manos. Al final del libro, hay documentación detallada con todo lo que Nelson Díaz estafó en los años 2008, 2009 y 2013 en todas las ocasiones a la ciudad, en obras públicas, tráfico de drogas e incluso prostitución. Con esas pruebas podrás dejarlo en prisión.
¿Qué es esta documentación? Esta es su firma, ¿su sello? ¡Explique esto!.... ¡Que no se marche! ¡Atrápalo!
¡Quiero mi llamada, quiero mi abogado! ¡No saben con quien tratan! ¡Es una trampa!
Llévenlo al móvil. Trataré con él después. ¿Pero quién es este sujeto?
... y mientras me lees, tu mundo gira y gira sin saber que estás leyendo algo que formará parte de tu vida, que será inolvidable para ti y tu hija.
Mal nacido...
...No pude ver los ojos de Díaz. Seguro que la expresión en su rostro fue esa que siempre hace al quedar al descubierto en algo. Más, es interesante saber lo que puede uno hacer si conoce cómo reaccionará una persona ante un hecho particular y si fuera tú, comenzaría por pensar primero: ¿qué hice para que este demente me escriba un libro personal?, y segundo, como soy una voz que ayuda a imaginar y pensar, y ahora tú eres mi lector, te haré una pregunta detective, porque si estás en casa de Díaz y tienes este texto en tus manos, ¿qué sucederá en tu vida mientras me lees?

D.L.R.Tuzzi