•GALARDONES• [Mini fanfic Brittana]

Invitación.

Santana tiró el móvil al suelo y tomó el rostro de la mayor bruscamente, para luego atacar sus labios y dejarlos de inmediato.

-Me tienes que llevar a casa, corriendo.-Dijo la menor.

Brittany bufó.

-¿Qué? ¿Por qué?.-Preguntó la mayor, tratando de encontrarse una vez más con los labios de la menor.

Pero la morena retiró levemente su cuerpo lejos de la rubia.

-Mi madre ya va para casa, si no estoy en veinte ahí, olvídate de que sigamos con esto.-

Brittany arrugó la frente y comenzó a bufar más fuerte.

Santana reviró los ojos.

-Estamos perdiendo tiempo.-Dijo jalando del brazo a la mayor.

-Ya voy.-Respondió la rubia, levantándose del asiento.

Ambas salieron de la acogedora cabaña y subieron al auto. Santana tomò el cinturón y lo cruzò por su torso, mientras Brittany encendía el auto con brusquedad y una notoria molestia. La menor lo notò y de inmediato sintió una pequeña racha de pena, al igual que la rubia estaba un tanto molesta por su repentino cambio de planes.

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Santana corrió la cortina de su cuarto cuando miró que Brittany se marchaba en su auto. Peinó su alterado cabello y quitó su blusa del colegio por una vieja que utilizaba para dormir. Desde el piso de abajo escuchó la puerta ser cerrada.

-¡Santana baja a comer!- Escuchó a su madre gritar e inmediato corrió escaleras abajo.

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Ambas, madre e hija, se encontraban sentadas en el comedor, degustando la comida rápida que su madre había comprado.

-¿Quién ha sido la chica que te dejó en la entrada?-

Santana que bebía de su vaso con agua, comenzó a atragantarse.

La señora López, como si su hija no se estuviera asfixiando con el agua, siguió cortando un poco de aquel filete de pescado para luego comerlo de un sólo bocado.

Cuando la morena al fin pudo respirar con normalidad, tomó la servilleta que posaba a un lado de su plato y secó la mojada mesa.

-Sigo esperando tu respuesta, Santana.-Dijo su madre mirándole fijamente.

La temperatura corporal de la morena había aumentado de un momento a otro, aun sentía un poco de aquella agua filtrarse por su garganta.

-Pasaré de largo por un momento el que me hayas mentido con que habías llegado temprano a casa y por ahora, estoy más intrigada en quien era la chica que te dejo en la puerta.- Volvió a decir la mujer.

Santana dejó la servilleta en su lugar.

-Su...su nombre es Brittany.-Susurró la morena.

La madre asintió.

-Y ¿Brittany que es de ti?- preguntó la mujer.

Santana no respondió por unos cuantos segundos, no porque siguiera nerviosa o porque tuviera miedo de lo que dijera su madre, simplemente porque ni siquiera ella sabía lo que la rubia era de ella. No era su amiga, no era su compañera de clase, no era su novia, prácticamente no era nada de ella.

-Ella es ...es ¿una conocida?-Exclamó la menor.

-¿Me lo preguntas a mí? Se supone que ya debes saberlo, si tienes la confianza de que te traiga a casa.-