buenos días(encuentros con un extraño #8)

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Sus muslos se tensaron bajo mis palmas y supe que estaba cerca de perder el control y dañarme la garganta así que lo deje salir de mi boca y deje un rato descansar mi mandíbula para jugar con a los alrededores mis manos apretando sus muslos para luego empezar a dejar besos de mariposa en sus testículos.
Mientras lo hacia mire hacia arriba. Dmitri ya se había dado por vencido

Antes de que lo llevara a mi boca de nuevo Dmitri me puso de pie

Ah,no Emma- dijo sonando pícaro -ya tuve suficiente de tu descarada boca-

Arquee la ceja

-solo por ahora- respondió a mi pregunta no formulada

-ahora me voy a dedicar a doblarte sobre esta encimera y posteriormente a follarte hasta que no puedas hablar

Sus solas palabras me hicieron estremecer

-date la vuelta- dijo y yo me gire para quedar de espadas a él

Se deshizo de la bata dejándola a mis pies y presionó sus labios gentilmente contra mi hombro

Suspire y me encogi cuando su mano fue a la parte de atrás de mi cuello y presiono suavemente hacia adelante y mientras yo me inclinaba hacia la encimera su mano bajaba por mi espalda haciéndome arquear. Una vez estuve recostada sobre el mármol me estremeció por el contraste de la fría superficie con mi piel cada vez mas caliente por el toque delicado y amoroso Dr Dmitri

Lo sentí acariciarse a si mismo entre mis pliegues y luego su toque se había ido pero solo unos instantes después sus dedos estuvieron recorriendo mi hendidura y gemi

-al parecer a alguien le gusta mucha jugar con la cordura ajena- dijo mordaz, mientras se inclinaba sobre mi el calor de su cuerpo irradiando sobre mi espalda y aumentando mi propio calor -¿y si yo juego contigo?- pregunto

Eso me ponía en jaque.

Quería jugar pero no ahora. Ahora estaba mas que lista para recibirlo en mi interior.

-Dmitri...- advertí, dije su nombre sin molestar me en ocultar toda la necesidad que se había despertado en mi

-que pasa si...- dejo sin terminar la frase y antes de que pudiera reaccionar a la ausencia de su cuerpo sobre el mio sentí su lengua pasar vorazmente por mis pliegues

-dios!- gemi prolongadamente mientras su lengua me recorría y luego se presionaba fuertemente sobre mi clítoris para luego empezar a dibujar círculos

Mis rodillas se doblaron y me aferre al borde de la encimera. Me aparte un poco para ver a Dmitri sentado en el suelo su espalda un poco lejos de la alacena, su cara entre mis piernas,sus ojos mirándome y cuando mire sobre mi hombro al resto de su cuerpo, Dmitri tenia un pierna estirada y la otra doblada. Sentí una de sus manos amasar una de mis nalgas y antes de que pudiera preguntarme sobre el paradero de la otra la encontré acariciando su aun palpitante erección a un ritmo mas lento al que movía su lengua.

Me iba a desmayar

O así se sentía cuando las sensaciones se volvieron demasiado para mi pobre cerebro y deje caer mi torso sobre la encimera mis caderas presionándose mas contra la ávida lengua de Dmitri muestras mi cerebro gritaba basta.

Explote en un caleidoscopio de infinitos colores

-es mi turno- susurro él en mi oído
Y antes de que pudiera hacer algo sentí la punta tentar mi entrada y luego las manos de Dmitri tomas mis codos y casi juntarlos hasta se se tocaban
Levanto mi torso mientras me penetraba con un empuje

Gemimos al unisono

Dmitri ni siquiera se molesto en tentarme empezó a penetrante con fuerza usando su agarre en mis codos como palanca.

Mi cabellos se zarandeaban con la fuerza de sus empujes al igual que mis senos.

Breves gruñidos empezaron a brotar de su garganta mientras yo intentaba refrenar la imparable explosión que Dmitri estaba avivando en mi interior

Mis gemidos y jadeos se oían entre cortados por la forma salvaje en que Dmitri se empujaba dentro de mi una y otra vez.

-Emma...- mi nombre en aquel tono profundo y demandante fue mas que suficiente para que no pudiera detener por un segundo mas la ráfaga de placer que se apoderó de cada centímetro de mi cuerpo

El rugió algo ininteligible y con un ultimo empuje se dejo ir sus dientes clavándose en mi hombro

-quien sea que dijo qe cocinar ni era divertido. No tenían a alguien como tu- Dmitri se escuchaba sin aliento y mi risa se mezclaba con l tos cuando yo tampoco podía coger aire suficiente pata llenar mis pulmones

-buenos días, por cierto dije con una sonrisa satisfecha






Fantasías prohibidas de una típica chica (FP#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora