Capítulo 5

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-Dijiste que llamarías en la noche-sirvió dos tazas de té-No esperaba que vinieras.

-Si quieres me voy...

-No, tranquilo.-me dio una de las tazas-¿Puedo saber el por qué de tu visita?

¿Qué se supone que diría? ¿Vine porque en mi casa hay un falso Paul que me hace sentir mal diciendo cosas ciertas? ¿Ofendí al nuevo Paul McCartney diciendo que solo es una imagen para el público?

-Sólo quise visitarte-Di un sorbo a la bebida para tragar mi propia mentira.

-Oh, que lindo...¿Los ingleses siempre son así de espontáneos?

-No lo creo. Yo soy uno en un millón-Le guiñé el ojo y reí.

-Me sigue sorprendiendo el hecho de que no tengas esposa ni pareja.

A nadie le hace daño una mentirita piadosa... ¿O ?

-Aún no encontré alguien afín...Soy un tipo complicado ¿Sabes?

-¿Ah si? ¿Quién te dijo eso?

Paul cuando peleábamos...Aunque sabía que no lo decía en serio.

-Algunas personas.

-¿Cómo quiénes?

-No lo sé...Gente que debo olvidar...

-¿Por qué?

-¿Tú también quieres psicoanalizarme?

-Lo siento.

-No es nada. ¿Cómo va la exposición en la galería?

-La cerraron...Dijeron que "no llamaba la atención"

-Idiotas. La mayoría de los críticos no saben nada de arte, son solo tipos estirados con traje y un diploma de una universidad de artes plásticas, que creen que pueden juzgar cualquier obra. El arte no se aprende en libros, querida Yoko.

-Muy cierto.

Hablamos hasta tarde, esta mujer es encantadora. No es linda, debo admitirlo, pero tiene tal inteligencia y sabiduría que me cautiva. Tenemos mucho en común, y eso es raro ya que muchos me tildan de loco y anarquista por mis ideas.

¿Será que me estoy enamorando de ella?

¡No puede ser! Yo aún amo a Paul.

¿Cierto?

Maldita sea, ni siquiera de qué está hablando ahora. Me limitaré a asentir con la cabeza.

-¿Tú qué opinas?

-Eh...No tengo conocimiento sobre el tema.

-¡Pero si tú empezaste a hablar de eso!

Mierda.

-Me perdí en mis pensamientos unos minutos-admití-Lo siento.

-No te preocupes. ¿En qué pensabas, si se puede saber?

-Pues...ya sabes. Cosas que...te hacen pensar.

No sirvo para esto. Renuncio.

Ella rió.

-Es algo tarde. ¿Gustas quedarte a cenar?

-Sí-sonreí-Te ayudo con esto.

Levantamos las cosas que habíamos usado y las llevamos a la cocina. Cocinamos unos arrollados de arroz y pescado, ya que ella insistió en que la comida de Japón me gustaría. Sushi, dijo que se llamaba. Estaba delicioso.

Me contó sobre su ex-esposo y su hija, de la misma edad de Julian. Se llamaba Kyoko, y estaba luchando por poder verla.

-Debe ser duro.Ojalá nunca me quitaran a mi...

Me detuve en seco. ¡Casi le digo sobre mi familia!

-¿Tu qué?

-A mi hijo. Digo, si lo tuviera.

Paul odiaba que mintieras...

No hubo ningún silencio incómodo en toda la noche, hablábamos de muchísimas cosas. Como a las dos de la mañana tomamos café en la sala... Y pasó.

Esa noche nos dimos nuestro primer beso.

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A pesar de lo tarde que era decidí volver a casa. Había luna llena, y estaba tan cerca que parecía que podría tocarla si me ponía en puntas de pie. Hacía algo de frío, pero sentía un agradable calor en el pecho que se extendió y me envolvió todo el cuerpo como una manta. No había ni un alma, ni un automóvil. Solo unos grillos me hacían compañía, y eso me daba tranquilidad.

Llegué a casa silbando. Saqué mis llaves y abrí la puerta. Todo estaba oscuro, lo cual tenía sentido, ya que eran las tres y media de la mañana. Cerré la puerta y avancé por el pasillo.

La luz se encendió de golpe y casi se me cae el alma al suelo al ver a William sentado en mi sillón de lectura, cruzado de piernas con expresión seria.

-¿Dónde has estado?

-¿Qué te importa?

-¡Me importa mucho! ¡No puedes irte así nada más dejándome solo con Julian! Tienes suerte de que sepa cuidarlo ¿qué clase de padre eres?

-¡Deja de meterte en mi vida! ¡¡Estoy demasiado feliz como para que vengas a arruinarlo!! Porque eso es lo que haces...¡¡Arruinas todo!!

Se quedó en silencio unos segundos. Miró el suelo y metió los labios.

-¿Por qué estás tan feliz?

Mi enojo era muy grande en ese momento, por lo que no me contuve en decir:

-¡¡Estoy enamorado!!

Faul [McLennon] Where stories live. Discover now