PROLOGO

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Brandon.

El ruido del motor significaba que estábamos en marcha, la música salida del pequeño radio conectado al vehículo no dejaba de retumbar en mis oídos, y los baches que se cruzaban en el camino, me obligaban a apartar la cabeza de la ventanilla.

Mason, mi mejor amigo tenía la tarea de conducir, él perfectamente sabía que yo tendría la cabeza en otros asuntos, lo cual no sería bueno si queremos seguir con vida. Nos habíamos mudado en busca de una "mejor vida", pero ambos sabíamos que eso solo era una pequeña parte de la verdad que nos incitaba a salir huyendo.

Aún podía sentir el escozor de las heridas gracias a la sangre, aún podía sentir el sabor del metal impregnándose en mi boca, pero sobre todas las cosas que podía y no sentir estaba ella, sus labios contra los míos en una falsa despedida, que era más por lastima que amor. Y eso me llenaba de rabia, porque yo seguía amándola.

- Hey no pienses en ella. - dijo Mason adivinando mis pensamientos

- No es solo ella. - mentí.

- Sí, ajá, como no. - Reí para mis adentros, este chico me conocía mejor que yo mismo.

- Eres la única persona que me ha apoyado.

Y era cierto, mis padres no querían saber nada de mí, mis demás familiares me repugnaban, y el que había creído que era el amor de mi vida resultó alejándose de mí por el simple hecho de ser yo, quería cambiar, quería destruir a el viejo Brandon, pero muy en el fondo seguiría siendo yo.

- No digas eso, ya verás que dentro de poco conocerás a alguien que de verdad te aprecie, y ya no seré el único. - intentó animarme.

"Eso esperó"

BE MY EYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora