- Yuuki no fue tu culpa-con cuidado la ayudó a levantarse de la cama-. Sabes que te sigo queriendo igual que siempre.

-Yo también te quiero, pero hay algo que ya no es igual en mi-Yuuki se dio la vuelta para quitarse la ropa-. Puede que al verlo ya no quieras tocarme como antes-Kouha no comprendía lo que quería decir la chica hasta que se giró y vio la gran cicatriz que atravesaba su estómago-. Él ni siquiera llegó a tocarla porque le daba asco. Me lo repetía todos los días-Kouha se acercó hasta la chica que apartó la mirada. Para su sorpresa se arrodilló ante ella y beso la cicatriz-. ¿Kouha que...?

-Para mí siempre serás la mujer más hermosa del mundo-abrazó el abdomen de la chica que se había quedado totalmente sorprendida ante su reacción-. No me puedo hacer una idea de todo lo que sufriste, pero sé que eres fuerte y valiente y, esta cicatriz me lo demuestra.

Unos golpes interrumpieron la conversación de la pareja. Asustada Yuuki se volvió a vestir mientras Kouha se acercaba a la puerta para abrirla. Al otro lado estaba Reirei con una amplia sonrisa que les informó que la cena ya estaba lista.

-En seguida bajamos-el chico se giró hacia Yuuki que todavía estaba confusa por su reacción-. Vayamos a cenar.


-Yuuki sama estamos tan contentas de que por fin este de vuelta-las tres magas la habían abrazado en cuanto había aparecido por la puerta-. Kouha sama lo estaba pasando tan mal.

-Dejadlo ya las tres-las apartó de la chica que se reía ante los exagerados comportamientos que siempre tenían las magas-. Yuuki necesita comer y descansar.

-Si, Kouha sama-las tres se pusieron a servir la comida con amplias sonrisas-. Les volveremos a preparar el baño.

- ¿No os ha dado tiempo a bañaros? -Koumei los miró con una sonrisa pícara en el rostro-. ¿Os estabais reencontrando después de tanto tiempo?

-Hemos estado hablando-Kouha notó la reacción de la joven que agachó la cabeza para intentar concentrarse en la comida, pero la mano le temblaba levemente.


-Si necesitan cualquier cosa llámennos-las brujas se despidieron de la pareja con una amplia sonrisa y la gran alegría de volver a ver a Yuuki.

Habían decidido que era mejor ayudarla a bañarse, pero como siempre la chica se había negado a dejar que la ayudaran, aunque ahora sus motivos eran muy distintos. No quería que nadie viera la cicatriz, pues durante aquel año ese hombre la había dicho tantas veces el asco que daba, que ahora solo de mirarla quería arrancársela.

Kouha la ayudaría en su baño, pues se había negado rotundamente a dejar que se bañase sola estando todavía tan débil y cansada. La joven se metió en la bañera lo más alejada que pudo del chico. Tenía miedo del contacto físico, pero al mismo tiempo quería estar cerca suyo.

El príncipe era una persona impaciente, pero sabía que en aquel caso debía actuar con cuidado, por lo que cogió la esponja que la chica tenía entre las manos.

- ¿Qué haces? -preguntó sorprendida y con un leve temblor en la voz.

-Lavarte la espalda-el chico se acercó a ella y comenzó a frotarle con la esponja-. Es mi deber ayudarte en tu baño- quería sonar seguro de sí mismo, pero le costaba al notar como el cuerpo de Yuuki se encogía cada vez que la rozaba.

-Kouha no hace falta...

-Por favor, no me rechaces-angustiado apoyó la frente en la espalda de la chica-. Sé que no podrás ser la misma de antes, pero no me alejes de ti. Por favor.

-Lo siento-se giró hacia el chico que mantenía la cabeza agachada-. Pero después de...-se aclaró la garganta-. Me cuesta un poco dejar que me toquen.

Conquistando al Imperio Kou  (Magi the Labyrinth of Magic) [En pausa]Where stories live. Discover now