Capítulo 10

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 Aquella noche cuando todos en la ciudad dormían cuatro figuras encapuchadas se movían entre las sombras. Sigilosas y siempre atentos por si alguien los veía, pues aquella pequeña comitiva llamaría demasiado la atención de personas indeseadas.


-Ya casi llegamos-susurró Kouha al oído de Yuuki que tenía que apoyarse continuamente en él porque todavía se encontraba débil tras su larga huida por el frio territorio de Imuchakk, pero también por las drogas que le había dado Koumei-. Meihou abre - una puerta semi escondida en una pared se abrió sin hacer ruido.

-Entrad-ordenó Kouen impaciente por ocultar a la chica que parecía a punto de colapsar otra vez. El interior era cálido a pesar de la fría noche que hacía en el exterior-. ¿Has asegurado el edificio?

-Si Kouen sama-respondió el subordinado de Kouha que esperaba al lado de la puerta con un candil-. Los soldados que vinieron en el barco ya han asegurado todo el lugar y ahora descansan en el barco. Nadie sabrá que están aquí-su mirada se movió hacia la persona encapucha que estaba detrás de Kouha. Todos los subordinados de Kouha estaban ansiosos por encontrar a la chica, pues no solo era la esposa de su príncipe, sino una amiga que había luchado con ellos desde el principio.


Los cinco subieron por una estrecha escalera hasta lo que parecía un amplio salón con una larga mesa y seis sillas a su alrededor. El resto del espacio apenas tenía muebles, pero lo que más llamaba la atención era la falta de ventanas del lugar.

Allí les esperaban las tres magas subordinadas de Kouha, con amplias sonrisas en sus rostros.

-Bienvenidos-dijeron al unísono-. Las habitaciones están listas y hemos preparado las bañeras para que se puedan relajar.

-Si lo desean también podemos preparar algo de cena-dijo Junjun.

-Estoy hambriento-dijo Kouha-. Avisadnos cuando esté preparado.

-Si, Kouha sama-las brujas vieron como los cuatro encapuchados se retiraban a sus habitaciones-. ¿Es ella? -las chicas se giraron para mirar a Meihou con la ilusión pintada en sus rostros.

-No lo sé, no pude ver su cara, pero creo poder afirmar que por fin está de vuelta- emocionadas se dispusieron a preparar la cena.


- ¿Estás bien? -la chica se había tumbado en la cama nada más entrar en la habitación. Su rostro estaba muy pálido y tenía unas pronunciadas ojeras.

-Solo un poco cansada-el pelirosa la miro dudoso, pues parecía que en cualquier momento se desmayaría-. No te preocupes y ve a darte un baño.

- ¿No quieres bañarte conmigo? -instintivamente la chica se abrazó quedándose en pose fetal-. Estando tan débil, no sería bueno que te bañases sola.

-Yo...no se...-con dificultad se incorporó hasta quedarse sentada en la cama-. Kouha, yo...-el chico la miraba interrogante-. No creo que sea buena idea-la decepción se vio dibujada en los ojos del príncipe-. En estos dos años han pasado muchas cosas...

-Yuuki sé porque te quería ese hombre-se arrodilló ante la chica-, y aunque odie tener que aceptarlo, me imagino lo que te hizo-la chica apartó la mirada ocultando su rostro con el cabello que le caía suelto. Sentía tanta vergüenza que solo de pensar en estar con Kouha como antes le parecía casi imposible, pero al mismo tiempo deseaba que la envolviera entre sus brazos para poder sentirse segura y feliz.

-Kouha-las lágrimas recorrían su rostro-. Yo no quería...- ella se intentó apartar del chico, pero Kouha no se lo permitió. No quería perderla de nuevo.

Conquistando al Imperio Kou  (Magi the Labyrinth of Magic) [En pausa]Where stories live. Discover now