Capítulo 2

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El día de la boda el palacio imperial fue un auténtico caos de gente que corría por todas partes para tener todo preparado para la celebración de aquella tarde. Las voces de los encargados de organizar todo el evento se escuchaban por todos los pasillos del inmenso lugar y eso conseguía que la joven pareja se sintiera cada vez más nerviosa por lo que estaba a punto de suceder y por cómo podría cambiar su futuro.


Yuuki había sido obligada a levantarse casi al amanecer y desde ese momento cientos de manos la llevaban de un lado al otro de la habitación preparándola para el momento que tendría lugar aquella tarde.

-Cielo creo que tendríamos que hablar -durante media hora la habían dejado descansar y poder comer y descansar-. Después de la boda os llevaran al palacio donde Kouha y tú viviréis con los demás príncipes, ya que nosotros no tenemos ningún castillo-Yuuki no sabía a donde quería llegar su madre con aquella conversación-. Esta noche tendrás...

-Mamá por favor, dime que no quieres hablar de mi noche de bodas- la chica notaba como le ardían las mejillas al pensar en ello-. Ni siquiera sé si tendré una noche de bodas.

-Pero que tonterías dices hija. Esta noche tendrás que cumplir con tu marido y con tu deber como nueva princesa imperial. Además, según la ley del Imperio, si no cumplís con vuestro deber marital la primera noche el matrimonio será nulo.

-Por favor, dejemos este tema de conversación-suplicó la chica. No se podía imaginar hablando con su madre de ese tema. Era cierto que alguna vez había pensado en cómo sería su primera vez con Kouha, pero siempre creyó que eso pasaría porque ellos querían y no que se verían forzados a hacerlo para cumplir con los votos matrimoniales. Además, últimamente habían tenido varios momentos íntimos cuando habían estado solos, pero jamás pasaron más allá de unos besos más intensos de los normales-. Si continuamos con este tema de conversación no podre mirar a Kouha a la cara- la mujer asintió no muy convencida.

- ¿Pero no tienes ninguna duda sobre...?

- ¡Mamá!

-Está bien no insistiré, ya que es bueno que descubráis ciertas cosas juntos, pero toma esto-la mujer le ofreció una preciosa flor blanca-. El té que tomaste ayer y el de hoy son de esta planta-el olor era embriagador y le provocaba una sensación de serenidad-. Se que ninguno de los dos tiene planeado todavía tener hijos. Toma una infusión de esta planta todos los días y así lo evitarás-Yuuki la miró sorprendida-. Hazme caso, si vuestros planes son seguir con la conquista del Imperio Kou no querrás tener que quedarte en el palacio por culpa de un embarazo al igual que le pasó a Mizuki.

-Gracias mamá-las sirvientas volvieron a entrar a la habitación para poder terminar de prepararla.


Junjun, Reirei y Jinjin miraban como su joven amo paseaba sin control por la habitación. Estaba muy nervioso y eso conociéndole no podía ser bueno.

-Kouha-la voz de Kouen le sorprendió-. Tenemos que ir al salón de ceremonias-el chico se preparó para seguir a su hermano mayor. Fuera les esperaba Koumei con una amplia sonría-. Kouha cuando la celebración termine os llevaran al castillo donde viviréis con nosotros. Vuestra habitación ya está preparada-Kouha asintió, aunque ya había supuesto que vivirían allí, porque él no disponía de ningún castillo y Yuuki no tenía ningún título real-. ¿Kouha...tienes alguna duda? - el chico le miró confuso, ¿sobre qué debería tener dudas? Koumei estaba conteniendo la risa por la cara de confusión que estaba poniendo su hermano pequeño y por el gran esfuerzo que esa conversación le estaba costando a Kouen.

- ¿Dudas sobre qué? -finalmente preguntó el joven. Koumei no lo pudo aguantar más y estalló en carcajadas, recibiendo una amenazante mirada de Kouen-. ¿Qué es tan gracioso? - Kouha estaba muy confuso por el comportamiento de sus hermanos, pero lo bueno es que se había olvidado de lo nervioso que estaba por su inminente boda.

-Kouen quiere saber si tienes alguna duda sobre tu noche de boda-la cara de Kouha se puso totalmente colorada. No había pensado en su noche de bodas con Yuuki-. Si quieres podemos ayudarte dándote algún consejo-Kouha notaba como su rostro ardía de la vergüenza. Era cierto que de vez en cuando pensó como sería su primera vez con Yuuki, pero nunca creyó que sería de una manera tan precipitada, sino en alguno de sus viajes juntos y sin tener a todo el Imperio pendiente. Ya habían tenido algún intento de hacerlo, pero siempre se detenían antes de pasar más allá de unos besos un poco subidos de tono-.Como es vuestra primera vez lo más importante que tienes que recordar.....-el peli rosa no sabía cómo podría mirar a Yuuki después de escuchar todo lo que su hermano le estaba contando-.Antes de llegar a eso podéis intentar lo que se llaman lo preliminares para así relajaros y excitaros...-su hermano siguió con aquella conversación hasta que llegaron cerca de la sala de ceremonias. Lo peor era que de vez en cuando se escuchaba la voz de Kouen que añadía algún detalle a los consejos de Koumei- Una vez Rina hicimos...-la mente de Kouha giraba en un mar de confusión y vergüenza al imaginarse todo aquello con Yuuki.

-Kouha ¿estas bien? -la voz del general Dainu le hizo darse cuenta de donde estaba-. Estas muy colorado.

-Serán los nervios-dijo Koumei-. No todos los días te casas con la chica que amas.

-Si sigues diciéndole esas cosas vas a conseguir que colapse-Kouen llevó a su hermano hasta donde estaba el sacerdote junto al Emperador y Gyokuen, detrás de ellos esperaban las princesas elegantemente vestidas y más atrás Hakuryuu con su hermana Hakuei.


Casi todos los asistentes a la celebración eran altos cargos del Imperio Kou o enviados de los países con los que tenían algún tipo de amistad. Aunque en aquel momento a Kouha no le importaba quienes eran las personas que estaban a su alrededor, solo podía pensar en todo lo que Kouen y Koumei le habían dicho, porque esa noche se suponía que tendría que poner en práctica sus consejos, pero ¿y si Yuuki no quería? La ley del Imperio les obligaba a hacerlo para que el matrimonio fuera valido, pero no quería que ella se viera forzada a hacer algo que no quería.

Las puertas se abrieron dejando pasar a la madre de Yuuki vestida elegantemente y tras ella apareció la chica cogida del brazo de su padre. Estaba preciosa con un preciso kimono rojo y con adornos dorados; su pelo estaba recogido por varios adornos, entre ellos un precioso pasador, que Kouha recordó que se lo había regalado a la chica en su último cumpleaños.

Dainu le entregó la mano de la chica que temblaba débilmente. Sus ojos cristalinos mostraban lo nerviosa que estaba con aquella situación, ya que ahora mismo eran el centro de atención de todos los presentes y eso nunca les había gustado.

-Gracias al poder que me ha otorgado el Emperador Koutoku me dispongo a unir en matrimonio al Tercer Príncipe Imperial Ren Kouha, con la hija del General Imperial Dainu- la pareja se miraba fijamente a los ojos sin terminar de escuchar lo que aquel hombre decía-.Con esta bebida pido que esta joven pareja sea afortunada en su largo matrimonio-Kouha cogió el vaso que le ofrecía el hombre para beberse el contenido que resulto ser amargo; unos segundo después Yuuki hizo lo mismo, poniendo cara de desagrado por el sabor-.Con este lazo unimos vuestros destinos-juntaron sus manos para que el hombre pudiese pasar la cinta roja por sus muñecas y le hiciese un pequeño nudo dando por finalizado el ritual-.Os presento a la señora Ren Yuuki, esposa del Tercer Príncipe Imperial, Ren Kouha-los presentes aplaudieron.


Al finalizar la ceremonia los invitados fueron a la sala donde ofrecerían el banquete, mientras Yuuki era arrastrada otra vez a su habitación para cambiar su vestido por uno rosa claro con adornos también dorados y soltar su larga melena, para realizarle otro peinado.

-Estoy tan feliz-su madre entró seguida de las princesas y Gyokuen.

-Es un momento tan emotivo ver como tu hija se casa-Gyokuen la abrazó-. Aunque seáis tan jóvenes, seguro que tenéis una vida llena de felicidad-Yuuki sonreía forzadamente a la mujer, nunca le había dado buena espina y sabía que algo ocultaba.

-Gracias- susurró.

-Es hora de que vayamos al banquete-dijo su madre que no podía parar de sonreír.

Conquistando al Imperio Kou  (Magi the Labyrinth of Magic) [En pausa]Where stories live. Discover now