Escucha alguien gritando su nombre de forma escandalosa y estúpidamente ridícula. Recorre con la mirada el anfiteatro lleno de gente y tropieza con la figura tambaleante de su compañero en la estación de radio. ¿Cuál es su nombre? ¿Jason?

- ¡Becaw! ¿Me engañan mis ojos o te has convertido en una Barden Bella?

- No – contesta con una ligera sacudida de cabeza.

- Eres una de esas chicas a cappella, yo soy uno de esos chicos a cappella, y vamos a tener aca-niños. Es inevitable – dice él arrastrando las palabras.

- Estás muy borracho ahora, no creo que vayas a recordar nada de esto mañana.

- No estoy borracho, estás borrosa – se defiende él.

- ¿Estás bien? – inquiere Beca, riéndose muy a su pesar. No puede evitarlo, esa réplica ha sido buena, quizá incluso se la coja prestada.

Se sigue metiendo con el nuevo Treblemaker, aprovechándose del alcohol que corre por sus venas y que hace que los comentarios sarcásticos y – a veces – ofensivos de Beca, parezcan amistosos y bromistas. Cuando el joven pregunta si le puede traer una bebida, la DJ vuelve a mirar a la masa de cantantes de a cappella que se ha formado en el centro del anfiteatro y asiente con rapidez, va a necesitar ingentes cantidades de alcohol para soportar esta fiesta y salir de ella con un mínimo de sanidad mental.

Observa a... ¡Jesse!, sí, se llama Jesse. Observa a Jesse saltar de grada en grada con ligero temor, porque por mucho que diga que no está borracho, la forma en que se bambolea indica todo lo contrario. Le dice que tenga cuidado, y está a punto de añadir que, por favor, vaya por las escaleras como una persona normal y corriente; cuando un borrón pelirrojo que huele a una mezcla de vodka y zumo se abalanza sobre ella con un saludo jadeado.

Dos manos calientes agarran las suyas – siempre frías – y tiran de ellas hacia... Oh, sorpresa, Chloe. A la morena se le escama una exclamación ahogada de susto cuando se ve cayendo hacia delante, hacia la co-capitana de las Bellas. Su co-capitana.

- Estoy tan contenta de que nos hayamos conocido – confiesa Chloe con la voz impregnada de emoción y unos cuantos vasos de cubata.

Si Beca ya está tensa por el susto de casi caerse encima de la pelirroja, se tensa todavía más – imposiblemente más – cuando ve que Chloe cierra el poco espacio que queda entre ambas y apoya su frente contra la de la morena.

«¿Qué hace? ¿En qué está pensando? ¿Acaso está pensando?», grita Beca mentalmente, al borde de entrar en pánico. Su aliento acaricia los labios de la DJ y esta puede sentir, físicamente sentir, cómo su cerebro se cortocircuita y deja de funcionar. Casi espera que empiece a salirle humo de las orejas y huela a chamusquina.

- Me da la impresión de que vamos a ser muy buenas amigas – murmura Chloe.

Se separa, asintiendo, y Beca recupera las riendas de su cuerpo. Más o menos. Lo suficiente para no quedarse babeando como una tonta pensando que la pelirroja la iba a besar.

- ¿Ah, sí? Bueno, me has visto desnuda así que... - puntúa sus palabras con un guiño y una sonrisa torcida. Nunca fallan a la hora de conquistar corazones.

Chloe, sin embargo, sonríe ampliamente y sus ojos se iluminan como si alguien acabase de encender bombillas detrás de ellos. Y Beca se da cuenta de que la que está siendo conquistada poco a poco es ella misma y no la pelirroja.

Mmm... Mierda.

La co-capitana de las Bellas se separa – la DJ reprime el grito de "gracias a Dios" que lucha por escapar de su garganta –, frota los brazos de Beca como si quisiese que entrase en calor, algo no muy descabellado teniendo en cuenta lo heladas que tiene las manos – tenía, porque Chloe se las ha calentado un poco al sujetarlas entre las suyas.

How many more shots (until you're rolling?)Where stories live. Discover now