-Chapter 1-

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Alex P.O.V

Hacía una mañana perfecta, aún estando en verano corría una leve brisa, el sol se tornaba sobre mí, más brillante que nunca y es que hoy, después de dos agotadores años de bachillerato, de los cuales el último lo pasé en la escuela de arte y diseño de mi ciudad, por fin era universitaria, producción musical, quién me iba a decir a mí que después de estar completamente segura durante tres años de estudiar psicología, iba a acabar ahí.

Me incorporé y cerré la ventana de mi habitación, era la hora.

Rubius P.O.V

Me desperté sobresaltado al notar el húmedo hocico de Raspberry en mi mejilla, miré al frente con los ojos entre cerrados, otra vez me había quedado dormido encima del teclado mientras editaba, necesitaba recuperar las horas de sueño perdidas estas últimas semanas, las cuales fueron una locura, la familia, la grabación de video blogs y la posterior edición de estos, sin contar las horas de viaje, me habían privado de dormir. Me encantaba Noruega, pero siempre que iba acababa agotado.

Me estiré aún sentado en la silla mientras mi gata ronroneaba en mis piernas, le puse la palma de la mano en la cabeza mientras esta pasaba todo el cuerpo por ahí, bajándose posteriormente.

Miré la hora en mi ordenador mientras me levantaba, las 12.00 de la mañana, o más bien, de la tarde, me rasqué la nuca mientras caminaba hacia la cocina, di de comer a las gatas mientras intentaba despertarme con una taza de colacao en la mano, ya que odiaba el café.

Me senté en el salón revisando mi móvil, demasiadas conversaciones, me centré en contestarle a Mangel, ya que esta tarde iba a venir a mi casa para jugar a videojuegos y comer como dos locos.

Alex P.O.V

Después de comer con mis amigas, con quienes había quedado para despedirme antes de irme a mi futura universidad, o más bien, actual universidad, ya que hace menos de una semana había llegado una carta a mi casa comunicando que la Universidad Complutense de Madrid me había aceptado como alumna, subí a mi casa para organizar las últimas cosas antes de irme, mi mejor amiga, Alba, y yo habíamos conseguido alquilar un ático en Gran Vía por menos de lo que podríamos haber soñado, tras cerrar la maleta y colocarla junto a las demás en la entrada, mi móvil comenzó a sonar,

- ¡Menos de una hora Alex! - aparté el teléfono de mi oreja mientras mi amiga gritaba como una loca.

-¡Menos de una hora Alba! - repetí, con el mismo o incluso más entusiasmo que ella, ya que desde pequeña, soñé con vivir en la Capital.

- ¿Cuántas maletas llevas? - preguntó preocupada - porque yo llevo como unas 5 y tengo miedo de que no me dejen pasarlas todas, imagínate que tengo que quedar aquí la mitad de mis queridísimos zapatos... ¡O de mi ropa! - dijo angustiada, mientras yo reía por lo bajo, desde pequeña, siempre se interesó por ir a la moda -¿¡Entiendes la gravedad de la situación verdad!?

- Alba, tranquila, yo llevo unas 3, si quieres podemos repartirnos las tuyas, cuatro cada una - dije mientras terminaba de peinarme, se escuchó un suspiro de alivio por la otra línea

- Eres la mejor Alex, no sé qué haría sin ti - dijo en un tono más tranquilo - Oh, sí, no irme a vivir a Madrid en... - paró un momento a mirar la hora, o eso parecía - ¡45 minutos exactos!, ¡mueve el culo Alex, te veo allí en 20 minutos!, ¡Te quiero! - dijo, cortando la llamada, dejándome con la palabra en la boca, miré a mi madre mientras esta reía

- Alba no va a cambiar nunca, ¿verdad? - dijo, pasando por mi lado para coger la chaqueta, era hora de irse y yo aún no me lo podía creer.

Después de despedirnos ambas de nuestros padres, subimos al tren, no sin antes recibir los abrazos rompe costillas de última hora por parte de nuestras respectivas madres.

Una vez sentadas, nos miramos, ansiosas de empezar nuestra nueva vida, por fin íbamos a ser verdaderas universitarias.

Casi cinco horas después, de las cuales 2 las pasé durmiendo y las tres restantes haciéndole fotos a mi amiga mientras dormía, llegamos a la estación de Atocha. Tras estar casi veinte minutos intentando conseguir un taxi, llegamos a la puerta de nuestro nuevo portal.

- ¿te lo puedes creer?, ¡estamos aquí! - Grito Alba, abrazándome por la espalda, mientras yo revolvía todo mi bolso en busca de las llaves, las cuales nos las había mandado la casera dos días antes.

- Joder, no las encuentro - empecé a ponerme más nerviosa aún, donde las habría metido. - ¡aquí estáis! - Dije con alegría, mientras las sacaba, la puerta se abrió revelando a dos chicos, uno alto, delgado y de pelo rubio, el otro, casi de la altura del primero, moreno y un poco más ancho, andaban completamente distraídos, sin darse cuenta de nuestra presencia hasta que el rubio chocó conmigo.

- Wow, lo siento - dijo, mientras levantaba la vista, haciendo que nuestras miradas se conectaran.

- No.., no pasa nada - dije, mirando al suelo, mientras toda la sangre de mi cuerpo se acumulaba en mi cara.

- Me llamo Rubén, y ese de ahí atrás Mangel, ¿eres nueva? - Preguntó, sin dejar de mirarme, levanté la vista, pero esta vez, evitando sus ojos.

- Yo soy Alex, y ella Alba - vi como se percataba por primera vez de la presencia de mi amiga - y sí, somos nuevas.

- Os deseo una buena mudanza muyayas, ya nos veremos - dijo, mientras nos sonreía a ambas.

- Lo mismo digo - dijo su amigo, con un notable acento, mientras también nos sonreía. Alba y yo simplemente les sonreímos mientras se iban.

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Primer capítulo, espero que os guste, besoooooos <33

los hechos de la novela se basarán en hechos reales de la vida de Rubius, pero desordenados, según pueda enlazarlos con la historia.

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Neighbors · rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora