La nota no estuvo en ningún libro, sino en el cubículo que siempre ocupaba.
Querida Layla,
Me he sentado aquí un momento para sentir lo mismo que tú ante esta hermosa vista.
Tengo que admitir que tienes buen gusto. ¿Y cómo no lo iba a tener una chica tan inteligente como tú?
Secretamente,
El anónimo de la biblioteca.
ESTÁS LEYENDO
El anónimo de la biblioteca (#1)
Short StoryLayla asiste a la biblioteca cuatro días a la semana. Cada vez que abre un libro o visita un estante, hay algo para ella.