-¿Y...? Si está mal puedo buscar otro pero ya estoy cansada y este muy herm....
-Te ves hermosa Mila, seguro Lauren se desmaya al verte.- Dijo Dinah haciendo reír a todos en el lugar.
-Entonces ese será.- Hablo Alejandro tratando de pasar el nudo que tenía en la garganta y haciéndose ver cómo un hombre sin sentimientos que realmente estaba llorando internamente por que su princesa estaba por casarse.
La siguiente semana, se basó en enviar invitaciones, escoger banquetes, y Lauren por su parte escoger su regalo de bodas, el cual sería un viaje, su luna de miel, y esperaba que a Camila le encantará. También debieron buscar al oficial que llevaría acabo su matrimonio. Nada podía ir mejor.
Los días habían pasado volando y habían estado muy ocupadas, tanto que a tan solo un par de días de la boda Lauren aún no tenía los anillos de boda. A la hora del almuerzo, Lauren se apresuró a salir a un centro comercial, se sentía tan nerviosa, pero a la vez se sentía tan plena y justo ese día, se sentía con ganas de caminar.
Caminaba por las calles de Miami, hace tiempo que no lo hacía por lo mismo de la boda. Caminaba y observaba todo a su alrededor, cuando pasaba por un parque veía a todos esos niños jugando y se preguntaba si tendría alguno con Camila, y esperaba que si. Pasaba por calles con grafitis los cuales ella veía como arte, por que eso eran, ARTE.
Llegó al centro comercial y buscó los anillos que más fueran con ella y con Camila y los encontró.
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Cuando salía del centro comercial, se sentía aún más feliz, por que ya tenía los anillos que las uniría, algo que sería suyo, pensó en Camila, pensó en cuanto habían pasado, pensó en el tiempo que perdieron pero al fin lo estaba recuperando, pensó en que en 48 horas se estaría casando con el amor de su vida, pensó en su futuro y pensó en cuán felices serían. Para regresar tomó un taxi ya que no tenía mucho tiempo, llegó a la oficina y habló con Camila y le comentó que estaba en el centro comercial. Su boda sería en 2 días. 48 horas más.
Narra Lauren
Fueron los 2 meses más largos de mi vida, día tras día planeando la boda perfecta para mi prometida Camila, esa palabra sonaba tan bien saliendo de mis labios, apesar de todos los problemas que pasamos, los errores que cometimos cada una, los engaños, luchamos para que nuestro amor nunca acabara.
Estamos destinadas a estar juntas, por que desde el primer día que la vi, con su pequeña sonrisa, sus mejillas sonrojadas, su mirada esa que me quema el alma, desde ese día supe que Camila sería la mujer de mi vida. Luché por ella y ella luchó por mi, años separadas pero ahora estamos, a tan solo una hora de contraer matrimonio.
Estaba planeado hacer la boda muy especial para mi Camz, así que le hablé a mi familia y personas encargadas en de decoración para hacerla en la playa donde nos conocimos. Donde por primera vez nuestros corazones eran uno solo, donde ella es mi vida y yo soy la de ella.
