Capitulo 24.

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Narra Camila

Otro día, otro maldito día sin Lauren... Me pregunto como estará, me pregunto que será de su vida en Orlando. Ahora, aquí sentada en la acera de mi casa recuerdo las veces que llamo a Normani y escucho su voz de fondo, la melodiosa voz que me ha sacado tantos suspiros, la misma voz que me ha sacado tantas lágrimas a lo largo de 5 meses. Su voz se escucha apagada, pero no del todo así que supongo que ella está bien, que siguió su vida sin mi, y no me sorprendería ya que según había visto en sus redes sociales, esta con Keana.

Hace un par de meses que me preguntaron si aún la amaba recordé cada uno de los buenos momentos que tuvimos, nuestro primer beso, nuestra salida con las chicas y Shawn, cuando me pidió ser su novia, nuestras tardes de películas, la vez que su madre nos encontró besándonos en la calle, nuestra primera discusión, cuando la saque ebria de la casa de Jensen, nuestra primera vez... Las chicas se dieron cuenta de que me afectó y no volvieron a hablar de ello. Derrame algunas lágrimas junto a una sonrisa. Una sonrisa que se borró cuando la vi.  Estaba en su auto frente el porche de mi casa, llevaba unos jeans tintos, un sweater gris, unas converse negras y un lindo beanie negro que yo le había regalado. Ella se bajó rápidamente y se acercó a mi. Mierda.

-¿Camila?.- Ahí está esa voz, más apagada que de costumbre, la miré a los ojos y esos ojos ya no eran verdes, ya no tenían brillo y predominaba en ellos un color gris.- ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?.- Preguntó y simplemente pude asentir.- ¿Puedes explicarme entonces por qué estás llorando?.- Joder, estaba tan sorprendida de verla que me olvidé de eso. Sus manos se fueron a mis mejillas y lentamente sus pulgares limpiaban mis lágrimas. Volví a sentir el suave tacto de su piel y me dejé llevar.

Me levanté y ella me siguió, las emociones me ganaron y me lancé a sus brazos. Extrañaba tanto esto. Creo que se sorprendió al principio pero termino rodeando mi cintura de una manera protectora y desesperada, escondí mi rostro entre su cuello y su hombro y mi respiración erizó su piel. Pasados un par de minutos la escuché sollozar y no tardé en volver a llorar junto a ella. Ambas sollozábamos y si, eran un a de esos reencuentros que alguien interrumpe. Y en este caso, ese alguien era Diego.

Narra Lauren

Se sentía tan bien volver a sus brazos, se sentía tan seguro de nuevo que por un  momento (que duró un buen rato) sentí que todo sería como antes, ella sollozaba tanto como yo y sentía sus lagrimas en mi cuello. Estaba a punto de besar la parte superior de su cabeza cuando alguien llegó y no nos habíamos dado cuenta.

-¿Camila?.- Dijo una voz masculina, sentí a Camila tensarse. Me susurró que la llamara y comenzó a separarse de mi. Se giró hasta el chico que estaba ahí. El chico se palideció al ver a Camila con tantas lágrimas y rápidamente se acercó a ella y beso sus labios. Sí mi corazón ya esta roto ahora, cada parte rota se ha roto aún más. La abrazó y comenzó a llenar de besos su cabeza y camino con ella hasta la puerta de su casa. Volví a mi coche y lloré mucho más. Conduje hasta la playa, si así de masoquita soy. Me senté justo donde había conocido a Camila... El peor y el mejor día de mi vida. Ahí en ese lugar, recordé todo lo sucedido, todo lo que había vivido esos 7 meses sin Camila. Cuando llegó el y la vio con tanta ternura y preocupación me di cuenta de que la ama, de que él no haría todo lo que yo he hecho y simplemente llore más por qué Camila no merecía a alguien como yo... Camila merecía ser feliz y yo simplemente la dañaría.

No sé cuánto tiempo pasó pero ya había anochecido. Camila llegó y se sentó a mi lado, tomó mi mano derecha y la entrelazó con la de ella.

-No me llamaste.- Dijo y simplemente sonreí, me vio a los ojos y fue su turno para limpiar mis lágrimas.- ¿Qué sucede, cariño?.- Sí escucharon algo, es mi corazón rompiéndose aún más, mucho más. Tome un suspiro y comencé a hablar.

-Pasa que te amo tanto que llega a doler. Te amo tanto que no puedo ver mi vida sin ti, sin embargo no estás en ella ni lo volverás a estar.

Camila no tardó en llorar junto a mí, su pulgar acariciaba mis nudillos de una forma tranquilizadora, joder como me encanta.

-Lau, yo... Termine con Diego. Él sabía de ti y me apoyó cuando terminamos y simplemente le dije que aún te amaba y él me abrazó. Me dijo que estaba bien y entonces solo somos amigos yo quiero estar contigo mi amor...

-No Camila. Esto no está bien, yo te hago daño. Ponte a pensar, todas las peleas que hemos tenido han sido por mi, por algo que yo provoco, esto está mal, Camz, tú debes ser feliz y conmigo no lo serás. Te amo, y por eso mismo te estoy dejando ir. No soy quien mereces. Mereces a alguien que te cuide tanto como Diego.- Camila me interrumpió y al verla a los ojos me di cuenta de cuán destrozada estaba

-Duela o no te quiero a ti Lauren.

-Camzi... Esto no es sano. No sabes cuando me encantaría estar contigo de nuevo, pero no soy buena para ti. Solo te he hecho daño y no quiero seguir haciéndolo. Te amo y por eso es que no podemos estar juntas.

Camila se aferró a mi mano, se acercó más a mí, solté su mano y rodee sus hombros para así tenerla lo más pegada a mi posible. Camila puso sus brazos sobre mi cintura y lloraba, y yo lo hacía con ella. Pasó un rato y Camila habló

-Te amo, Lauren. Yo, yo quiero pedirte una última noche. Ya sabes se acerca el baile de graduación y creo que podríamos ir juntas. Te prometo que después de esa noche no me volverás a ver en tu vida.

No tengo ni idea de por qué, pero acepté.



El Sol y la Luna. (Camren)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum