A la edad de ocho años Michael fue descubierto por su padre vistiendo las prendas de su difunta madre.
Aquella tarde Michael volvía a casa junto a su mejor amigo Calum, un chico moreno bastante tímido pero a la vez divertido, siempre animaba a Mike cuando este estaba triste o era molestado por los mayores en la escuela.
Michael, luego de despedirse de su amigo, entró a su casa apretando con fuerza los tirantes de su mochila deseando que su padre aún estuviese trabajando o con alguna mujer que le prestara sus servicios. El moreno amigo de Michael caminaba algo inseguro hacia su casa, sabía el gusto que Mike tenía por la ropa femenina y por mera curiosidad preguntó una noche a su madre si aquello era normal, la mujer le observó algo insegura sin saber como responder de forma correcta a la curiosidad y preocupación que aquellos ojos oscuros detonaban.
"¿Mike es raro por ocupar ropa de mujer, mamá?" Preguntó el moreno niño mientras movía sus pies de un lado a otro, la mujer dejó de cocinar y secando sus manos en el viejo delantal se acercó al pequeño con mirada entristecida.
"No es raro cariño, tu tampoco lo eres por estar a su lado. Nosotros nacemos con un sexo definido, hombre o mujer pero podemos identificarnos con el genero femenino o masculino" Intentó explicar la mujer con una sonrisa.
