Capítulo 16. La llamada telefónica

7 2 0
                                    

¿quién será? No lo sé, pero no quiero contestar...¿o si quiero? No sé no estoy de ánimos, y quiero averiguar quien es la persona que interrumpe mis momentos de tristeza.

Tengo un revoltijo de papeles en mi cerebro, una lucha entre contestar o no, una lucha entre mi cerebro y mis sentimientos, ni si quiera sé quién es.

Antes de que pare de timbrar me decido por afrontar mis miedos y contestar.

-¿Hola? ¿Alissa? -esa voz tan varonil y sexy llama mi atención pero sigo sin saber quien habla.

-Sí, ¿Quién habla?

-Ohh disculpa. No quería asustarte. Soy Eduardo.

-¿Cual Eduardo?

-¿Acaso conoces otro?

-Mmmm la verdad no conozco ningún Eduardo.-me siento apenada por este tipo, no tengo ni idea de quién es.

-Ahh bueno es que tu tal vez me conoces más como Lalo

-¡ahh hola! No sabía que eras tú.
-Jeje no pasa nada. ¿cómo estás?

-¿Cómo conseguiste mi número?

-Le robe un rato el cel a tu prima y pues...-lo interumpo.

-Ahh jaja claro. Pero...¿porqué hiciste eso? Igual pudiste pedírselo o a mi.

-Así es más divertido. Jajaja

Así hablamos por una hora de bromas y no parabamos de reír.
Él en verdad es lindo, un muy buen amigo, y es menor que yo por un año.

-Oye ya llevamos una hora, te va a salir caro.

-Le puse crédito de 1000.

-Bueno no quisiera que te lo gastaras todo de un tirón y menos conmigo, además ya es tarde...

-Alissa...yo...te amo- eso último lo dijo en un susurro, pero aún así si alcance a escuchar, no me dio tiempo de responderle porque inmediatamente colgó y yo de tonta seguía con el teléfono pegado a mi oreja. Estoy sorprendida no esperaba eso.

Después de que el pitido me aturdiera, colgué y apagué el teléfono, no quería más sorpresas, me paré y me fui a mi casa ya que estaba afuera para no despertar a los demás, subí las escaleras, me subí a mi cama, es litera y duermo arriba, me puse mi pijama e intenté dormir.

Pero los pensamientos me invadían y no podía conciliar el sueño.

Sobretodo ese recuerdo, a mi nunca me ha gustado dormir arriba pero un día mi hermano se cayó aún habiendo barandal y se rompió el brazo - jajajaja qué estúpido- desde entonces duermo arriba y lo más irónico es que yo duermo sin el barandal y nunca me he caído.

Por otra parte están los otros pensamientos, en los que pienso que una relación entre Lalo y yo es imposible, nunca nos hemos visto de frente realmente, sólo nos conocemos por CAM. No, no puedo, ni si quiera me gusta, sólo lo veo como un gran amigo.

Días después estuve esperando para que me buscara, ya que yo le llamé varias veces y no contestaba, necesitaba aclarar las cosas con él, pero no me daba la oportunidad. -ya sé le pasará-




Todo lo que me está pasando es un lío.

Pff.

Maldita DistanciaWhere stories live. Discover now