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Entró a la ducha, ella necesitaba relajarse, ya lloró lo suficiente, su sueño era más que suficiente, porque lastimosamente, eso era... un sueño. Y por mas que deseara que fuera verdad sólo un milagro haría que se cumpliera. Su cabellera café se mojó por completo y lo enjabonó, aunque sus músculos se destensaron, el dolor seguía ahí, ella tenía miedo de volver a soñar eso... aunque temía más no volver a soñarlo, porque si ni en sueños pasaba es menos probable que en la vida real, lastimosamente, pasara. Jamás podría abrazarle o besarle, él tenía una novia, Mucho mas guapa que yo, pensó ella, es pequeña y rubia.

Y al parecer se querían. Pero ella no cree que esa sensual rubia lo quiera más que ella, no importa cuanta estupidez hiciera él, ella lo... amaba. Es mas que obvio, pensó ella, lo amo. Ya entiendo el drama del amor no correspondido, pensó.

Pero tenía que arriesgarse, todo sacrificio tiene su recompensa, y si pierde su miedo y le habla... ¿él le hablará? o ¿si solamente la ignora? eso la rompería más de mil formas. No volvería a tratar de hablarle. ¿Por qué era tan difícil hablarle?

Se pasó a su escritorio, no le importó que sean las tres de la mañana. Cogió un lapicero y escribió en un arrugado papel:

Te quiero, trataré de correr el riesgo, tómate tu tiempo, pero no estaré para siempre.

La entregará ... le dejará la carta en su casillero. Tal vez él la lea y le hable por fin o se dignara a buscar quién es la autora de tal nota. Eso la haría muy feliz. Después de escribir la nota se quitó la toalla y se puso la pijama. Se recostó en la cama y se dejó llevar por el inminente sueño.

Notice me | Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora