Capitulo 26: ¿Vida o muerte?

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CAPITULO 26 (PENULTIMO)

Barbara

-       “¡Tu maldita perra! ¿¡A quien llamaste!?”- Grito Tomas conectando su puño en mi mandíbula con tanta fuerza que literalmente fui lanzada al suelo.

Mi espalda choco contra el suelo haciéndome soltar un gemido de dolor. La puerta principal de la cabaña se abrió de un golpe y entro Fabio apuntando con su arma a todos lados, centrándose luego en Tomas y en mí, y finalmente en mí solamente.

-       “¿Por qué demonios el escandalo?”- Demando Fabio.

-       “¡La puta llamo a alguien! ¡La encontré con mi teléfono celular en las manos!”- Respondió Tomas volviéndose hacia Fabio viéndose como un completo lunático.

-       “¿QUE? ¿Como fuiste tan estúpido de dejar tu teléfono celular encima de la jodida mesa?”- Grito Fabio furioso.

-       “¡Estaba en mi maldito bolso! ¡Y pensaba que estaba inconsciente! ¿Como se suponía que iba a saber que la perra es mas resistente que una cucaracha?”- Replico Tomas.

Mientras ellos se seguían gritando y discutiendo, mire a mí alrededor una vez más para encontrar algo que pudiera ayudarme. Era bueno que estuvieran discutiendo, eso me daba tiempo, y tiempo era lo único que necesitaba para que Richard pudiera venir a ayudarme.

Tomas había dejado caer para mi suerte el bastón eléctrico y estaba a solo unos centímetros de mí. Solo tenía que estirar mis brazos y tomarlo. Pero mis siguientes movimientos tenían que ser rápidos o todo terminaría muy mal para mí.

Respire hondo, haciendo una mueca cuando me dolió. Mi corazón empezó a latir rápidamente enviando una buena descarga de adrenalina que era lo que necesitaba para hacer esto. 

Estire mis brazos tomando el bastón eléctrico, torpemente activándolo en máximo voltaje. Con un impulso de mis piernas, me abalance sobre Tomas asegurando de que el bastón eléctrico hiciera contacto con su piel.

Lo siguiente que paso fue como si hubiera pasado en cámara lenta.

El cuerpo de Tomas se sacudió violentamente y cayo en peso muerto al suelo con un golpe seco. Su cuerpo caído al suelo hizo que yo quedara completamente vulnerable al arma que Fabio apuntaba directamente hacia mí. 

El sonido de llantas derrapando se escucho a lo lejos pero fue amortiguado por el arma de Fabio siendo accionada.

En un segundo estaba viendo directo hacia la cara de mi padre y al otro estaba tendida en el suelo. Dolor insoportable exploto en mi pecho. A lo lejos oí un rugido furioso y otro disparo se escucho.

Pero eso ya no me importaba. No me importaba lo que pasara a mí alrededor. Solo me importaba el dolor atroz que sentía, que partía mi alma en dos. Era inaguantable.

Alguien me envolvió en sus brazos. No sabía quien era. No podía enfocar la vista.

Pero sabía que no era Fabio o Tomas porque ellos definitivamente no me tomarían en brazos tan delicadamente. ¿Y si había muerto y estaba en el cielo con un ángel? Pero no creo que en el cielo se sintiera este dolor tan crudo y horrible. ¿Estaba en el infierno? Esto definitivamente se sentía como el infierno. Era una lastima, ya que siempre había querido saber la consistencia de las nubes... Era imposible como mi balbuceo mental no se detenía ni siquiera cuando estaba tan cerca de la muerte.

No hay rosas sin espinasWhere stories live. Discover now