Capítulo 43

1.9K 137 79
                                    

Aprovechando mis vacaciones, me fui unos días a casa de mis padres, ya que en la mía Amy se quedaba aburrida todo el día.

__: ¿traes las galletas para los abuelos? - pregunté cuando entraba a la famosa residencia.

Am: sí, de vainilla para la abuela y de chocolate para el abuelo - recordó.

__: muy bien - sonreí, mi pequeña era muy inteligente.

Tocamos la puerta y mi madre nos abrió con la gran sonrisa que la caracterizaba.

Tm: ¡llegan a tieempo! - la cargó y besé su mejilla.

Nos llevó hasta el comedor y saludé a mi pequeña familia.

Después de tiempo tuvimos un almuerzo familiar con mi pequeña Amy. Escuchó la historia de amor de los abuelos, anécdotas de cuando estábamos en Perú aún. Siempre tratando de esquivar las palabras "vecinos" y "tu papá".

Ro: te veo gordita eh - me fastidió.

__: yo tuve a mi princesa, ¿tú que hiciste para engordar? - la cagué.

Ro: ya verás - reímos.

Am: mami, ya no quiero - dijo cuando le preparaba una cuharada más.

__: esta última y ya no más - aceptó con desconfianza - muy bien, descansa un rato y luego te vas con los abuelos al parque - daba sus últimas masticadas.

Conversamos un poco más hasta que los tres se fueron a pasear con Amanda. Me quedé viendo tv con Romina. Ella seguía siendo la misma. Recuerdo claramente que la última vez que la vi fue cuando se enteró de mi divorcio y tuvo que consolarme. Comprendía su ausencia, sus estudios estaban iniciando y debía concentarse.

__: ¿y esta foto? - en mi inicio apareció mi hermana sonriendo al lado de un chico.

Ro: ¿tú tampoco lo recuerdas? - seguía haciendo zapping.

__: explícate

Ro: es Mike - ese niño había sido el mejor amigo de mi hermana desde pequeños y andaban juntos de lado a lado.

__: no es por ser pedófila, pero está bien guapo - observé bien su foto, es decir, le di un zoom maldito a su sonrisa.

Ro: ya no mires mucho - me dio con la almohada.

Nos contamos de todo ese día, nos dieron ataques de risa de esos que te dan un dolor de panza horrible, nos golpeamos, llegamos a enojarnos un poco, pero se nos pasó al segundo.

Ro: ya hace su hambrecita - para colmo se detuvo en "Cake Boss".

__: no se diga más, vamos para la pastelería de Buddy - me paré y sus ojitos se iluminaron - mentira, vamos al mall por unos cheesecakes.

Ro: no digo nada - sabía que yo invitaría.

Tomé mi bolso y mis llaves. Unos minutos antes de salir llamé a mi papá y dijo que ya estaban volviendo a casa y que vayamos normal.

Manejé hasta el centro comercial más cercano, hubo poco tráfico y parecía que el destino ayudaba a que el día de hermanas no se estropeara. Salimos como divas del auto, ella iba mensajeándose con alguien mientras yo me hacía un chongo para no comer con los pelos en la cara.

__: más te vale que apenas nos sentemos a comer dejes ese celular - advertí.

Ro: como diga, seño - insinuó mi adultez.

Les resumo la salida con decirles que casi escupo el postre en su cara por las estupideces que decíamos de la gente que pasaba. Me sentía tan viva al reírme con alguien que ha estado siempre conmigo y se sabe todo de mí.

Debo, puedo y quiero. || L.T. »3«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora