5

517 38 1
                                    

Ya era esposa de Joaquín por civil.

Después de un día agotador, o sea, mi boda, yo pensé que esto ya había acabado, que después de unos meses ya podía separarme de Joaquín; pero no fue así. Tenía que firmar los papeles del matrimonio civil. Se siente horrible casarse con Joaquín dos veces.

Ya estamos a muy poco de acabar el 2016. Felizmente, mi madre me dijo que me iba a ir de viaje para fin de año, pero con Joaquín. Dijo que iba a ser como una luna de miel o algo así. Nos íbamos a Cancún.

Cuando regresemos mi madre me dijo que nos iba a tener una sorpresa lista, solo tuve que firmar unos papeles de no sé qué, no me importo mucho, sobre todo por las sorpresas horribles que me hace.

Espero que esa sorpresa no me traiga problemas.

***

Vamos a tener algunas turbulencias, les pedimos por favor que mantengan sus cinturones abrochados y mantengan la calma. Escuchamos la voz del piloto desde nuestros asientos.

Yo me estaba muriendo por dentro, siempre me dio miedo volar en un avión. Ya he viajado muchas veces, solo que no me gustaba esa mala sensación de que en algún momento el avión se caería.

Sin aun poder creerlo, miraba a Joaquín, que estaba muy tranquilo sentado al lado mío. ¿Cómo no está asustado?

El avión se movió fuertemente, haciéndome saltar de los nervios, pero lo que no me fije antes es que había abrazado a Joaquín. Rápidamente me solté de él.

-¿Cómo no estás asustado?-le pregunte intentando dejar ese momento incómodo atrás.

-Solamente saco los malos pensamientos de mi cabeza. Intento pensar positivo en todo el vuelo, así evito que mis miedos entren.

-¿Y en qué normalmente piensas?-le pregunté.

-Cosas.

-¿Cosas cómo qué?

-Cosas mías, chismosa.

-¿Y qué me recomiendas pensar en esta ocasión?

-Bueno, dado a mis irresistibles y hermosos encantos, te recomiendo que pienses en mí.

Rodeé los ojos.

-Si pensara en ti, el avión se caería y además explotaría y se rompería en miles de pedacitos.

Él solo rio.

Queridos pasajeros, el avión ya pasó por las zonas de turbulencia. Podrán salir de sus asientos cuando la luz naranja se haya apagado. En unos minutos ya llegaremos a la ciudad de Cancún. Gracias.

Nunca me sentí tan aliviada en mi vida.

***

-¿Señor y señora Ochoa?

Joaquín y yo ya habíamos llegado al hotel sin problemas. Un chico joven, como de nuestra edad, nos llamó. Odié como me dijo señora Ochoa, pero no lo odié a él, era muy guapo.

Mientras nos guiaba a nuestras habitaciones (espero que sean dos), descubrí el nombre del chico, era James. Quería hablar más con él, pero con mi mala suerte ya habíamos llegado a la habitación. Me asusté. También note el susto de Joaquín cuando vimos que solo era una habitación.

Entramos, y me di cuenta que era mi día de suerte. Habían dos camas y estaban separadas. Quien haya reservado esto, se lo agradezco muchísimo.

Después de agradecerle, nos despedimos de James y cerramos la puerta.

Bueno, tengo seis días para divertirme como yo quiera. No hay que dejar que el tiempo se escape.

-Joaquín, voy a ir a la piscina-saqué mi bikini- Evita ir allá, por favor.

-A sus órdenes, señora- hizo un gesto militar con la mano.

-Es en serio, no te quiero ver.

-Yo también no te quiero ver, Carolina.-me dijo en tono serio- Haz lo que quieras, no me importa. Si me buscas, estaré en el bar.

Dejándome pasmada por su tono tan serio, se fue.

Minutos más tarde, me dirigí a la piscina. No se encontraba mucha gente, solo había una pareja con un niño divirtiéndose allí adentró. Los vi tan alegres, que me dio un aire de melancolía.

Rápido lo dejé atrás y me senté en una poltrona a tomar sol.

Como no me fije en el tiempo, cuando vi que estaba oscureciendo, me fui directamente a mi habitación a cambiarme. Me sentí mal por no encontrar a James, aunque solo lo buscara porque está bien bueno.

Entré a la habitación para ponerme pijama. No me dieron ganas de cenar en ese momento, así que decidí ya irme a dormir.

Me olvidé de Joaquín. ¿Qué tanto estaba tomando en ese bar? Espero que no regrese ebrio. No estoy de ánimos para cuidar de un idiota ebrio.

Y cuando mi cabeza tocó la almohada, me quede totalmente dormida.

***

Te amo, mami.

Desperté, y lo raro fue que estaba sudando.

Fije mi mirada en la cama del costado, Joaquín estaba allí durmiendo. Estaba quietísimo, y usaba la misma ropa que utilizó ayer. Habrá llegado tarde.

Lo deje dormir, a pesar de que tenía cerca un marcador negro, pero estaba tan tranquilo que me dio un poquito de ternura.

¿Yo dije eso?

No, esa no soy yo.

Cogí el marcador y le dibujé unos bigotes, y sin ningún arrepentimiento.

Satisfecha, camine hacia el baño. Me maquillé y me vestí. Decidí ponerme una blusa blanca con un short de jean, y lo más importante, los zapatos. Me puse mi nuevo par de zapatos nuevos y me puse los accesorios, algo que no debe faltar. Deje mi pelo suelto que siempre está perfecto. Para finalizar, me mire al espejo.

Yo sé que soy hermosa, la más hermosa de todas. Pero mi vida es al revés, es horrible. Y si yo fuera fea, ¿mi vida sería mejor?

Los ruidos de Joaquín me hicieron sobresaltar, se estaba despertando. Salí corriendo de la habitación para irme a la sección de desayunos. Pasando media hora, apareció Joaquín que se tapaba la boca con una mano.

No podía parar de reír cuando quitó su mano, mostrando el gran bigote que le dibujé. Su cara mostraba que estaba muy molesto, pero no me pude resistir.

-Al parecer a alguien se le olvidó afeitarse hoy.


NOT EASYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora