Capítulo 23 - Saliendo

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"Deberíamos de salir en una cita."

Ellos habían estado haciendo trabajo escolar juntos en la sala cuando Max de repente lo propuso.

"¿Perdón?" Emma preguntó.

"Una cita. Tú y yo. Creo que eso es lo que necesitamos," él explicó.

Emma lo miró fijamente, intrigada. La última semana había sido bastante solemne después de la expulsión de Roy. Ella no pudo evitar sentirse culpable, a pesar que sabía que lo merecía. Tenía un sentimiento sombrío sobre todo y estaba preocupada como él terminaría. ¿Podría transferir los créditos a otro lugar y graduarse de otra universidad? ¿Buscaría asesoramiento? Ella misma todavía no había hecho cita con la asesora de la universidad. Sentía que aún necesitaba procesar sus propios sentimientos antes de poder discutirlos con otra persona. No se podía imaginar a Roy entre todas las personas yendo a terapia.

Luego estaba Max. Ella también había notado un cambio en él. Él parecía ... distante. Quizás distante no era la palabra adecuada, pero durante la última semana él no la había mirado de la misma forma que antes. Normalmente tenía un destello en los ojos que le decía que la quería, pero ahora parecía estar ausente. Su aparente falta de interés en ella sólo la hacía quererlo más, pero no sabía cómo tocar el tema. ¿Ya no la veía como antes por lo que había pasado? O tal vez finalmente tuvo tiempo de repensar todo y tardíamente se dio cuenta del desastre colosal en el que se había metido.

"Una cita ... ¿como compañeros de apartamento dices?"

"No. Como una cita, cita. Como dos personas que se gustan y salen para pasar tiempo juntos lo más incómodo posible," él bromeó.

"Hemos hecho eso antes," ella señaló. "Como cuando fuimos al mercado esa vez o cuando fuimos al cine en Nueva York."

"Eso fue diferente. Esta vez sería una cita que potencialmente podría significar más citas y eventualmente dirigirse a otra parte."

"¿Quieres eso conmigo?" ella preguntó arrugando la frente.

"Claro, querida. Es todo lo que siempre he querido. Tú sabes eso," él dijo muy serio. "Mira, sé que las cosas han sido complicadas y ahora siento que estamos atorados en este lugar sin saber cómo actuar con el otro o avanzar hacia adelante. Creo que si sólo tratamos de empezar de nuevo podría ser más fácil esta vez."

"Eso hace sentido," ella dijo de repente sintiéndose mucho mejor que en toda la semana.

"¿Así que te animas?"

"Sí," ella trató de no sonar demasiado entusiasmada. "¿Qué quieres hacer para nuestra primera cita?"

"No sé. Podríamos ir por un helado," él sugirió.

"Está bien, entonces algo casual para empezar."

"Sí, ¿no es como los chicos lo hacen estos días? ¿Hacen algo simple como un café o algo así?"

"Helado suena mejor. Será más lindo ... pienso. Chispas y todo eso."

"Listo," Max dijo levantándose.

"Ah, ¿dices ahora?"

"Sí, ¿cuándo más?"

"Está bien, déjame ir por mi bolsa," ella dijo yendo a su habitación con emoción.

Cuando regresó a la sala, Max extrañamente ya no estaba ahí. Revisó su habitación y el baño pero estaban vacíos.

"¿Max?"

De repente escuchó un golpe en la puerta y ella abrió con curiosidad. ¿Trató de irse y se olvidó de las llaves?

"Hola, Emma," él dijo fingiendo como si no la acabara de ver, y se inclinó a darle un beso en la mejilla. "Te ves muy hermosa hoy."

Robando A EmmaWhere stories live. Discover now