Capítulo 25 - La Recta Final

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Emma se despertó con un nudo en su estómago. Hoy era el día de su presentación final y luego su maestría acabaría oficialmente. Trató de atribuir el sentimiento de inquietud al hecho que estaba nerviosa por la presentación, pero ciertamente no era eso. Ella era muy buena al presentar, siempre lo había sido. Se sabía de memoria todo y probablemente lo podría recitar en su sueño.

Además, no podía negar que ella y Max hacían un gran equipo. Cuando él primero había sugerido que fueran compañeros para la presentación, pensó que sería una mala idea mezclar trabajo con romance. Pero luego él le recordó que habían obtenido la única A en clase cuando trabajaron juntos en el proyecto de economía el primer semestre. Al final, prefería no trabajar con alguien que no quería y decidió pasar el poco tiempo que les quedaba junto con él.

Había salido todo muy bien en realidad. Como tenían una semana para presentar después de que las clases terminaron, Max acabó llevándola a la casa de playa que tenían en Marbella y trabajaron en el proyecto desde ahí. Él se había asegurado que nadie más estuviese ahí, así que tenían la casa entera para ellos mismos. En las mañanas se despertaban, tomaban un desayuno sin prisa mirando el mar, y luego pasaban las tardes trabajando juntos en su reporte con descansos ocasionales en la playa. Cocinaban una cena juntos en la noche y pasaban el resto del tiempo entre las sábanas.

Había sido simplemente perfecto. Nunca se hubiese imaginado en un millón de años que el final del MBA sería tan divertido y sin estrés. Habían sido seguramente una de las mejores y más relajadas semanas de su vida. Por otro lado, nada en su año entero en España había sido planeado o esperado.

Pero ahora todo eso se había terminado y estaban de vuelta en Madrid. Max estaría yendo de regreso a su trabajo en Londres en un par de días y ella todavía no había decidido qué diablos iba a hacer. Él la había estado tratando de convencer que se regresara con él durante el último mes, pero no se podía decidir. Pensaba que no sería lo mejor para ella. Ahora que el día estaba justo a la vuelta de la esquina, tenía un sentimiento de desasosiego y estaba absolutamente aterrorizada de su partida. La presentación hacía que todo pareciera tan final.

La alarma en su teléfono sonó y ella se inclinó sobre la mesa de noche para apagarla. Justo había empezado a revisar sus mensajes cuando Max inmediatamente la alcanzó y la trajo de vuelta contra su cuerpo. "Debería de ser ilegal que te alejes de mí," él murmuró en su sueño.

Ella todavía no se había acostumbrado completamente al hecho que él quería estar cerca de ella a todas horas. Era afectuoso y cariñoso con ella. Algo que Roy nunca había sido.

Ella se volteó en sus brazos y hundió su cabeza en su pecho. Suspiró profundo, pensando que esto sería una de las últimas mañanas que despertaría con él. Este pensamiento inmediatamente la sobrecogió. Tal vez si se volvía a dormir, esto desaparecería.

Max trazó sus dedos lentamente bajo su espalda y luego rozó su trasero, como él rutinariamente hacía en las mañanas. Después de gemir con satisfacción dijo, "Buenos días, guapa."

Empezó a besar su hombro y bajo su brazo mientras cepillaba su cabello hacia atrás y empezó a correr sus dedos por él. Se sentía tan bien que no quería moverse y en vez disfrutó de la sensación.

"Bebé, nos deberíamos de despertar. Tenemos la presentación."

Ella inmediatamente sacudió la cabeza. "No quiero ir a la universidad. ¿Tenemos que?" se quejó.

Max se rió. "Solamente es la presentación final de nuestra maestría que cuenta muchísimo, pero oye, no es gran cosa."

"MBA estúpido," ella contestó. Salió de las cobijas y se paró aún atontada para ir al baño. Apenas había prendido la perilla del lavabo para cepillarse los dientes, cuando sintió a Max detrás de ella.

Robando A EmmaKde žijí příběhy. Začni objevovat