~Capitulo 5:

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Al final habían dejado entrar al par de muchachos que iban en paso apresurado liderados por John, quien no tenía ni idea de adonde se dirigía.

Tras doblar la esquina dos veces hacia la derecha y otras dos a la izquierda, en la habitación con placa E34F se encontraba un Dave que parecía tan diminuto que podía caber solo en las manos del pelinegro, estaba dormido y enredado en unas sabanas color lavanda, enfundado en una bata blanca... de esas que estan especialmente hechas para que la gente en los hospitales use; John lo veía a traves de la pequeña ventana que había en la puerta y solo con un minimo rechinido que solto ésta al abrirse el rubio espabiló y sus ojos tardaron milesimas de segundos en encajarse con los azules de su amigo.

Fue la segunda persona, despues de su hermano, en enterarse del color tan peculiar de sus ojos.

-Egbert... ¿que haces aquí?- preguntó con una voz ronca y grave.

-vengo a cabalgar en dinosaurios magicos y cazar duraznos verdes con franjas azules que rebotan, y me preguntaba si querías acompañarme- dijo el pelinegro con sarcasmo, Dave parecía desubicado así que John optó por hablar claro- vine a visitarte

-eres muy... amable, pero en unos días estaré devuelta en el instituto- admitió intentando tranquilizar al chico de ojos azules- no tienes que preocuparte...

-se que estas bien, yo te salve... solo vine a hablar contigo, preguntarte como te sientes, acompañarte- sonrió de manera tan leve pero tan notable que el rubio pensó que en realidad al pelinegro le hacía feliz estar ahí con él.

Las manos de Dirk se ajustaron a los hombros de John y Dave lo vió asentir un par de veces, lo que le dio el empujoncito que necesitaba para permitirle al chico de ojos azules quedarse.

Los ojos del rubio se iluminaron.

-como sea...- se acomodo en la cama de hospital para sentarse, pero se notaba que le costaba.

John caminó hacia uno de los multiples asientos de la habitación, el mas cercano a Dave, y se instaló.

Los muchachos se observaron en silencio un largo tiempo, no notaron que Dirk se había ido, simplemente se miraban; el pelinegro se sentía hipnotizado por esos ojos de color tan peculiar y Strider... a él simplemente le encantaba ver como las pupilas de su amigo crecían y se reducían de manera tan estrepitosa cuando le miraba.

Un teléfono invadió su juego de miradas, era el de John, lo llamaba Rose.

-diga...-contestó sin animos.

-¿como te va, ya son mejores amigos?... dime que te ha sonreido con gesto de estupido por lo menos una vez- habló aceleradamente la rubia.

-Rose... no es buen momento- habló mientras veía a Dave jugando con el suplemento intravenoso conectado a su antebrazo- aquí estoy con él, te hablo luego- susurró en un rapido esbozo y cortó la llamada.

-¿quien era?- preguntó depronto el mayor, sin dejar de jugar.

-una amiga... se llama Rose- admitió con alegría, él se preocupaba porque hablara con otra persona.

-¿y es linda?-preguntó sin un atisbo de sutileza.

Aborten la misión, aborten... este chico resultará mas lastimado que Jegus sabe quién y confundido también, al momento en el que cree que le interesa por lo menos un poco a Dave, llega con una bomba que en letras de humo tóxico le gritan "¡no homo y menos si es por ti!" , estaba a segundos de lanzarse a llorar al suelo... pero don confuso Strider no iba a dejar que eso pasara.

-solo estoy jugando... ella es toda tuya- el menor hizo un gesto de asco combinado con una risa.

-no me interesa en lo más minimo- aclaró a modo de indirecta a su rubio amigo.

-pues a mi tampoco...-le sonrió y ahora jugaba con los botones de control de esas tecnológicas camas de hospital.

-oye... no creo que eso vaya a resultar bien- le tomó la mano para evitar que hiciera una estupidez.

-esta caliente...- dijo Dave, pero John no le había entendido-tu mano... esta caliente- el pelinegro la retiró- ¡no, no, no!... no me sueltes, tengo frio

Los calores se le subieron al pelinegro y en lugar de sonrojarse, se le fueron los colores... se puso más palido.

-entonces... ¿que tienes con Deena?- preguntó en un intemto de descartarla como competencia.

-¿a que te refieres, piensas que Deena y yo somos...?- soltó una carcajada- ¡nunca!- vociferó- Deena es como mi Rose- dió una pausa- y a ti... ¿alguien te gusta?

El chico de ojos azules estuvo a una milesima de segundo de decir "tu", pero por el contrario dijo...

-nadie... no gusto de nadie - y su pecho se estrujo.

-vale... no quiero austarte, ni parecer influenciable por ti, pero yo tampoco, o bueno... -dudó durante un segundo- creo que me gusta alguien, pero tienes que prometerme que no le diras a nadie

-lo prometo- aunque le doliera, lo aceptaría.

-es un chico- la sonrisa se le formó- de mi clase de matematicas...- ¡era más que obvio, gustaba de John!- pero no estoy seguro de que los sentimientos sean reciprocos

-yo creo que si lo son, como no senrirse atraido por ti- por la emoción se le había escapado esa frase, pero no se arrepentía.

-me halagas... entoces, creo que intentare acercarme más a ese chico

The Only One ®Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum