~Cap. 31

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La imagen de la prisión no salia de mi mente. Estaba totalmente destruida, fuego salía de ella y cada vez llegaban más caminantes. Mis ojos se llenaron de lágrimas y no hice nada para impedirlo.

Todo estaba perdido. Todos estábamos separados.

El sudor se mezclaba con mis lágrimas e intente limpiarlas. Sasha, Bob, Maggie y yo corríamos alejándonos de la prisión.

Paramos cerca de un río. Me acerque a la orilla y vi mi reflejo en el agua. Mi cabello castaño caía desordenado por mis hombros, mis mejillas estaban rojas y tenía un raspón con un poco de sangre en la mejilla izquierda y mis ojos no dejaban de botar lágrimas. Me sentía estúpida, muy estúpida.

-Allison.. — Maggie me miro con sus ojos cristalizados. Camino hacía mi y me envolvió en sus brazos. Me aferre a ella con fuerza y sentía sus acaricias en mi cabello.

— Todo estará bien pequeña... Encontraremos a todo el grupo, volveremos a estar juntos. Lo prometo. Pero ahora tenemos que ser fuertes ¿si? Tienes que ser fuerte como siempre lo has sido.Juntos, vamos a estar bien.. te quiero Cherri. —Maggie tomo mi cara entre sus manos y me regalo una sonrisa. Limpió el rastro de lágrimas y me ayudo a limpiar mi herida.

Suspire. Ella tenía razón. Maggie, que había perdido a su padre y esta separada de su hermana y su esposo, no se había derrumbado. Ella era la persona más fuerte, y yo también tenía que ser valiente. Perdimos todo, pero íbamos a encontrar a los demás. Por los caídos.

(....)

Estábamos frente al autobús. Al autobús que estaba lleno de caminantes. Mordí mi labio nerviosa. Glenn estaba en el, tal vez Beth también.

- Abriremos la puerta y haremos que salgan de uno. ¿si? —asentí con la cabeza y saque mi cuchillo. Bob sostenía la puerta y iba haciendo que salieran de a uno. De un momento a otro, Bob cayo al suelo y varios caminantes salieron de golpe.

-Mierda. —susurré mientras que enterraba mi cuchillo en la cabeza de un muerto. Y así continuamos hasta que ninguno más salió. Maggie subió al autobús viendo si estaba Glenn entre los muertos. Me quede mirando la entrada del autobús mientras que me mordía el interior de mi mejilla. Bob me dio un apretón en mi hombro y me sonrió. Intente sonreír, pero me salió una mueca.

-Ya veraz que todo saldrá bien. —ignore sus palabra. ¿Que todo iba a salir bien? Desde que el mundo se fue a la mierda dejaron las cosas de estar bien.

Maggie bajo del autobús limpiando algunas lágrimas que salían de sus ojos. La ansiedad comenzó a consumirme junto con los nervios.

-Él... ¿Estaba ahí? —murmuré con la voz entrecortada.

Negó acompañado de un suspiro.

El no estaba muerto. O eso esperaba.

-¿Beth?

Volvió a negar.

Sasha comenzó a caminar y la seguí al igual que Bob y Maggie.

(....)

Abrí los ojos despacio e instantáneamente sentí el dolor en mi espalda por dormir en el suelo. Todos se encontraban en sus respectivas "camas" e intentaban dormir. Dos días. Dos días han pasado desde que el gobernador ataco nuestro hogar y lo destruyó. Hace dos días estamos separados y no encontramos señal de nadie. Desde que nos separamos, volvió esa sensación a soledad, a que algo faltaba, esta sensación que te dan ganas de llorar y no parar por nada. Hace tiempo no la tenía, la primera vez fue cuando me entere que era adoptada. Luego al comienzo de todo esto, y ahora volvió.

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