Capítulo tres.

22.4K 1.9K 379
                                    

Capítulo tres.

Otro día más. Ya han pasado dos semanas desde que empecé a trabajar y todo va de maravilla. ¿Les cuento algo? Él no me ha vuelto a llamar desde que le confesé toda mi molestia. Si cuando me llamaba tenía miedo, cuando no me llama me desespero. Si, sueno fatal pero me hace falta... ¡esperen! no mal interpreten.

—Taylor, llegó Natasha. La modelo de Myde Style. —informó Cristina, mi compañera de trabajo.

—Hazla pasar.

Por la puerta pasó aquella mujer que respondía por el nombre de Natasha, era hermosa. Yo me sentía fea frente a ella, tenia unos ojos azules, cabello rubio y largo, alta y esbelta... sin embargo, yo tengo unos ojos verdes, son hermosos también pero no se comparaba, cabello rojo casi vinotinto, con suaves ondas y me llegaba a la mitad de la espalda, soy de tamaño normal y sencilla.

Natasha venia acompañada de un hombre que a decir verdad, era muy guapo, ojos azules como ella, alto, con un buen cuerpo y una sonrisa, simplemente, hermosa.

—Hola, un placer conocerte Taylor —habló la modelo—, él es mi hermano Dylan.

—Un gusto —respondí con una sonrisa dirigiéndome a Dylan.

—El gusto es mío. —besó mi mano con delicadeza. Su voz era extrañamente sexy y seductora.


Durante la sesión de fotos, sentía la intensa mirada de el hermano de la modelo sobre mis hombros. Era un hombre muy guapo pero notaba un gran ego que lo rodeaba, quiero decir, puedo llegar a ser muy observadora. Luego de una larga hora de trabajo conseguimos sacar la foto perfecta para la portada de la empresa. Natasha y Dylan se despidieron al momento de irse, claro que Dylan como todo el galán que es, se despidió con un delicado beso en mi mano y un guiño de ojo.

Fui a donde Cristina y esta muy pícara me entrego un papel doblado a la mitad y acto seguido, se largó al baño con una sonrisa de oreja a oreja. Yo abrí el papel con cierta curiosidad.

"Llamame, 5268-75361.

Dylan."

Reía al leerlo y decidí que si "él" seguía sin llamarme durante una semana más, llamaría a Dylan y que pase lo que Dios quiera.


*



Una semana después.





Diablos, estoy nerviosa. Tengo el papel de Dylan en mano y Cristina insiste en que lo llame. Tomé aire, marqué el número y esperé a que contestara.

Un tono.

Dos tonos.

Tr... ¡Contestó!

—¿Si? Diga. —Su voz, tan sexy.

—Hola, hm... soy la chica de Photoscarp. Llamé porque...este...dejaste un papel para que te llamara —Bonita forma de avergonzarme yo misma, mientras tanto, Cristina hacia muecas para que me calmara— ¿Necesitabas algo con respecto a las fotos? —Mi compañera realizo un gesto como si estuviera gritando "NO" y luego se tapó la cara. Y sigo avergonzandome yo misma.

—Él río y dijo—: No, la verdad me pareciste muy linda y quisiera que salgamos algún día.

—Que directo. —respondí con dificultad y el soltó una pequeña risa.

—¿Y? ¿Aceptas, hermosa? —"Hermosa" cuando dijo eso mis mejillas tomaron un color carmín y sonreí como tonta.

—Claro, ¿Cuando nos vemos?

—Mañana, en el restaurante Croagnint a las 20:00 hrs.

—Allá nos vemos, chao... un beso. —colgué y Cristina inmediatamente pegó un grito.


Después del escándalo seguimos trabajando. Cuando acabó el turno de trabajo, me dirigí a mi casa para cenar, bañarme, ver televisión, limpiar, bailar, la verdad, hice de todo... pero feliz. ¿Por qué? Porque después de tres meses de no salir al mundo, logré conseguir una cita. ¡Lo logré!

Deja de llamarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora