Del otro lado (Steve Rogers y tú)

Noche movida

-¿Entonces? Porque ese "anoche"... me parece difícil de explicar- comentó alzando las cejas de forma sugestiva

-Realmente no pasó nada Nat-

FlashBack: esa madrugada

Rogers se removió incómodo una vez más en la cama, hacía ya demasiado tiempo que estaba despierto y fingiendo no estarlo para poder dormir. Suspiró resignado y abrió los ojos, era culpa del colchón, se dijo para sí mismo... demasiado pomposo para sus estándares.

Miró el reloj en su mesita de noche con fastidio, las luces intermitentes del aparato marcaban las 3.32 am, faltaban más de tres horas para que la gente se moviera por las instalaciones, y casi 5 para el entrenamiento matutino; aun así, su cuerpo parecía no querer dormir, y su cabeza, menos.

Cerró los ojos rogando que el sueño llegara a él, y por unos momentos sintió que su plegaria era escuchada, porque logró relajarse y sus párpados eran cada vez más pesados. Parecía que iba a poder dormir nuevamente, pero adormilado, sintió que se caía, esa espantosa sensación que muchos tenemos y que detestamos.

Asustado, se sentó de golpe en la cama y abrió ampliamente los ojos, enfrentándose a la oscuridad que rodeaba su habitación, la frustración se hizo cargo de su cuerpo y enterró con bronca un puño en el colchón, maldiciendo al universo por darle un ciclo irregular de sueño, 70 años dormido y ahora no lograba pegar un ojo.

Se paró pesadamente y arrastró los pies descalzos hasta la puerta, quizá una caminata, y un vaso de agua lo relajaría lo suficiente para volver a la cama.

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Ninguna de las cosas que había pensado sirvieron para relajarlo, incluso estaba aún más irritado. Eso se debía a que por un lado, hacía bastante frío, y él sólo tenía puesto un jogging y una camiseta, y por otro, que cuando se trasladó por la negrura de la cocina, su dedo chiquito del pié se estampó dolorosamente en el filo de la mesada.

Caminó bufando por los pasillos hasta llegar al que correspondía a las recámaras. Su cuarto era uno de los primeros, pero un ruido en una de las habitaciones cercanas llamó su atención, eran quejidos, y retumbaban en el pasillo fuertemente, haciendo que volteara la cabeza para buscar su procedencia.

Prontamente identificó la puerta de ______, de allí salían los ruidos. Los quejidos de la ojiazul eran delicados pero gaturales, fácilmente confundibles con gemidos; el Capitán se sonrojó ante su pensamiento, pero a paso apresurado, llegó a la abertura que se encontraba a solo dos de distancia de la suya, apoyó la oreja sobre la madera, se sentía mal por hacerlo, como si se metiera en la intimidad de la joven, pero a su vez quería cerciorarse que esté bien.

-¡Basta!-

-¡No puedo!-

____ se escuchaba claramente triste y acongojada, luego de eso, Steve escuchó unos murmullos que no podía identificar como palabras, aunque sonaran como tales.

-¡No!-

El grito de la morocha alertó al soldado, claramente algo parecía dolerle. Rogando a que esté en condiciones y sola, abrió la puerta no muy delicadamente y se introdujo en el cuarto cerrándola detrás de sí, ya que la lámpara de la mesita de luz estaba prendida, iluminando sus pasos.

La imagen frente a él hizo que se paralizara.

_____, quien aparentaba una fortaleza similar a la de una guerrera, se encontraba echa una bolita en el centro de la cama, haciéndola ver muy pequeña y perdida en un mar de sábanas, desde donde se encontraba no podía ver bien, pero juraba que de sus ojos salían lágrimas, lo que sí sabía a ciencia cierta era que de su boca salían los quejidos adoloridos más feos que había escuchado jamás.

Lentamente se acercó a la cama, sentándose en el borde junto a ella, que en ese instante se removía incómoda.

-Shhhh- le susurró con dulzura mientras acariciaba su pelo –Es solo un mal sueño-

_____ pareció calmarse unos segundos, pero luego apretó su costado con una mueca de dolor, y chilló fuertemente. Steve, aterrorizado, la sacudió al mismo tiempo que repetía su nombre. Varios intentos le tomó para despertarla, pero cuando lo hizo su cara estaba desencajada e hinchada por el llanto, sin siquiera percatarse de su presencia, miró sus manos con temor, las examinó cuidadosamente, y cuando no encontró nada, suspiró aliviada.

El Capitán Rogers observaba todo con sumo cuidado de no moverse y así asustar a la chica.

-Perdón por despertarte...- la voz de ____ salió ahogada, la morocha tenía la garganta cerrada por el llanto, que trató de mantener a raya, debido a la presencia del Capitán.

-No me despertaste, había ido a la cocina y te escuché cuando llegué al pasillo- dijo para restarle importancia, el soldado le tomó las manos con delicadeza -¿____, qué pasó?-

-Fue una pesadilla- seria, lo miró enderezándose en la cama, sus ojos aún demostraban tristeza e irritación.

-Si te hubieras visto no dirías que fue solo una pesadilla- la preocupación del rubio era palpable

-No te preocupes... A veces me pasa...-

-_____, ¿confiás en mí? Sé que nos conocemos hace poco, pero somos parte del mismo equipo, tenés que confiar en mi-

-Lo hago, es bastante ilógico, pero lo hago- una lágrima surcó su mejilla, y antes de que se la limpiara, el pulgar de Steve realizó dicha acción. La caricia cálida ablandó a ____ desde la profundidad de su alma, haciendo que sollozara fuertemente.

-Tranquila...- murmuró el soldado para luego abrazarla, la chica se deshizo en un mar de lágrimas sobre él.

Fin de FlashBack

-Después cuando se logró calmar dijo que no pasaba nada, y que me fuera a dormir tranquilo, que la "disculpe por las molestias"- la expresión del Capitán mostraba su confusión –¿Te pensás que lo pude hacer? Por un momento lloró como si algo la estuviera matando, y después parecía que era ella la que había matado algo, y ese algo era cada uno de los sentimiento existente en ella-

-No es la primera vez que pasa que se queda así, de aparentemente la nada misma... Sin contar lo de su primer entrenamiento, ese día le pasó algo-

-Sí, puede ser... ¿qué crees que sea?-

-Ni idea, pero en una de nuestras primeras misiones juntas pasó algo parecido, Clint te puede contar su versión, yo te doy la mía-.

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Dije que iba a actualizar hoy, y por suerte llegué a hacerlo, gracias por seguir siempre acá, el viernes que viene continúo con la parte de Natasha, saluditos, Barby.

Pd: había subido este capítulo hace como 20 minutos pero como continuación de "No juegues con mi mente" que para la que la leyó la terminé hace 1 año aproximadamente, así que acá vine a solucionar mi error, perdonen pero soy media (si me mira Fury que tiene sólo un ojo) torpe.