Capítulo Diecinueve II

Zacznij od początku
                                    

Muevo los dedos intentando destrabarlos de los mismas posiciones repetidas por más de dos semanas. Jhon se pone de pie y llega hasta mi, se pone sobre sus cunclillas y está a mi altura, sus ojos azules me miran pero huyo de ellos. Sus orbes tenían la capacidad de hacerme desistir...

-Dejame ayudarte -toma mi mano y la cubre con ambas suyas. Hace unos masajes sobre las articulaciones que me producen un ligero calor y una sensación riquisima - Aún te falta movimiento. Tienes que relajarlas.

Aparto las manos de manera brusca y las llevo hasta mi pecho envuelto en un suéter rosa a rayas.

-Es suficiente, gracias-digo con recelo.

Jhon asiente, pero el semblante le cambia.

-Tengo que irme, es tarde. ¿Buscaba algún libro?

-...

-Profesor... -le llamo. Se pone de pie. El cabello rubio le cae sobre los ojos y le ensombrecen la mirada.

-No venía por ningún libro -repone sin rastro de sentimiento.

El sonido de sus botas contra el suelo desaparece a la distancia, la biblioteca vuelve a la tranquilidad de antes. Los ojos me escuecen, retengo las lágrimas porque me había prometido dejar de llorar. Quizá Sambora estaba equivocado, aún no maduraba.
Quería seguir dependiendo de Jhon, quería seguir siendo inmadura. Porque me gustaba el desorden que él provocaba en mí.

••••••••••

El sonido de la noche inunda Londres, un bello y agonizante silencio quebrado por los grillos.

El campus está vacío y yo voy por el pasillo hacia el despacho de Richie con los exámenes. Toco dos veces para anunciar mi llegada y no interrumpir brutalmente algún deber.
Hago girar el picaporte y entro. Richie descansa sobre su silla alta y rotatoria, el amplificador esta junto a sus pies y lleva puesta la guitarra.

- Hey Jhon -saluda muy alegre.

-¿Qué haces tú con eso? -gruño- Pensé que lo dejamos en el pasado. Era un acuerdo -tiro los exámenes sobre su escritorio y se esparcen.

-¿Qué te sucede?, ¿Porque tan de malas?... solo quería recordar los viejos tiempos en Jersey. No puedes privarme.

-No me gustan los viejos tiempos-repongo con hastio. La sangre me hierve haciéndome sentir traicionado. Pero dentro de mí sabía que exageraba, que no podía privarlo de lo que él llego a amar más que a nada, y que además me tendió la mano dejándose todo atrás por un amigo que ni siquiera sabia si sobreviviría o valdría la apena, o diría "gracias".-Sabes que, olvídalo ... solo que me toma por sorpresa, es todo.

-Muy bien. Y sí, yo también pensé que solo se quedarían allí empolvandose. Pero a que no adivinas... tu vieja alumna preferida me hizo despertar las ganas.

Trago en seco y mi cuerpo por inercia se sobresalta ante la noticia.

Tardo en procesar la idea, la noticia retumba dentro como un eco. Me deja un mal sabor de boca que me cuesta disimular.
Suelto un puñetazo justo en el centro de su rostro para romper su nariz... pero entonces vuelvo a la realidad, tan solo fue mi imaginación.

-¿Ella te pidió ayuda a ti?-Cuestiono resentido, eso explicaría porque prefirió negarse conmigo, sin embargo, escuchar que hablaba bien de ella me costaba. No podía entender la magnitud ni el porqué me dolía tanto. Al final, era lo que yo le rogué. Tiempo y Distancia. Volver a los roles. Porqué no podía permitirme más cercanía ... porque todo acabaría mal, saliéndose de control y los problemas llegarían a toneladas.

-Algo como eso -asiente y se encoje de hombros- podría decirse.

-Y ella... no...-me detengo. No le preguntaría si ella hablaba de mí de vez en vez. Si por alguna razón milagrosa ella me extrañaba
Sería evidente que nada bueno sucedía conmigo. Así que, mantengo la lengua mordida. A pesar de que los celos y la envidia me carcomen. No quería que tuviese otro profesor favorito. No quería que alguien más la cuidara cuando su corazón estuviese roto, que alguien más le preparará café, o que se involucrara en sus planes, no quería que Richie la hiciera reír ni que la viera más tiempo del que debería porque entonces yo me pondría furioso.

Meneo la cabeza.

Todo esto... esto... es una verdadera ridiculez, Jhon.

Me digo para intentar recuperar la cordura, de hacerme entrar en razón. Pero ya era tarde. Ella había logrado hacer de las suyas conmigo.

El tiempo separados me jugó mal. Lo único que logró demostrarme es qué la necesitaba más de lo que pude imaginar nunca.

Pienso en todo lo anterior. Y por primera vez en la vida, quería ser Richard Sambora.

-Ella no...¿qué? -apresura, sus ojos cafés me analizan. Hago un ademan de desinterés.

-No era nada... -sonrio forzado.

Yo le había mentido a Richard sobre mí y lo que _____ significaba, era un hombre, por lo tanto debía mantener mi palabra.

La protegería, lo que menos deseaba era arruinarla con más problemas.

Well, here i'am.
Yo... yo... perdón por la demora, bellas y elegantes señoritas C:

Espero les haya gustado. ¡Acabo de terminarlo! ... así que perdón por los errores de cualquier tipo, solo que no quería dejarlas por mucho tiempo, algo es algo, ¿no?

El salseo ya viene... y las nuevas novelas también, pronto, pronto.
Agarren sus palomitas.

Pd: Me di cuenta que ya no tengo fotos del Jhon en el teléfono ... *se va a descargar todas de Google*

Nunca más extraños (Jon Bon Jovi)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz