Capítulo 27 - Recuerdos

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¿Qué vas a decir en mi funeral, ahora que me has matado?

"Aquí yace el cuerpo del amor de mi vida, cuyo corazón, he roto, sin necesidad de una pistola en mi cabeza.

Descansa en paz, mi amor verdadero, quién por culpa mía, duerme evadida. Su velo, es la soledad. Su cielo, un amor sin traición."

Volví a darme la vuelta, mirando el reloj, las 19:54. Otro día sin Ryan.

Me levanté, poniendo la quinta raya en el calendario, 5 días sin Ryan, 5 días desde que me abandonó, sin mirar atrás, sin apoyarme, sin pensar nada más que en él.

Durante estos 5 días me he refugiado en mi habitación, sin salir en todo el día, nada más que para entrenar, hablar lo justo y esperar el día de mañana, el día en el que descubriría dónde está Adams, para después colgarlo en un árbol al Sol, y observar como su asqueroso cuerpo se descompone poco a poco.

Y después, buscaré a Ryan, y le haré pagar por hacerme esto, por tratarme cómo si no fuera nadie, por abandonarme.

Golpeé la pared, destrozándome los nudillos.

Desde que se fue, mis emociones han sido una montaña rusa, de la tristeza, a la depresión, de la depresión, al enfado, del enfado, a no sentir absolutamente nada.

Hoy no sentía nada.

Bajé al piso de abajo, dirigiéndome a la cocina.

- Cada mañana te veo más guapa. - Se dirigió a mí mi madre, fingiendo una de sus sonrisas.

No le dije nada, y simplemente me senté, mirando a la nada.

- Cariño, no puedes seguir así. - Se sentó a mi lado.

- Seguiré como quiera seguir. - Contesté bruscamente de la silla, dirigiéndome al jardín.

Para mi sorpresa James se encontraba allí, haciendo ejercicio.

Tampoco había hablado mucho con él estos días, aunque mi corazón no quería hacerlo, mi mente lo culpaba en parte por lo que había pasado, sé que tiene un puesto importante en la asociación, y sé que podría haber echo algo para evitarlo.

- ¿Bonito día para entrenar verdad? Mañana es el día. - Aseguró poniéndose de pié.

Me tiró unos guantes de boxeo, mientras me miraba expectante.

- Golpéame. - Dijo sin más. Lo miré como si estuviera loco. - ¿En serio eres así de floja? bien, sigue comportándote como una niña de 15 años a la que le ha dejado el novio.

Levanté una ceja, entendiendo lo que quería.

Cogí los guantes de boxeo y me los coloqué, para después acercarme a él, pegándole un puñetazo a la cara.

Me volvió a mirar, impasible.

- Dímelo, dime lo que te guardas, ¿o eres una cobarde cómo él? - Sus palabras llegaron a mi alma, despertándola.

Le pegué un gancho en el estómago, haciendo que se doblase.

- Ni se te ocurra hablar de él. - Solté con odio, dándole otro puñetazo en la cara, haciendo que caiga al suelo.

Se volvió a levantar, no sin antes escupir un poco de sangre acumulada en su boca.

Me volví a acercar, soltándole otro puñetazo en la cara.

- ¡SÉ QUE PODRÍAS HABERLO IMPEDIDO! - Grité volviéndole a golpear, haciendo que se tambaleara

- NO HICISTE NADA JAMES, ¡NADA! - Volví a gritar para volver a golpearle, mucho mas fuerte que antes, haciendo que volviera a caer.

Sangre [SANGRE & ACERO #1]Where stories live. Discover now