A little lie

45 4 0
                                    

La escena es silenciosa, más de lo que habitualmente se vive, sabe que el momento en que deje la cocina un par de puntos fijos lo miraran con extrañeza, le pedirán silenciosamente una explicación que no podrá decir a pesar de que lo desea, toma el aire cuando se ve recargándose en el lavamanos, pensando, intuyendo que eso se iba a terminar deslizando entre sus dedos al verse con la obligación de mantener un secreto con la persona que quiere, que ama con todo lo que pueda expresar, lo admite, es difícil dado que nunca fue bueno mintiendo a los que más ha necesitado. Piensa, siente que puede sufrir prontamente un dolor de jaqueca que lo impulsara a querer quedarse en ese sitio pero no debe ni puede, trata de darle solución a lo que parece imposible de entender dado que si lo hace va a cometer una estupidez.

En este caso decir las verdad de consideraba como una.

Trata de poner orden a los pensamientos, darse la razón de que las pequeñas mentiras contaban con algo de verdad cuando el mismo se ve rechazando esa "justificación" invalida, lo asimila, solo será por un período de tiempo y no para toda la eternidad, sabe que no puede asegurar mucho de lo que va a pasar en un futuro a la hora de tomar la decisión que se ha planteado con el mayor; traga saliva, se aleja de su base y se asegura de que la sopa se encuentre lista para servirla, mostrar una sonrisa al final e irse sin ninguna gota de culpabilidad cuando la tiene.

Quizás llena un frasco de esa esencia y la oculta para cuando las cosas se vean realmente mal.

Puede escuchar como Osomatsu le pregunta si va a tardar, siente el eco de sus pasos dirigirse a la cocina, acciona sus sentidos y se vuelve a mover con más libertad en ese sitio cuando Jyushimatsu abandono el cuarto para quedarse a un lado de su hermano. Detiene el andar cuando lo recuerda, un rostro lastimado, algo decepcionado pero al final solo mostraba dolor, insignificancia. Abraza el plato y suelta un malestar en un silencioso suspiro, continua cuando el ruido baja y tan solo apenas se acerca a lo que ha preparado puede sentirse invadido cuando el otro se acuesta en su espalda.

—Esto tarda una eternidad.

—Solo eran 10 minutos Osomatsu, no más tiempo.

—Para alguien quien no comprende la urgencia de comer esto parecerá exagerado, si 3 minutos ya son largos, 10 me estaban matando.

Asiente, ofrece el primer plato que está preparado para que se retire, funciona por momentos y no escucha esa voz recalcando que estaba hambriento, unos segundos más y vuelve con su presencia a mitad de dar una mordida.

—Necesitarás un traje parecido al mío.

Ahorra sus comentarios, agradece por la información y continua con el deber que estaba haciendo, vuelve a guiarse por los ruidos que hace al caminar y se desliza mentalmente en una zona relajada que hace lo posible por aclararle que no todo es tan confuso como lo siente ahora. Es una mentira inocente que le han hecho a sus años, lo admite, fue un consuelo cuando se vive en lo incierto; mira la sopa con atención, parecía hipnotizarse por lo que ha preparado cuando bien tan solo hace memoria de lo que sucedió en su niñez, una buena parte de ella, siente que se vuelve a repetir esa historia que cerró después de tiempo para tan solo retomarla ahora siendo quien la protagoniza, quien provocara más de un desvelo o desconcierto que puede ocasionar el abandono imprevisto, engañoso. Quisiera evitarlo pero no maneja el destino como tampoco puede saber qué cosas sucederán en el futuro dado que tan solo pasan, suceden.

Apenas y siente que sus decisiones no son el camino menos efectivo.

«No siempre nuestras acciones parecerán las mejores pero eso no significa que sean incorrectas. Se necesita tener corazón para tomar las que tratan de ayudar a otros».

Sonríe con un nudo en la garganta, sus ojos brillan ante las palabras que se instalan en su cabeza que le ofrece cierto tipo de motivación ajena a la que acostumbra, le es extraño volver con apoyo mental cuando siente que se destroza, que ni siquiera puede servir lo que ha hecho sin temor de que sus manos comiencen a temblar ante el mundo que pide hombres con la mejor voluntad del mundo para ser utilizados como piezas de ajedrez en un juego tan costoso que el precio no es agradable, ni siquiera pensándolo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 01, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

FronterasWhere stories live. Discover now