Capítulo #1 "Cielo sin estrellas"

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-Será mejor que entremos. Temo que sea una tormenta eléctrica -Dijo Jesús, mientras sus ojos reflejaban una tenue luz proveniente de la ventana.
Se había desatado la lluvia tan esperada para los cultivos de la colonia Hilltop, pero no tan deseada para alguno que otro habitante de la zona.

El cielo no poseía estrella alguna, mientras que ambos hombres ingresaban a una pequeña casa no muy lejos de la mansión Harrington, donde residía Gregory, el líder de Hilltop.

-¿A caso le tienes miedo a los truenos?-Preguntó arqueando una ceja. Quería oír la respuesta de su compañero, tal vez para reírse si la respuesta era un "Si", pero no fue lo que esperaba.

-Ojalá solo fuese yo el que le tuviera miedo a las tormentas eléctricas, pero lamentablemente no es así, la última vez se nos escaparon un par de caballos a causa de los truenos. Suelen caer cerca. "La Cima" está en un lugar demasiado abierto, somos el lugar perfecto para las tormentas así-También pensó en los niños mientras se quitaba su saco largo de cuero regado por la lluvia, pero no quería mencionárselo por alguna razón.

-¿Y como está tu herida?-Rovia quería cambiarle de tema mientras frotaba su nariz húmeda de la cual resbalaba una pequeña gota de agua.

-Bien... Es bueno que ya no tenga que usar el vendaje- Le respondió el hombre del chaleco con alas, y poniendo en marcha sus pies se dirigió a la ventana. La abrió por su cuenta mientras que a sus espaldas un par de ojos tan azules como el cielo mismo, observaban sus movimientos.

Jesús conocía sus intenciones. La ansiedad lo mataba mientras trataba de buscar alguna excusa para permanecer en esa escena, como de costumbre. Si había algo que a sus ojos le agradaran era verlo fumar en la ventana.

La escena de "su arquero", (pues así lo llamaba mentalmente), tomando un cigarrillo y llevándolo reiteradas veces a sus labios, le provocaban electricidad en su pecho.
-Mañana es Domingo...-musitó mientras sus ojos repasaban detenidamente la espalda de Dixon, sin dudas le gustaba lo que veía.
-Genial-Dijo a secas para luego darle una pitada nuevamente a su cigarrillo mientras que su vista se centraba en las gotas de lluvia que caían desde los tejados.

Jesús sabía que Daryl de algún modo aún sentía culpa por la pérdida de su compañero Glenn, en ocasiones tenía ganas de hablar con el sobre el tema pero casi siempre temía por su reacción, tal vez si le preguntaba algo relacionado, lo mas probable sería que recibiría un puñetazo en la cara, aunque pensándolo bien Jesús podía con el, pero de todas formas Rovia no quería quebrar esa delicada pero existente relación que tenían ambos.
El hombre de barba y cabello largo sintió que era mejor dejarlo a solas por un momento aunque tanto le agradara contemplar al hombre del cual sentía una vigorosa atracción.

***

El reloj de pared surcaban casi las 1:30 p.m mientras que en aquella casa ambos yacían cada uno en sus habitaciones.
Daryl descansaba profundamente bajo las sábanas mientras que en el cuarto de al lado, Jesús se encontraba recostado en su aposento con su mirada fija en uno de los últimos capítulos de su libro favorito.
Los ojos comenzaban a picarle para las 2:15, entonces el joven hombre cayó en cuenta de que era hora de descansar, bueno, al menos pensó en su vista, pero en cuanto apagó la pequeña lámpara de gas (que sólo la utilizaba para sus lecturas nocturnas) su cabeza se centró en el sujeto con el cual llevaba conviviendo aproximadamente un mes y medio en su hogar.

Por las noches pensaba frecuentemente en el con los ojos cerrados, a pesar de sus recurrentes deseos sexuales, Jesús también buscaba en su cabeza la forma de conectarse aún mas con "la mano derecha de Rick". Quería conocerle y hablar mas con el a pesar de que parecía un tipo difícil de llevar, pero a el no le importaba, el quería averiguarlo todo, su pasado, la historia de como había sobrevivido tanto tiempo, como había encontrado a Rick y un sin fin de cosas que tal vez le ayudarían a comprender sobre Daryl y si de algo no le cabían dudas era que lo intentaría, como sea, pero lo haría.

Y como si el cielo pudiera oír sus pensamientos, dejó caer un rayo que consigo dio paso a un gran estruendo.
Jesús sonrió en la oscuridad de su habitación como si todo esto hubiese sido un pacto o un trato con el mismísimo Zeus... el hombre atrajo las mantas hacia su pecho y finalmente cayó rendido en un profundo sueño.

Continuará...

Estadía en Hilltop (Daryl & Jesus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora