Bárbara sintió que todo se había cumplido, que su tiempo había terminado. Pero Paulina Durán, no sólo se transformará en su mejor amiga, sino también le demostrará que siempre existe una nueva oportunidad en la vida, si se aprende a interpretar las...
-Santos?- murmuró Bárbara dejando escapar una lágrima
-Sí mi amor, soy yo- respondió el acariciandole el rostro -Cómo te sientes?-
Bárbara hizo el intento de sentarse
-No, no mi reina- Santos la tomó despacio de los hombros impidiendo que se moviera -debes guardar reposo, donaste mucho y estas en observaciones- no podía evitar sonreír. Esa sonrisa que le nacía del alma. Esa felicidad de saber que por primera vez no estaba alucinando.
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De repente Bárbara recordó
-Marisela- abrió grande los ojos -Marisela!! Mi hija, cómo está?- se removió en la cama intentando safar del amarre de Santos -El bebé... cómo está el bebé?- lo miró con cara desencajada de preocupación
Santos entendió que era mejor esperar
Ahora ya sabía donde estaba
Sabía que no había dejado de amarlo, que ella también quería volver con él
Ahora sabía que tenía una oportunidad, pero tenía que ser cauteloso, ella es lo más importante en su vida y no va a arriesgarse a perderla una vez más, por sus absurdos prejuicios.
Ahora él también es un hombre nuevo, diferente, ahora por fin es Santos Luzardo, no "el hijo de" que vino a hacerse cargo de una herencia.
Amaba con locura a esa mujer y estaba dispuesto a todo por ella.
Hasta seguir esperando.
La soltó y apoyó las manos en el colchón.
Apretó las sabanas controlando sus impulsos de abalanzarse sobre ella y devorarla a besos
-Ellos están bien mi a... Bárbara- se mordió la lengua
-Tú los salvaste, llegaste justo a tiempo- sonrió y se perdió en esos ojos azules que tanto había extrañado
-ya los dos están fuera de peligro-
Bárbara respiró aliviada, cerró los ojos y se hundió en la cama.
Sonreía
Para Santos era la imagen más tierna que había visto en su vida.
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