『Prólogo』

2.6K 135 12
                                    


Editado


Como todos los días de mi monótoma vida, fui despertada por mi celular, una canción electrónica como sonido de alarma inundaba todo mi cuarto. Tomé a oscuras mi celular apagando aquella melodía que comenzaba a molestarme.

Sin ninguna pizca de felicidad me mantuve quieta en mi cama, observando el techo de mi habitación con la sensación de secor en mis ojos que indicaba mi falta de sueño que, al pensar en una persona, desperdicié, imaginando como vivíamos en un mundo de fantasía e irrealista.

Un profesor de universidad, que sin duda, era un dios griego merecedor de un premio al más sexy, aunque de todas formas me considero una completa idiota al babear por el mismísimo Trunks Briefs.

Sin duda alguna quería llamar su atención, sin embargo, pedir clases aparte era en vano pues tontamente ignoraba mis insinuaciones con escotes prominentes no aptos para todo el público.

Era jodidamente guapo, e incluso aparte de su belleza exterior mantenía una personalidad seria y serena que me volvia irremediablemente loca, sus ojos azules, profundos y claros, me atrapaban en una red de la cual el tenia el completo control, su cabello lila y el cuerpo escultural que mantenía junto a su porte era perfecto.

Pero lamentablemente debía hacer que saliera de mi mente, trasnochar manteniendo mis dedos ocupados ya era hastiador.

Con un salto salí de la cama con los ojos cerrados en un intento de mantener más minutos de sueño, pero la puerta, y el golpe que me propine justo en mis pechos me advirtió que era mejor no hacerlo. Abrí los ojos como platos maldiciendo al causante de todo, que debe estar seguramente despertando y desayunando sin camisa, oh si.

Con rapidez entre el cuarto de baño encontrandome frente a un espejo que me recordaba mi falta de sueño. Solté mi cabello llevándome unos cuantos en el acto, cayó en cascada hasta la mitad de mi espalda, pero estaba bien, nunca me gustó tener un cabello tan largo que podría enredarse en cualquier momento. Me desprendí de la ropa viendo mi cuerpo en el espejo.

¿Porque no estaba interesado en mi? Era sumamente obvia, además de tener un cuerpo algo... ardiente, ya que tampoco era toda una belleza, tenia pechos pequeños y mi carácter no era el mejor pero. Era estudiosa e insinuante, insinuaciones que eran ignoradas triunfalmente.

Pero, acaso ¿era gay? Un escalofrío trepó por mi espina dorsal de sólo pensarlo, no, no. Descarte la idea aunque era lo más lógico, tener casi 30 años, sin familia, ni novia, dejaba dudas.

Aunque algunas de mis compañeras que juraban haber estado con el decían que no era alguien “estable”, aunque mi confidente y mejor amiga, su hermana. Me dijo que tenía la estúpida mentalidad de adolescente fiestero y picaflor.

Bra Brief, que es su hermana, tampoco sabe mi rara atracción a su hermano mayor, aunque es tan tenaz e inteligente que seguro lo supone, pero correr riesgos diciéndole y que se lo diga a él me mantiene calladita.

También está Goten, mi aniñado Tio que es profesor en la misma universidad por la amistad infinita que mantiene con Trunks. Algo admirable a decir verdad, desde pequeños cuando la familia Son y Brief se juntaba ellos se juntaron y son dos chicles.

Y luego yo, Pan, me empieza a gustar nada más y nada menos que un Briefs, já.

Dejo de pensar en el pasado y todo lo relacionado a mi profesor para meterme a duchar. El agua caliente golpea mi cuerpo dándome una relajación espectacular, empiezo a pasar el jabón por todo mi cuerpo de nuevo pensando en Trunks.

Pero la vos de mi madre me hace abrir mis ojos y parar con mis cosas. Grita con escándalo que llegaré tarde lo que me hace salir rápido.

—¡Ya voy! —gritó, tapando mi cuerpo con la toalla celeste que se encontraba guindando en la puerta, me resbalo lo que me hace gritar, exhalo y sigo caminando pero me golpeo con la puerta por correr.

[•••]

Vestida con unos jeans y una blusa rosada bajo las escaleras con rapidez, faltan menos de 30  minutos para la entrada de la universidad, y mi mamá en el centro de la cocina y cruzada de brazos me frunce el ceño.

—¿Que hacías allá arriba? —pregunta amenazantemente, la miro a los ojos con sumisión y ella arquea un ceja. —Demoraste un montón, ahora apurese que llega tarde.

Asiento con unas inmensas ganas de decir "Si, señor" pero no es momento para burlarme de mi mamá. Veo todo a mi alrededor y un pan, una manzana y un jugo de pera cae en el fondo de mi mochila rápidamente.

Cuando salí de la cocina mamá negó sabiendo que no comí nada, mi papá bajó su periódico y me miro con un brillo en sus ojos.

—Cuidate, Pan. —Asentí con una sonrisa, a ambos les di un beso en sus mejillas y salí para encontrarme con una belleza de moto que mi abuelito Satán me regalo para mi cumpleaños.

Me coloqué el casco y me senté, con la llave hize rugir su motor y sonrei de lado de forma picara; me encantaba.

Arranque, sumergida nuevamente en mis pensamientos, suspire con pesar pensando en el responsable de ello, aceleré con emoción para dirigirme  a la universidad donde vería a mi querido y dulce profesor.


— — —

¡Hola a todos! Soy Madelaine, esta vendría siendo la primera historia en wattpad que yo publicaría en mi perfil.

No soy una experta —aún— en el tema, y espero que si alguien tiene dudas o quiera corregir mis faltas; gramáticales como ortográficas con gusto comenten.

Eso me ayuda y facilita a mejorar.

Gracias.

Made xx.

Advertencias.

Esta historia es completamente mía, por favor no al plagio, los personajes han sido extraídos del anime Dragón Ball Z, por su exitoso creador Akira Toriyama, exceptuando los creados por mi para desarrollar la historia.


El Dulce Sabor De Lo Prohibido『Z Awards』『Editando』Where stories live. Discover now