Cap 5: "Segundos Pensamientos"

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Aquí está el siguiente capítulo, es el más largo hasta ahora, 14 páginas de Word ;) 

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Luego de aquel día Stephanie no dejaba de preguntar por Blaine, realmente le agradaba, él era muy gracioso y la había hecho reír con sus ocurrencias. Su papá también reía con él y eso a ella le gustaba.

Los dos jóvenes empezaron a frecuentarse un poco más, no es como si se viesen todas las semanas, pero se mandaban mensajes y se reunían cuando era posible. Algunos de esos encuentros incluían a la pequeña Hummel, quien era muy feliz al estar con ellos.

Por cuestiones de salud, tiempo después Kurt tuvo que faltar al trabajo, pero una vez que se mejoró, su jefe le exigió recuperar el tiempo perdido, aun cuando tenía un certificado médico que avalaba su ausencia.

La única forma de hacerlo era trabajando doble jornada, lo cual era increíblemente agotador, sin embargo no podía darse el lujo de ser despedido. Como siempre, Mercedes lo ayudaba y tenía a Stephanie con ella hasta la noche que era cuando él llegaba a recogerla, a tal punto era tarde que la encontraba dormida.

Pero su amiga sufrió un percance y tenía la pierna inmovilizada desde la mitad del muslo hasta los dedos del pie. Se movía con muletas, pero era bastante incómodo y complicado, por lo tanto era imposible que llevase a la pequeña al pre escolar ni hiciera ninguna de las cosas que solía.

En medio de la plática desesperada que tenía con Blaine al respecto, éste se ofreció a ayudar. Y aunque el castaño se opuso al comienzo, terminó cediendo. El de cabellera rizada llevaría a su niña a clases y la recogería a la salida para dejarla donde Mercedes, ahí se quedaría con ellas para todo lo que fuese necesario. Ella no se opuso, había tratado al ojimiel en varias ocasiones y sentía una gran simpatía por él, así que las puertas de su hogar estarían abiertas para recibirlo.

Tal como acordaron finalmente, pasó por la chica morena primero para dirigirse posteriormente al pre escolar con la autorización firmada por Kurt, a pesar de que él había llamado previamente a notificar de lo sucedido. No es que el castaño no confiase en Blaine, pero su hija era lo más sagrado y grande de su vida y la cuidaba como el mayor tesoro del planeta. Mercedes era Mercedes y se sentía más seguro con ella acompañándolos.

Al comienzo pensó que el ojimiel se enojaría por pedirle que recogiese a su amiga antes de llevar o ir por su hija, pero se sorprendió al escucharlo decir que comprendía completamente y no lo tomaba a mal de ninguna forma.

A la salida, ya con las dos en su auto, Blaine las llevó a tomar helados y luego se dirigieron a casa de la chica, en donde la ayudó con algunas cosas y la comida. Llegada la tarde, los tres se acomodaron en la sala.

Blaine y Stephanie reían mientras veían un programa en la televisión y comían unas golosinas acompañadas de un jugo para ella y un té para él. Mercedes estaba leyendo una revista. De pronto la pequeña se quedó en silencio y lo observó por unos segundos.

- ¿Eres amigo de mi papá o su novio?

¿Novio? El moreno se atoró con las papas que acababa de introducir en su boca. Si bien era cierto que Kurt le gustaba, la relación de ellos era de amigos, además de que no había contemplado la posibilidad de que el chico de ojos azules fuese gay. En sus innumerables pláticas jamás lo había mencionado ni tampoco demostrado en ningún momento.

- Somos amigos. – Mencionó luego de calmar sus pensamientos.

- Ah... Ya. – Dijo haciendo una mueca.

- ¿Sucede algo?

- No... Es que... quiero que mi papá tenga un novio.

Dicha declaración le sorprendió definitivamente – ¿Y por qué quieres eso?

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