Capitulo 4: Reencuentro

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Ya cuando llevábamos bastante camino recorrido Juleka añadió.

- Juleka: No era necesario que nos fuéramos tan rápido. Aún no tocan el timbre -y como si lo invocara, justo sonó- bueno ahora sí pero...

- Rose: No puedo Juleka -no la deje terminar- antes pensaba que al menos podría, pero ahora... como está. Simplemente me aterra -mi voz sonaba derrotada. Me dejé llevar un poco por mis sentimientos, ya que Juleka conocía mi pasado-

- Juleka: Nadie dijo que sería fácil Rose -su voz era suave y comprensiva- yo antes de conocerte pasaba por lo mismo, pero a diferencia de ti era con toda la gente, no solo con los hombres. Gracias a ti logre superar esa etapa -me acaricio la cabeza revolviéndome un poco el pelo- aquí nos separamos, suerte en tu primera clase -me sonrío con dulzura-

- Rose: Gracias, también suerte en la tuya -me despedí con la mano devolviéndole la sonrisa hasta que desapareció por la puerta del salón de música. Luego me dirigí al salón de coro-

Narra Juleka:

Era un salón enorme. El salón tenía sillas y mesas, era como una sala común, pero mucho más grande. También había puertas que llevaban a distintas salas más pequeñas, que eran salas especializadas con los instrumentos correspondientes, estaba la sala de instrumentos con cuerdas (guitarra, violín, arpa, etc...), el que funcionaba con aire (flauta, trompeta, trombón, entre otros), la sala de los instrumentos que funcionaba con teclas (acordeón, piano, etc...) esta última era mi sala. También habían otras salas, pero no tenía energía para analizarlas todas, ya me estaba quedando dormida apenas entrar a la clase. Debido a que Rose me había despertado a las 5:00 AM.

Me senté en una silla del salón, justo en el rincón de atrás, estos puestos me recordaban mucho a el colegio en el que fuimos Rose, Nath y yo, ya que estaban divididos para que justo cupieran 2 personas en cada puesto. El profe había comenzado a escribir en el pizarrón; al parecer ese día nos iban a enseñar lo básico, letras musicales y esas cosas. Ahora me preguntaba, ¿para qué habían gastado tiempo en hacer evaluaciones para que entraran los mejores si iban a enseñar desde lo básico?, como si no lo supiéramos.

Un chico cabellos rojos desordenados se sentó al lado mío, era alto y de ojos celestes. En otras palabras, era una delicia para la vista.

- Chico x: ¿Qué miras? -dijo con tono desafiante-

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- Chico x: ¿Qué miras? -dijo con tono desafiante-

- Juleka: ¿Ahora es un delito mirar a un compañero de clases? -respondí calmada, pero sin hacer contacto visual, preferí fijarme en el diseño de su polera para no parecer asustada. Debo admitir que me ponía algo nerviosa, pero no por su hostilidad, sino por su presencia algo tenía que despertaba un sentimiento raro, algo que jamás había sentido. Era algo que se me había ido pasando con los años gracias a la compañía de Rose y Nath, pero al parecer aún no se me pasaba del todo. Aún así le prometí a Rose que intentaría buscarme un novio con la condición de que ella hiciera lo mismo, así que seguí mirándolo, ahora sí hice contacto visual con él, pero el aparto la mirada-

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora