Solangelo One-shots

~ Drunk Nico ~

Sus ojos negros se clavaron en Will y sonrió un poco.

- Hola.- le dijo simplemente. Su aliento definitivamente olía a alcohol.

Will levantó una ceja.

- ¿Se puede saber que estás haciendo caminando solo por toda Nueva Roma un sábado a la noche, borracho, mientras todos tus amigos te están buscando?

- Vine a verte.

- Deberías estar en tu casa, o al menos en el Campamento Júpiter donde Hazel y Reyna puedan echarte un vistazo. Es peligroso que andes solo por aquí en este estado.

- Pero te extraño taaaaanto- dijo alargando la a para después empezar a reír como idiota.

- ¿Cómo es que Terminó te dejo pasar?

- Sabe que soy el embajador de Plutón, así que confía en mí. Y yo confío en ti- le dijo sonriente dándole un beso en la punta de la nariz y volviendo a reír.

- De verdad, tomaste demasiado Nico.

- Claro que no! Solo un poquititito...

- ¿Cuánto es ocho por cuatro?

- ¿Leshuga?

Will rodó los ojos.

- Entra Nico, voy a avisarle a Jason que estás aquí.

- ¡No! - se quejó el como un niño de tres años haciendo un berrinche. - ¡él me retara y me llevará a casa!

- Y ahí tienes que estar, Di Angelo.

- Pero yo me quiero quedar contigo.

- Solo entra.

Lo tomo por los hombros, viendo que este no podía casi ni sostenerse en pie y que empezaba a reír como morsa con epilepsia cada ves que casi se caía.

- ¡Whoops! ¡Ja ja! ¡No vi esa lámpara!

- Cállate, Nico, y siéntate en el sofá mientras te hago una taza de café.

Le dio el control remoto.

- Voy a la cocina, no te muevas. Puedes ver lo que quieras.

En la cocina, le mando un mensaje a Jason avisándole que Nico estaba con él y que no se preocupara, y este le dijo que buscaría a Piper y que se lo llevarían juntos hasta su casa.

Intentó hacerle un café decente a Nico, para calmarlo un poco, y cuando ya lo tuvo listo, volvió al salón y dejó la taza en la mesa ratona.

- Ahí tienes, tómatelo todo.

- ¡Pero no quiero!

- Nico...

- ¡Okey! Solo si te sientas a ver la tele conmigo.

Suspiro y se sentó a su lado.

Miro fijamente a Nico hasta que el reaccionó y tomo la taza de café, mirándola con un poco de asco y intentando no quemarse mientras tomaba.