"Addicts" (Yaoi One-shots #2)

Sasunaru

Las risas de los profesores y estudiantes se podían escuchar por cada rincón de la casa. Los profesores decidieron hacer una reunión/fiesta para los estudiantes, y por supuesto, nadie podía perdérsela.

Sasuke fue acaparado por Sakura; la peli rosa esperaba poder lograr algo con él.
Por otro lado, Hinata intentaba hablar con normalidad con Naruto, pero los nervios la traicionaban y tartamudeaba con frecuencia.

Los cuatro reunidos en la mesa, entre las charlas de todos los profesores y alumnos. Los litros de cerveza repartidos entre todos los presentes.
Sakura en su inútil esfuerzo de llamar la atención del taheño.
Kakashi encima de Iruka...
Todo bastante normal.

Naruto se levantó con dificultad de su asiento, dejando a una algo mareada y confundida Hinata.
Mientras que Sasuke miraba cada uno de sus movimientos. Él se había decidido a algo; se volvería el dueño de la virginidad de Naruto, así tuviera que forzarlo.

Así es, el moreno, rudo, que parecía odiarle, en secreto en realidad lo amaba; pero lo detestaba por no poder estar con él.

El rubio fue seguido hasta el baño y acorralado contra la puerta por el taheño.

Las manos del moreno fueron directamente hasta el trasero de Naruto y él gimió con molestia. Sus labios se unieron en un beso forzado, desesperado.

Para suerte de ambos, todos se encontraban en sus propios asuntos y nadie alcanzaba a ver u oír lo que hacían los demás.

Sasuke abrió la puerta empujando a Naruto para que no pudiera escapar de sus intenciones.

El chico rubio se tambaleaba, las acciones de Sasuke no eran normales, la situación no era normal.

El azabache colocó a Naruto contra la pared, dejando a su merced aquel tan bien formado cuerpo que estaba desesperado por poseer.

-Sasuke...- en un suspiro salió de sus labios el nombre de su captor. Se necesitaban mutuamente, con locura. Una locura que los llevaría al más grande abismo del amor.

Ya lo decían;
"Del odio al amor, sólo hay un paso".

Y el taheño ya había dado ese paso hace mucho.

El cuello de Naruto fue atacado con mordidas y besos, mientras que las manos ajenas recorrían su cuerpo, y bajaban cada cierre, y desabrochaban cada botón que se cruzaba en su camino. Las ropas anaranjadas y grises cayeron al suelo dejando a la vista de Sasuke su piel perfecta, sin marca alguna. Sin embargo, Sasuke, no permitiría eso; la mordería; marcaría su territorio.

Los fríos labios del azabache recorrieron su espalda, lamiendo y mordisqueando cada zona sensible, mientras que sus manos acariciaban, pellizcaban y retorcían sus pezones. Aquel par de botones rosados hacían sentir al rubio pequeñas corrientes eléctricas por todo el cuerpo, al mismo tiempo que su miembro comenzaba a reaccionar ante el tacto del lujurioso moreno. Una mano se escurrió hasta llegar a la entrepierna del menor para atenderlo como se merecía.

Sasuke estaba bastante seguro de querer que su pequeño rubio recordara con cariño la perdida de su virginidad, así que lo haría sentir el mayor placer posible. Quería volverlo loco, que lo recordara a el y sólo a el.

-¿Te gusta?- susurró en un tono ronco, lleno de lujuria y deseo, característico de la excitación. -Quiero que lo recuerdes, quiero que recuerdes que fui yo quien te tomó por primera vez...

Paso dos de sus dedos por su espina dorsal, bajando despacio, pero con un objetivo; llegar al lecho virginal. Aquella estrecha entrada, dulce como ninguna otra que recorrió con esos dos dedos , sin penetrarlo.