Capitulo 20

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Sabia que el piso de Sean iba a ser impresionante pero cualquier cosa que me imagine esta muy lejos de la realidad.

Sin embargo su piso no es lo que llama mi atención y me pone nerviosa.

Estoy con Sean, solos en su piso, después de seis años y besos robados.

Estoy de espaldas a él pero se que me esta mirando. Siento la intensidad de su mirada, el calor de su cuerpo junto al mío, su aliento en mi nuca...

Este es el momento que llevo esperando demasiado tiempo, y parte de mi teme no estar a la altura de Sean.

-Deja de pensar tanto patito -sus dedos apartan suavemente mi pelo dejando mi cuello al descubierto. -No sabes cuanto he deseado saber porque me has dejado.

-Siento que esta sea la verdad -me estremezco cuando siento sus labios en mi cuello.

Suaves pero firmes dueños de mi cuerpo. Cierto es que muchas noches también soñaba con estar entre sus brazos otra vez. Las peores eran aquellas en las que pensaba que no volvería a verle nunca y que me odiaba.

Cada vez que soñaba con el burlándose de mi, me despertaba gritando y acababa contándole una mentira a Nick sobre mi supuesta pesadilla.

Muerte, asesinato, guerra mundial, invasión zombie, cualquier cosa que se me hubiese ocurrido al instante.

Mis pensamientos se dispersan cuando además de los besos de Sean, siento su mano subiendo por mi costado hasta por debajo de mi pecho.

Puedo sentir cuan listo esta contra mi y no puedo evitar gemir.

-Dime que quieres -pide suavemente -Dime que necesitas de mi.

Su voz embriagadora me encanta como el sonido de una flauta a una serpiente. Hago y me muevo como quiere.

-Por favor tócame -pido y cantado me complace acunando mi pecho.

-¿Qué más? -susurra sensual en mi oído.

-Follame, hazlo hasta que nos agotemos y luego vuelve hacerme el amor -suplico desesperada por él.

-Patito, no te voy a follar, me tomare mi tiempo volviendo a explorar cada centímetro de ti, recordando cada caricia capaz de hacerte estallar, saborearte, y en algún momento cuando decida que es suficiente -me doy la vuelta para mirarle lista para arrancarnos la ropa -Que dudo que alguna vez pase, tendremos sexo sucio y caliente.

Le beso en cuanto acaba y no me opongo cuando me recoge en brazos.

A pesar de llevarme encuentra la manera de que sus manos vaguen por mi cuerpo.

Me deja caer en su enorme cama subiéndose encima de mi. El calor de sus ojos podría derretir los polos, y ver que es por mi hace mi corazón agrandarse.

Sin palabras me levanto lo suficiente para deshacernos de mi blusa y de su camisa. Aunque me hubiese gustado deleitarme con su pecho me aguanto y dejó que el lleve el ritmo.

No me importa estar a su merced.

Mi falda es la siguiente que sale volando al suelo. El resto de la ropa desaparece mas rápido que la velocidad de la luz.

Una vez desnudos, Sean cumple su promesa llenándome de amor y de el, haciéndome sentir la mujer mas hermosa con caricias suaves y besos dulces, embestidas profundas y palabras susurradas al oído.

Me duermo en sus brazos sin haber otro lugar mejor que pudiese imaginarme.

Solo con él.



Y este es el final del maratón.

¿Las cosas seguirán bien o habrá algo que lo estropee?

Comentad, opinad y dejad estrellitas.


Un beso,

Natalia

PD: Os prometo que voy a estar más activa, esta vez, aunque tenga que ir diariamente a la biblioteca y despertarme antes.

Hasta el finWhere stories live. Discover now