83

21.1K 1.3K 25
                                    

GABRIEL

La pierna ya no dolía como antes, podía moverme mejor y hacer algunas cosas por mi misma sin la ayuda de mis padres de Justin, pero aún así todos seguían preocupados por mi y me seguían cuidado como si recién hubiera salido del hospital.


Habían creado un círculo de seguridad alrededor de mi en el que se unían mis padres, mi novio y mis dos amigos, logrando que Justin y Gabriel arreglaran sus diferencias por un bien común: cuidarme. Cuando Justin no podía llevarme a casa por su trabajo, y mis padres no tenían tiempo, Gabriel solía ocuparse de eso, que era baste seguido de hecho. Stephen se quedaba conmigo cuando no estaba nadie para hacerme compañía, aunque en realidad prácticamente se podía decir que vivía conmigo porque no se despegaba de mi lado.


Sabía que todo esto se debía al temor inmenso que tenían de que el accidente no hubiera sido "un accidente"


- Según los videos que hemos conseguido de las cámaras de los alrededores todo parece que el choque ha sido premeditado y que el conductor que manejaba ese auto tuvo la intención de matar a Julia - dijo una tarde el oficial, ingresando a mi casa.


Beatriz recién tenía unas horas de haber llegado a casa del hospital. Cuando vi el patrullero enfrente lo único que pensé fue que todo había vuelto a ser un error y que me querían quitar a mi bebé, porque una vez que los calmantes dejaron de surgir efecto aquel día mi cabeza empezó a maquinarse mil hipótesis y todo terminaba con la misma conclusión: el hospital se confundió de bebé. Desde que me dieron el alta lo único en lo que no podía dejar de pensar era que me iban a quitar a Beatriz. El miedo que sentía era paralizante.


Ver al patrullero y a los dos oficiales en mi puerta fue el agua que derramo el vaso. En cuanto vi a mi hija la primera vez quede profundamente enamorada de ella, en un segundo mi vida hizo un clic, y no quería perderla.


Sin embargo, ellos no estaban ahí por eso.


- Hemos estado investigando estos dos meses cada una de las cámaras de los alrededores, pero el auto se pierde después de unas calles en una zona donde no hay vigilancia y no vuelve a aparecer. La matricula es falsa y se ve que el conductor antes de que Julia doble se toma unos segundos para verla.


Beatriz había elegido ese momento para empezar a llorar. Me levante apresurada y fui tan rápido como me permitía la maldita pierna hasta mi habitación. Papá, que siempre me seguía, me agarro del brazo al ver que me tambalee y me acompaño hasta mi habitación, me senté en la cama y él me paso a Beatriz.


- ¿Crees que sea él? - pregunte, con fingida tranquilidad, mientras acomodaba a Beatriz para que pudiera alimentarse cómodamente. La verdad todavía era medio neófita en esto pero la ayuda de mi madre había sido fundamental.


Papá paso la mano debajo de mi brazo y acomodo de costado, paso mi codo debajo de su cabecita y puso mi mano entre sus piernas.


- ¿Quieres un almohadón? - pregunto buscando con la vista.


Antes de que respondiera, saco dos almohadas, las puso debajo de su cuerpo y me desabroche el primer botón. Papá se giro enseguida y se sentó dándome la espalda.


- Pensé en lo mismo. Él tiene antecedentes...


- ¿Cómo averiguo donde estoy?


Sus hombros se hundieron y se inclino hacía adelante, agarrándose de la cabeza.


- Tiene el dinero y la mente tan nefasta como para hacer algo así - admitió con la voz tensa - Pudo haber enviado a alguien para chocarte y después quiso intento secuestrar a Beatriz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TatuajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora