buena jugada

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Al día siguente los mensajes de Éder no cesaron en ningun momento, no hasta que Hilary contestó a sus mensajes con una llamada.

--- ¿ahora que sucede? Llamaras la atención, además no te bastó con irrumpir en el cine. Lamento haberte dicho a donde iría.

--- yo tambíen te quiero. Dime, ¿hoy saldrás conmigo?- le preguntó.

--- no puedo, no nay nadie en casa, mis padres se preocuparán si no estoy aqui cuando lleguen.

--- mandales un mensaje o algo, realmente quiero verte hoy también.- Hilary se apenó. Realmente el sabía como manipular, pero no caería ante sus engaños.

--- quizas no deba.- admitió.

--- ¿me estas tentando, cariño? Porque si es así ire a tu casa y te recojeré, haya alguien o no.

--- no, no puedo, en cerio. Además, hay exámen mañana, y no solo yo, si no que tambíen tu deberías de estudiar.- quiza con aquella excusa la dejaría en paz. Ojala y si fuera asi.

--- Hilary, si querías estudiar conmigo solo tenías que decirlo.- Hilary se golpeó la frente con la palma de su mano.- pasaré por ti en... 10 minútos, lleba tus libros, pronto estaré ahi.

--- te llebará mas de 10 minútos llegar hasta aqui.

--- siempre cubro mis bases, voy en camino a tu casa, de hecho ya estoy por llegar.

--- ¿estas en tu auto? Parece que aunque me hubiera negado aun asi habrías venido.

--- si, así es. Ahora date prisa, estoy por llegar.

Colgó e Hilary se apresuró a tomar su mochila. Antes de salir de su habitación rápidamente se vió al espejo, se acomodó un poco el fleco y le dió una última cepillada a su cabello risado, no lo hiso por una razón en particular, ni mucho menos por Éder, tan solo lo hiso.

Salió por el pasillo caminando, pero el rugido de un auto rojo hizo que se apresurara. Corrió por las escaleras hasta llegar a la sala principal, y antes de acercarse a la puerta se detubo a pensar. "¿porqué me lo tomo tan encerio?" Se preguntó "solo es Éder, como si me importara". Abrió la puerta como si nada y ahí lo vió; un joven que a primera vista mostraba todo su esplendor, sin ninguna imperfección en su rostro y con una leve sonrrisa en sus lavios. Hilary tragó saliva. Realmente era apuesto, pero por alguna razón no se había sentido atraida por el antes, y no sabía el porque, y aun así no se permitiría a ella misma amar a alguien como el.

--- bienvenida, su mejestad. Su carrosa la espera.- dijo mientras se acercaba a ella y tomaba su mochila. Ella trató de ignorarlo y subió al reluciente auto rojo.

--- entonces, ¿a la biblioteca?- preguntó Hilary.

--- si, ¿querías estudiar, no? Aunque preferiría ir al parque de diversiones, ¿tu no?

--- pues... nunca he visitado alguno.- admitió algo apenada. Éder no se contubo y soltó una carcajada.

--- no hablas en cerio.

--- completamente en cerio, mis padres no me dejaban visitar un parque de diversiones, creen que es algo violento y peligroso.

--- si, lo es, pero es lo que lo hace divertido. Hilary, hay que ir, será divertido y, tienes 16, casi 17, no puedes pasar mas tiempo sin ir a un parque de diversiones. Prometo que te gustará.- sin darse cuenta Éder, había tomado entre sus manos una de las manos de Hilary, pero al darse cuenta poco a poco la fue soltando. Ambos se pusueron color carmín, pero sobretodo Éder.

--- solo una hora.- advirtió.

--- no te arrepentiras.- Éder se puso en marcha e Hilary solo se preguntaba si había hecho bien.

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