Parte 14: Inicios

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El corazón que es abrazado, se derrite lentamente como el hielo.
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La semana había pasado, había sido complicado llevar los exámenes y la planificación del proyecto, y aún mas complicado fue llevar al mismo tiempo el trabajo.

Había pasado largas horas leyendo reglas ortográficas, había editado dos trabajos, ello me había llevado dos noches seguidas, y aún así debía de trabajar viernes, sábado y domingo.

Al fin era viernes, pero el alivio era momentáneo, ahora debía de dormir aún menos por el trabajo.

Ya eran las 9 de la mañana, me mire al espejo; podría decir que parecía un anciano a pesar mi edad.

—Esta demasiado largo — giré mi rostro y pude ver a la señora Woo mirándome tiernamente.

—Lo sé, hoy después de la escuela iré a cortarlo.

—Pero que no sea muy corto, con ese rostro ya pareces alguien mayor.

Sentí la pequeña risa que quería huir de su labios pero ella no lo permitió.

—Señora Woo, usted esta hoy de un gran humor pero ya voy tarde —me acerque a ella y plantando un beso en su mejilla me dirigí a la escuela.

Había sido el peor viaje que había tenido, un accidente entre dos autos, nada demasiado grave pero esas personas en vez de simplemente dirigirse a una estación policial preferían quedarse en medio de la pista a discutir y a invocar a los antepasados de entre generaciones.
No suficiente con eso, una mujer embarazada sufriendo contracciones frente a todos en el bus y sobre todo, nadie interesándose en ella realmente, podía ver en los ojos ajenos que la miraban como si solo fuera un espectáculo.

Grandiosa bondad humana.

Las doce del medio día, imposible ya llegar a la universidad.

—¿Usted es familiar de la paciente?.

Al levantar mi rostro me encontré con la mirada de una mujer madura, llevaba el guardapolvo blanco pero no el típico que siempre visten las enfermeras así que de inmediato asumí que era una doctora.

—En realidad no, yo solo iba en el mismo bus y la traje —respondí y pude notar que sus facciones se suavizaron un poco.

—Bueno, soy la Dra. Shin, estoy a cargo de emergencia y ya que la trajo merece saber que ella y el bebé se encuentran bien, fue oportuna tu ayuda.

Sentí un alivio que no se explicar, al parecer había estado algo tenso.

—Eso es bueno.

Había algo en sus ojos que me transmitían calma, algo parecido a lo que sentía cuando veía a Shinwoo a los ojos, ese algo que no se explicar con palabras.

—Así es, bueno me retiro.

—Gracias.

Me levante y cogiendo mi mochila salí del hospital, ya no tenía nada que hacer ahí, en realidad no sé ni por qué me quede ahí sin ser familiar.

Era mejor ir a casa, de seguro la señora Woo ha de haber preparado algo delicioso.

Selección de los personajes

¿Cómo había podido olvidar algo tan importante?

Tome un taxi y en menos de veinte minutos llegue a la universidad.

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