7. Respuestas no deseadas (Viena)

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Magnus habia tratado de comportarse normalmente con Alec después de lo que paso con Mila pero la culpa que cargaba Magnus pensando que si no fuera por él Mila estaría viva era demasiada, si tan solo no hubiera volteado a verla en la India, no la hubiera condenado para siempre, pero el "hubiera" no existía para nadie, ni siquiera para los brujos una decisión pequeña era un gran cambio para todo el entorno, para todo lo que te rodea.

-¡Magnus!- Gritó Alec, el brujo estaba tan despistado que al ver a su novio supuso que llevaba tiempo hablándole -¿Que es lo que tienes? Desde hace 2 dias estás así, no escuchas lo que te digo y tienes la mirada perdida - Alec lo escaneo y apretó sus labios antes de seguir hablando -Si ya te aburriste de estar conmigo podemos regresar.

-No estoy aburrido -Dijo Magnus seguido de cambiar su expresión y sonreír - No me aburro de estar contigo Alexander, de hecho me sorprende que aguantes estar conmigo en el viaje -Magnus alzó su dedo índice- Ragnor no lo aguantaba de hecho me evito por mucho tiempo por eso - Alec iba a abrir la boca para preguntar quien era Ragnor pero rápidamente recordó que era el brujo que habia fallecido en Alacante por el ataque de Valentine.

-¿Entonces que te pasa?-

-¿Sabes Alec? En muchas ocasiones he querido deshacerme de muchos recuerdos, vivir tanto tiempo te crea una colmena de recuerdos en la cabeza tanto buenos, malos y horribles. Pero debes aprender a olvidar o "almacenar" los que te perjudican o te dañan y solo quedarte con los buenos o los que te hacen sonreír -Magnus pensó por un segundo antes de seguir hablando- Claro de las malas experiencias debes aprender de ellas.- Alec miro al piso un segundo después a Magnus y nuevamente al piso. - Bueno quedate con lo que te sirva de lo que te dije, es bueno oir consejos y claro que mejor que de un brujo- Magnus se levantó rodeando a Alec con el brazo.- Será mejor que vayamos al aeropuerto porqué en Austria nos tardarán en revisar y... - Miro a Alec divertido- Quiero disfrutar cada segundo tus expresiones arriba del avión.

- ¡Ya te dije que no me da miedo!- odijo Alec mientras trataba de liberarse de Magnus.

Cada ciudad les ofrecía distintas cosas y variadas experiencias, era el turno de Austria en Viena visitaron algunos lugares de interés como los jardines y el Palacio de Schönbrum y el museo Albertino, comieron en un restaurante con una copa de champán y para las 4 de la tarde caminaron un rato.

-¿Sabes de que tengo ganas?-Dijo Magnus mientras volteó a verlo con su mirada felina.

-¿De que?-Preguntó Alec un poco de temor en la voz, Magnus sonrio y lo jaló a un callejón, Alec casi por impulso se acomodo en la pared y tenso los músculos de su cuerpo.

-Hace tiempo que tengo ganas de hacer algo asi- El corazón de Alec empezó a palpitar y se mojo los labios con su lengua, una parte de él siempre deseaba a Magnus. Tomo al brujo por los laterales de su camisa y se empezó a acercar pero Magnus levantó su mano a la altura de los ojos de Alec. -Aqui nadie me vera hacer magia-Magnus chasqueo los dedos y abrio un portal pequeño en las espaldas de Alec y lo empujo hacia el para que los dos aparecieran en un baño de hombres.

-¡Magnus avisame cuando vayamos a viajar en un portal! Me marean.

-Mas vale que enseñes a tu estómago a ser fuerte en 5 minutos porque estamos en un paque te atracciones- Magnus abrió la puerta y se encontraban en el parque de Preter uno de los parques de atracciones más conocidos.

-¿Acaso no vamos a pagar las entradas?-
-Miles de personas pagan sus entradas, no notaran dos infiltrados, tomalo como una remuneración de impuestos.-Magnus sonrio y tomó a Alec de la mano para salir de baño y adentrarse a las instalaciones.

Primero se subieron a unos carritos chocones y el pobre Alexander estaba tan desconsertado como imagino Magnus, él no sabia conducir, no habia estado nunca en un parque de diversiones tan mundano y no habia estado rodeado de tantos mundanos. Al pobre chico lo chocaron tanto que en un punto se quedó estático hasta que terminara el juego, despues fueron a un juego mecánico alto donde se subian hasta la parte más alta y te dejaban caer en caída libre, bajando de ese casi arrastrando a Alec se subieron a una de las montañas rusas que en su estructura tenia varias vueltas de cabeza, además de ser muy rápida.

Relatos de BANE (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora