RUBY STORM | CAPITÁN AMÉRICA

Capítulo 6

El reencuentro. Parte 2.

–¡Steve, está armada! –Gritó Barton desde el piso.

El castaño no lo pensó dos veces y corrió hacia su amigo, tomó su brazo y lo llevó tras un auto. Su escudo siempre estuvo a la altura de su cabeza protegiéndose de los disparos de la chica.

–Trata de comunicarte con Fury, –pidió.

–¿Pelearás contra ella? –Preguntó con una mano apretando su herida.

–Es ahora o nunca. Debo hacerlo por mi chica. –Dicho eso, corrió de vuelta hasta quedar en frente de la pelirroja. –No tienes que hacer esto, sólo entrégate y te prometo que te trataremos bien, –trató de negociar antes de hacer su próximo movimiento.

Ella sonrió cínicamente sin que él o alguien pudiera verla por la máscara negra que llevaba en su rostro. Tiró el arma hacia un lado de la calle y se puso en posición.

–Si así lo quieres, –susurró Steve y dejó su escudo en el piso.

Ruby Storm fue hacia él y comenzaron a pelear mano a mano. Ella tenía fuerza, pero el tenía mucha más. Su puño se dirigió hacia el rostro de él dándole un golpe seco, aprovechó que lo dejó despistado y pudo darle una patada a su estómago.

Steve trató de recobrarse del golpe rápidamente pero no pudo completamente. De pronto imágenes de él y Grace llegaron a su cabeza. Ellos viendo una película, cenando, entrenando, riendo, besándose. La ira llenó su cuerpo y sus ojos se nublaron de venganza. Entonces pensó que Ruby Storm tenía la culpa, ella había matado a Grace.

Una fuerza que el desconocía hasta el momento llegó desde el interior de su cuerpo y calló sobre la pelirroja dándole un fuerte golpe en la cara, los puños de Steve fueron hacia el rostro y estómago de ella debilitándola completamente. Como último tomó su escudo y la golpeó con el haciendo que caiga unos metros más adelante.

Su máscara se había salido con el gran golpe, logró caer de rodillas y apoyando sus manos en el pavimento trató de recobrar el aire que él le había arrebatado por el gran puñetazo a su estómago.

Steve se quedó quieto con la respiración errática. Cerró sus ojos unos momentos y se sintió un poco culpable por haberle pegado a una mujer. Sólo un poco. Sacudió su cabeza y volvió a posar su mirada en ella. Sus ojos se volvieron a nublar de enojo pero poco a poco se fueron apagando cuando ella se puso de pie.

Ella lentamente se puso rígida en su lugar, sabía que hoy no podría acabar con él. Su cuerpo le dolía mucho y dudaba poder soportar otra golpiza del Capitán América. Sin embargo no iba a irse sin darle una advertencia.

Steve miró como volteó y mostró su rostro.

La sangre que corría por su cuerpo pareció parar, su cara se volvió pálida y sus ojos se abrieron con sorpresa, incredulidad y una extraña alegría. Sintió como si todo el mundo parara justo en ese instante al igual que la imagen de ella, de Grace frente a él. Su postura tambaleó y su cabeza se quedó completamente en blanco. ¿Acaso estaba soñando? ¿Ésto es sólo un espejismo?

Clint Barton quien se encontraba a un costado detrás de un auto para protegerse con un teléfono en su mano, quedó completamente perplejo. El aparato calló de sus manos y no podía apartar la vista de ella.

–Grace. –Murmuró Steve–. Grace, estás viva. –Dijo ahora más fuerte aún sin poder creerlo.

– ¿Quién mierda es Grace? –Preguntó ella bruscamente.