RUBY STORM | CAPITÁN AMÉRICA

Capítulo 5

El reencuentro. Parte 1.

Dos de los guardias de la base caminaban por el pasillo hacia uno de los cuartos principales, perteneciente a la linda pelirroja. Tocaron la puerta y dijeron fuerte: –Ruby Storm, Von Strucker quiere verla ahora.

– ¿Que quiere? –Preguntó Eddie, quien se encontraba sentado junto a ella.

–Escuché, –les informó– retírense. –Miró a Eddie y notó que la miraba confundido–. ¿Recuerdas lo que te prometí hace unas semanas?

–Sí, pero...

–Si logro acabar con Capitán América de una vez por todas, ellos me dejarán ir. Nos podremos ir, Eddie.

–Esto es... sólo... Gen yo...

–No me digas Gen, –sonrió– suena raro. Los otros ya saben como me llamas.

–A mí me gusta, –se defendió mirándola– es un lindo apodo, ¿no crees?

–Uno más para agregar a la lista de apodos, barra, sobrenombres, barra, nombres. –Se burló.

–Te llamaré también así, –se encogió de hombros–. Cómo sea, ¿es en serio? A mi me gustaría irme, contigo claro, pero... yo conozco la verdadera tú y sé que no quieres matarlo.

Ella bufó. –¿Por qué no sólo puedes decir, "sí, mátalo y larguémonos de aquí"?

–Es, básicamente, un superhéroe. Salva muchas personas, y ayuda personas y quiere a las personas y...

–Y es una persona. –Lo interrumpió sarcásticamente–. Es el precio de nuestra libertad. Hemos estado aquí por mucho tiempo. –Trató de convencerlo. 

–Lo sé, –murmuró.

–Es mi misión, así que tengo que hacerlo. Aunque no lo quiera admitir, siempre tendré una deuda con HYDRA. Ellos me acogieron cuando S.H.I.E.L.D. mató a mis padres, y si acabo a Capitán América lograré vengarlos de alguna forma. Sólo quiero estar en paz.

–No entiendo...

–Cuando Capitán América descubrió a Alexander Pierce, todo HYDRA quedó descubierta y lograron acabar con casi todas las bases, excepto una. S.H.I.E.L.D. creyó que todo había acabado, pero se equivocaron. Strucker logró salvar esta y prometió vengar la muerte de Pierce.

–Sé que lo de tus padres, es un tema muy delicado...

– ¿Te confieso algo? –Lo observó detenidamente– No recuerdo casi nada de ellos y no lo entiendo, es muy... ¡Ah! –Gritó de dolor cuando sintió como si un cuchillo atravesara su cabeza.

Eddie rápidamente tomó la cabeza de ella en sus manos buscando algo que le hiciera daño o simplemente alguna respuesta.

– ¿Qué pasa? ¿Qué te duele? ¿Puedes escucharme? –Preguntó eufórico recibir respuestas–. ¡Gena!

–Estoy bien... –contestó con la respiración entrecortada y con los ojos cerrados– sólo fue un leve dolor.

– ¿Un leve dolor? –Ironizó él, tomando la cabeza de ella entre sus manos– ¿Qué pasó?

–No lo sé... yo simplemente recordé algo.

Él la miró confundido. –¿Qué recordaste?

–Yo... algo. –Negó con la cabeza y Eddie la hizo recostar en la cama.

–Cuéntame. –Insistió

–Era yo con alguien en una motocicleta, eso creo. No sé de donde diablos viene esto. Nunca me subí a una de esas con alguien.