TRAMPAS DEL CORAZON

Capítulo 1: "La apuesta".

Dos apuestos muchachos quienes vestían trajes de entrenamiento, se encontraba tratando de matar el aburrimiento haciendo un concurso de fuerzas con sus brazos en una de las mesas de la cafetería de la famosísima preparatoria Orange School.

Ya Kakaroto, no seas tramposo y deja de moverte, decía con el ceño fruncido un joven de cabello negro en forma de flama, mientras traba de doblar el brazo de su amigo.

Ya te he dicho Vegueta, que no me gusta que me llames así, tanto te cuesta llamarme Gokú, decía un joven de cabello negro alborotado, fingiendo molestia.

Y a cállate, yo te llamo como me de mi gana,  por algo soy mayor que tú,   dijo el joven cabello de flama con firmeza.

Si solo me llevas un par de meses, decía el joven, que en un rápido movimiento termino doblando el brazo de su amigo sobre la mesa. Gane, gane, decía alegre el muchacho.

¡Va ahhh¡ aún así seguimos empatados decía el joven cabello de flama sacando su cuaderno y haciendo un conteo de sus triunfos.

Ay, no se quejo el otro, ¿pero tenemos que desempatar esto?, decía el joven cabello alborotado, riendo.

Si, no pienso dejar que un insecto como tú se crea superior a mi decía riendo con mofa el joven cabello de flama, pero no se me ocurre nada, ya hemos hecho todo tipo de apuestas y aún así seguimos empatados.

¿Y a ustedes que les pasa?, decía un joven calvo, acercando una silla hacia la mesa.

¿Ya sé?, ¿de seguro nuevamente están empates?, decía otro joven de cabello negro con una cicatriz en el rostro que también había llegado a la mesa de los jóvenes.

¿Y tú como lo sabes?, dijo Gokú mirándolo extrañamente.

Por eso, dijo señalando el pequeño cuaderno de Vegueta.

Si es por eso, pero tenemos que encontrar la forma de desempatar, alguien tiene que ser mejor que el otro, decía irónico el joven de cabello de flama.

No lo puedo creer son tan buenos amigos pero a veces se comportan como verdaderos rivales, decía riendo el calvo.

¿Se me ocurre algo?, dijo el de la cicatriz.

¿Qué?, dijo el calvo.

Ustedes siempre terminan empatados porque ustedes siempre son los que eligen sus retos o sus víctimas, pero si el o los que eligen es alguien neutral a lo mejor la suerte cambia y hasta se les hace más difícil ganar el reto, decía el joven de cicatriz.

Puede que tengas razón Yamcha, pero que sea la última apuesta Vegueta, mira como nos fue con esa absurda apuesta de las primas Brief, dijo Gokú.

Ni me lo recuerdes, que hasta ahora Bulma se cree que tiene derechos sobre mí, decía furioso el joven cabello de flama.

A mi me pasa lo mismo con la melosa de Marón, ya no se qué hacer para quitármela de encima, decía Gokú con cara de espanto.

¿Quién les manda meterse con ese par de locas?, decía riendo el calvo.

¿Bueno y que se ocurre para el desempate?, decía el cabello de flama mirando al joven de la cicatriz.

Una chica, dijo Yamcha.

¿Qué?, dijeron ambos jóvenes a la vez.

Eso es absurdo, ya hemos apostado a todas las chicas más bonitas de la prepa, no pretenderás que estemos con una pobre o fea, dijo riendo Vegueta.

¡Ah, no claro que no¡ ni que fuera su enemigo, dijo riendo el joven de la cicatriz.

Además todas las chicas de aquí, son muy fáciles de conquistar, decía inocentemente el joven de cabello alborotado.

Claro eso dices tú, porqué con solo darles una sonrisa las tienes a tus pies, decía dramáticamente el calvo.

Ya, cállense y escúchenme, dijo el de la cicatriz, se trata de la nueva.

¿La nueva?, dijeron ambos jóvenes con asombro.

Lo que pasa que ustedes no la conocen porque recién después de una semana de iniciado el ciclo se aparecen, pero es muy bonita, solo que extraña.

Si es cierto, no habla con nadie, siempre esta seria y viste extraño. Esta en nuestra aula, ya la conocerán, claro si deciden entrar al aula, decía riendo el calvo.

¿Y qué te hace pensar que no será tan fácil conquistarla como a las otras?, decía el de cabello de flama.

Ten, Diesisiete y yo lo intentamos en esta semana y nos mando a volar, ustedes saben que después de ustedes nosotros somos los más populares, decía Yamcha.

Bueno si tiene su carácter, será divertido ganarle a Kakaroto, yo digo que sí, dijo Vegueta.

¿Y tú Gokú?, pregunto el calvo.

Está bien, pero ya sabes Vegueta es la última apuesta, ya no quiero seguir jugando con los sentimientos de nadie, dijo Gokú.

Ya Kakaroto, tu siempre tan sentimental, dijo Vegueta.

No es eso, pero imagina que esta resulte otra acosadora como Maron o Bulma, decía aterrado Gokú.

No, digas eso insecto con Bulma tengo suficiente, dijo riendo el joven cabello de flama.

Minutos más tarde en el aula:

Joven Ouji, joven Son adelante, que bueno que se dignan venir, dijo irónico el maestro, tomen asiento.

Los jóvenes fueron a sentarse junto a Yamcha y Krilin, mientras un par de peli azules no les quitaban la vista.

Viste Bulma, mi Gokú está más guapo, decía suspirando la peli azul de cabello largo.

Y mi Vegui también, decía la peli azul de cabello corto.

Mientras tanto:

¿Quién es Yamcha?, dijo el joven cabello de flama al llegar junto a sus amigos.

La del fondo, decía Yamcha mirando de reojo a ambos jóvenes que giraron sus rostros al lugar que su amigo les indico.

Ambos jóvenes se quedaron contemplando a aquella joven tenía el cabello negro largo, recogido en una coleta, flequillo que le llegaba a tapar los ojos, era muy blanca y poseedora de unos labios muy finos rosados, se notaba frágil a pesar del vestuario que llevaba (tenía puesto un polo flojo, buzo y zapatillas), aunque estaba sentada pudieron notar que no era muy alta, ambos jóvenes sonrieron.

Es linda, dijo Gokú.

Si, es cierto, pero ya sabes nuestras reglas, dijo Vegueta con firmeza.

Lo sé, dijo Gokú recordando el acuerdo que alguna vez hicieron.

-.Recuerdo.-

Nuestra amistad no puede romperse por una chica, dijo un joven cabello de flama.

No claro que no.

Escucha Gokú si alguna vez te llegas a enamorar de alguna de nuestras apuestas dímelo, yo haré lo mismo.

Está bien es un trato, ninguna mujer quebrara nuestra amistad.

-.Fin del recuerdo:Tiempo actual.-

Entonces ella será nuestro reto, dijeron ambos jóvenes mientras observaban a la  extraña pero bella  jovencita.